03. EL BAILE DEL MÁS ALLÁ

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Aimar 21:30

Estaba en mi rúa latina con mi amiga, Natalie. Estábamos preparándonos para salir a bailar a la calle, yo en un carruaje grande y esbelto. Ella, en un estante menor pero en el mismo carruaje que yo.

Salíamos en el tercer turno, el de las 21:45, estábamos nerviosas, su novio estaría grabándonos entre la inmensa multitud. Ella estaba siendo maquillada por la directora y yo estaba ajustándome la falda. La rúa Navideña tenía que salir muy bien, mi madre hubiera estado muy orgullosa de mí. Ella no pudo llegar tan alto como yo, pero como madre nadie la podrá superar y eso me ponía feliz y me animaba a continuar cada día.

Me coloqué los tacones y Natalie salió caminando nerviosa. Se le notaba, porque era muy expresiva. Iba poco maquillada, pero resaltaban sus facciones faciales. Era muy bonita. Yo nunca me había considerado bisexual, pero era obvio que era bonita. Los colores y el maquillaje le favorecían un montón.

-Vamos, Natalie. Levanta esa cara, recuerda que tu novio te estará mirando, seguro que está muy orgulloso de ti.-le dije mirándole a la cara con seguridad.

-Seguro, que estás igual de nerviosa que yo.

-Pues sí, pero lo sé disimular.-dije a la vez que me adelantaba.

La rúa iba a comenzar. 

Subí las escaleras improvisadas del carruaje y llegué a la cima. Ella también subió, pero fue solo a la mitad, la categoría inferior a la mía.

El carruaje estaba muy buen decorado. Estaba representado el cielo, las montañas y el mar de mi país. Estaba en el "cielo", porque me mantenía de pie sobre una nube pintada de tonos grises.

Ahora sí, escuché a la directora decir que arrancaran motores porque íbamos a comenzar, nuestro recorrido era desde el palacio de la música catalana hasta el finestrelles.

Espero que salga bien, ¿no? Al fin y al cabo, hemos practicado mucho.

...

Aimar 22:30

Hemos aguantado mucho, queda poco. En Collblanc, he visto al novio de Natalie, estaba feliz. Ella también le vio, se alegró bastante.

...

Aimar 23:00

Llegamos al Finestrelles y la rúa acabó. Había salido muy bien, habíamos podido aguantar la media hora bailando. Bajé y Natalie me dio un fuerte abrazo.

-¿Ves? Todo salió bien al final.-le dije abrazándola también.

-Ya, mi novio está muy contento, me acaba de escribir, dice que estaba muy guapa.

Su novio, trabajaba como subdirector del centro comercial, así que nos consiguió una mini colaboración con el Finestrelles y nos garantizó una plaza de párquing y un lugar donde guardar todo el material. Ahora mismo, estábamos bajando a pie al párquing para ayudar a guardar el material y dejar nuestros vestidos.

-Que miedo daría esto si no hubiera gente, ¿no?-le dije en modo de broma a Natalie. Ella se moría de miedo con las películas de terror.

-No digas eso, que me asustó.-me reprochó, mirándome con una mala cara.

-Vale, eh, era un bromita.

Poco después de llegar a la mitad del camino, oímos un grito. Después, ruido de zapatos. Nos giramos y lo que vimos no nos gustó, a Natalie menos. Unas especies de criaturas corrían hacia nuestro grupo. Nuestro grupo hecho a correr y nosotras tardamos en reaccionar. Cuando nos giramos y comenzamos a correr, nuestro grupo había cerrado la puerta con cerrojo.

El principio del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora