El libro suicida

3 0 0
                                    

Vanessa era una chica que estudiaba en una universidad del sur, era una chica algo reservada, a veces extrañaba su hogar por que sus padres estaban lejos. En los dormitorios de la escuela tenía una amiga y un mejor amigo que estaba en clases con ella.

Un día por la tarde se encontraba con sus amigos en la cafeteria de la escuela, al parecer tenían un proyecto que hacer que era muy importante y tenían que acabarlo antes de las vacasiones porque era la entrega final. Se tenían que poner de acuerdo para eso, ya que debían mantener un promedio.

Decidieron quedarse en la biblioteca más tarde, para hacer el proyecto. -Espero que esto no sea como el semestre pasado- Dijo abrumada su amiga, Vanessa decidida respondió -No será así, conseguiremos una mejor nota- al parecer a su mejor amigo no le convenció lo que dijo su amiga y dijo algo relajado he inseguro -No salio tan mal el semestre anterior, pero si improvisamos mucho-. Vanessa intentó calmarlos a los dos para poder hacer el proyecto. A pesar de tener más tareas lograron acabarlas, cuando su amiga fue al baño y ellos fueron por unos bocadillos.

-¿No crees que el ambiente se siente algo tenso?- le preguntó su mejor amigo algo serio y dudoso, a lo que ella respodió -Estaras imaginando, todo esta bien. Ahora solo puedo pensar en el proyecto- Dijo Vanessa preocupada. Él la intentó calmarla, así que al llegar su amiga fueron a su dormitoria a juntar cosas para irse a la biblioteca. Al llegar al dormitorio notaron que la luz no servía, lo que pensaron fue que tal vez el foco se había aflojado o que se había fundido. Mandaron un mensaje para el apoyo de mantenimiento, sin embargo, lo repararían hasta el siguiente día.

No se alteraron por eso así que recogieron las cosas y fueron en camino a la biblioteca, ambas se preguntaron por que su amigo aún no llegaba, ya que solo iría de paso al baño mientras ellas iban por los materiales. Lo esperaron y cuando llego se pusieron a hacer el proyecto -Bueno este proyecto debe ser el mejor, así que a trabajar- dijo Vanessa algo seria, -Mandona- respondió su amiga y bromeraron al respecto, siguieron con el proyecto hasta que hicieron un pequeño break para poder continuar después.

Cuando se fue la luz, a todos les pareció algo extraño ya que no habia fallos así tan de la nada. Pensaron que fue la energía que se cortó por algo de mantenimiento, a pesar de que sabían que tal vez ya hubieran dado algun aviso, siguieron con el break. -Hay que ir por las velas del dormitorio Vane- dijo su amiga para poder continuar el proyecto. Ellas fueron al dormitorio miestras que su mejor amigo fue a ver si alguien decía algo.

En el dormitorio la amiga de Vanessa buscaba las velas mientras que ella iba al baño, al estar frente al espejo, pudo ver una silueta detrás de ella. Sintió cosquilleo que subía por su espalda, hasta que su amiga le aviso que ya había encontrado las velas, al voltear de nuevo al espejo la silueta ya no estaba. Volvieron a la biblioteca y Vanessa seguía preguntandose //¿Que fue lo que ví?// pudieron seguir con el proyecto, se escuchó que unos libros se cayeron del pasillo más cercano a ellos.

Vanessa tuvo un mal presentimiento sobre la situación, su mejor amigo igual. Su amiga se acercó, pero no había nadie así que, recogió los libros y los llevo con ellos. Esos libros eran algo viejos y estaban en una lengua antigua. -¿Porque no lo pusiste en el estante?- dijo Vanessa seria y algo dudosa, su amiga abrió el libro y dijo emocionada con una sonrisa -¿Y si lo leemos?-. A pesar de que no estuvieron de acuerdo Vanessa y su mejor amigo al principio ella los convenció de hacerlo.

Había muchos sínbolos extraños en el libro, pero casi a mediación había unas palabras que llamaron la atención de su amiga. Los tres lo leyeron en vos alta, pero Vanessa pensaba //Esto no está bien// así que cerro el libro he intentó parar a su amiga, pero solo ella lo pronunció completo. Algo burlona le comentó -Ves Vanessa, no pasó nada-, todos regresaron a terminar el proyecto y dejaron el tema de lado. Ya siendo tarde ellas volvieron al dormitorio.

Relatos De HorrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora