06. PROBLEMAS EN WODEST

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Xavi 13:30 PM

La instructora Brisa nos enseñó a preparar un asado a la brasa. Era la hora de comer y teníamos que llevar las bandejas de comida.

Aun así, Lia y Jaiden ya estaban esperando a comer conmigo. Lleve el asado al restaurante y me senté con ellos.

-Novedades, chicos.-dijo Lia, mientras le daba un mordisco al asado que le habían traído segundos antes.-Está de maravilla.

-Yo, lo tengo todo normal. En la cocina, lo máximo que ha pasado es que me he cortado.-dije, enseñándole mi dedo envuelto en una tirita.

-Lo mismo.-respondió Jaiden tajante.

¿Oye, estás bien?-le preguntó Lia a Jaiden mientras le ponía un brazo en el hombro. Jaiden intento zafarse, pero el intento le salí mal, ya que Lia le sujetó aún más fuerte. Finalmente, desistió y la miro directamente a los ojos.

-Lo que pasa es que...-dudo.-No estoy durmiendo bien. Nos hacen despertar temprano y nos hacen quedarnos hasta que el refugio duerma.

-Tranquilo, ya te acostumbrarás. Es question de tiempo.

Jaiden suspiró y se levantó, cogiendo su plato ya vacío.

-Sé, me ha acabado la hora de descanso, tengo que volver.-anunció.-¿Por cierto, cuando son las clases de armamiento?

-Creo que mañana y el jueves.

Jaiden asintió y se marchó.

Jaiden 14:30

A decir verdad, hoy tenía el día libre. Pero había algo que me inquietaba en el fondo de mi corazón. Ander y el omega. Lo que sentía no era normal en mi sueño. Era como si alma estuviera encadenada a él cuando estaba, mi respiración se alteraba y mi mente se perdía. Hoy estaba decidido a encontrar respuestas, así que me escondí en la habitación y puse el candado.

Me dormí sobre mi cama y cerré los ojos.

Sueño de Jaiden

Me desperté de nuevo, otra vez esa sensación de estar atado. Esta vez, en un mar de oscuridad.

-Veo que estás aquí, cervatillo.-me dijo Ander en mi oreja. Cosa que retrocedí, asustado, por su culpa.

-Vengo en busca de respuestas.-dije muy seriamente.

-Acompáñame, tenemos mucho tiempo.-dijo, acto seguido chasqueo los dedos y la oscuridad se transformó en un agradable salón.

Se sentó y me invito a hacer lo mismo. Me debatí entre hacer lo que debería hacer y finalmente me senté, sería más fácil entablar una conversación con él si le obedecía.

-Cervatillo, cervatillo, cervatillo.-repitió, repetidas veces. Estaba pensativo.-¿Que es lo que quieres saber?

-¿Por qué me llamas cervatillo? ¿Tengo nombre sabes?

-Jaiden Calderón Silva. Bonito nombre, para un ciervo, Jay. ¿Te puedo llamar Jay? ¿O es muy incómodo para ti, cervatillo?

-Jay o cervatillo. Te decides, aunque me da igual.

-Vale.-pronunció.-Jay.

Ni siquiera me había fijado en su vestimenta. Iba con un traje negro, que contrastaba con su piel blanca como la nieve. Su mandíbula marcada y sus ojos azules como los diamantes me miraban con bastante atención. Si era verdad lo que me había dicho, ¿por qué vivía en mi mente? Sus pecas redondas era lo que más destacaba de él. Le daba una mirada de cazador.

Se dio cuenta de que lo estaba mirando y se levantó.

-¿Vienes?

Salimos del salón y me di cuenta de que estábamos en una cabaña nevada. Se sentó más adelante, sobre un tronco.

El principio del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora