ʟᴇᴛ ᴍᴇ ᴛᴇʟʟ ʏᴏᴜ ᴀ sᴛᴏʀʏ (𝕐𝕒𝕟𝕕𝕖𝕣𝕖!𝐕𝐚𝐫𝐢𝐨𝐮𝐬)

Yandere! Havik x Lector

Anónimo pregunta:¡Me encantó tu yandere Rain! ¿Podría solicitar un yandere havik con un lector masculino?

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Notas del autor: No digamos que le presté mucha atención a Havik durante mi "estancia" en MK1, pero luego de indagar un poco en su lore, me atrajo mucho esta idea, espero que te guste!

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Personaje de Yandere: Havik

Del videojuego/anime/manga/película/serie: Mortal Kombat 1

Caso: Secuestro, amistad infantil, agresión al lector.

Advertencia: Mención de violación, SA y abuso físico y mental al lector.

Parte:1 de 1

Terminado: Sí

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¿A dónde había ido?

Esa pregunta, corta y sencilla, que podía contestarse en dos o hasta un simple párrafo, había recorrido tu mente durante tanto tiempo que ya hasta se asemejaba que ya sabía dónde estaba cada nervio, donde se ocultaban tus más oscuros penares, o donde yacía el recuerdo de ese hombre el cual tanto admirabas en su momento.

Havik era su nombre; todavía tenías el recuerdo de cuando lo viste por primera vez, alguien bastante alto, un cabello que desprendía hebras que apenas cumplían un orden, una sonrisa estúpida en su rostro —el cual, cabría resaltar su falta de emociones al momento de alejarse de ti— y un actuar nervioso al momento de hablar contigo.

Así era él, tan tonto como un rey enamorado, tan amable como un florero al momento de manipular los tallos de una flor, y tanta dulzura en los actos simples como lo era la compañía en una tarde temerosa, o la ayuda en momentos de crisis.

Fue por eso —o quizás, por el cambio de letras en cada carta— que, al volverlo a ver, con esa máscara cubriendo su mandíbula, sólo había una pregunta rondando por tu cabeza.

¿A dónde había ido él? ¿Quién era este extraño ser el cuál tuvo el atrevimiento de invadir el cuerpo de tu amado? De todas las personas del mundo ¿por qué específicamente a él? Y su rostro, temeroso y hasta agresivo al momento que tus manos se asomaron entre sus dos mejillas, solo mostraba una facción que tuviste la suerte de ver al momento de su partida; el terror.

Ya sea a lo desconocido, o a lo horroroso que iba a ser viaje que se vió obligado a emprender al momento de alejarse de su pueblo natal, o hasta incluso en este momento, donde las emociones tienen un tamaño tan abrumador que asusta, que provoca tal sentimiento en su corazón —qué parecía haberse hecho piedra luego de tantos meses lejos— que suaviza su alma, pero que genera sismos en su mente.

Él se sintió podrido, luego de tanto tiempo solo, luego de tanto dolor sin ser compartido, y de tales quemaduras que da a creer que nunca iban a sanar, sintió como si en todo el viaje, hubiera sufrido una metamorfosis, una tal, que en este punto, provocó que todo se fuera al carajo.

Él nunca deseó permitirse amar, pero contigo todo era distinto, contigo siempre tuvo que ser distinto, tal vez porque los dioses lo querían así, o tal vez porque el destino, siempre cruel y frío, decidió condenar a su alma a este tormento. El tormento de verte desde lejos, de saber que se había convertido en un monstruo, en un bicho extraño y que no tenía lugar en su pueblo, y, yendo aún más allá, que cambió tanto su apariencia física como su alma, como su pensar, como su creencia de que, incluso en los momentos más oscuros, había una salida.