𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐈𝐈𝐈

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Andrés se despertó muy temprano, a eso de las siete de la mañana. No tenía hambre realmente, así que se preparó un café americano para no tener hambre después, y lo tomó mientras repasaba sus canciones en la guitarra.

Después, se lavó los dientes, se peinó un poco los rulos rebeldes que siempre trae, y se cambió la ropa a algo un poco más formal. Bajó por las escaleras del apartamento donde vivía con el estuche y la guitarra en la espalda. Miró con asco a las casas de sus vecinos, sabía que merecía y podía conseguir algo mejor que un simple apartamento en Buenos Aires, pero era lo que tenía por ahora.

Se tomó el subte que estaba más cerca a la dirección dónde quedaba su laburo y empezó a pensar en la reunión que había tenido con Spinetta y Charly. Al final, resultó que no eran tan pelotudos como  él pensó, claro, después de unas birras. Fue una de las primeras veces que Andrés se divirtió con algo en un tiempo, porque según él, 'laburaba tanto' que no tenía tiempo para divertirse. Pero bueno, al final, a los chicos les gustó su voz y talento.

Pensaba Andrés, hasta que algo lo sacó de su mente. Se dió cuenta que por los movimientos del subte, se le había caído una de las partituras en su cuaderno. La canción que había escrito y mostrado a Miguel Abuelo.

Cuándo se agachó para recogerla, escucho la voz de una chica que parecía ser dirigida hacia él.

-¿Eso es tuyo? ¿Cómo sabes ya la letra? ¡Ay, que envidia!

Calamaro levantó la cabeza mientras agarraba la partitura. Alzó una ceja y miró a la chica con una expresión confundida.

-¿Perdóname, flaca?
-¡Que tenés la letra de la nueva canción de Miguel Abuelo!- La joven tenía una voz muy chillona, la voz más molesta que había escuchado Andrés en unos años, y eso que a él le molestaban mucho.
-¿La letra de Miguel Abuelo? No, yo...
-¡Si te lo cruzas háblale de mí! ¡Caro! ¡Caro Pardiaco me llamo! -Ella lo interrumpió, y él ya se estaba empezando a irritar aún más.

-Cálmate un poco, nena...- Andrés se paró con su partitura y miró a la rubia en frente de él, quién parecía muy entusiasmada.-¿De qué canción de Miguel Abuelo estás hablando?

Ella soltó una risita y sacó un periódico de su bolsa, entregándoselo a Andrés.

-Hoy en el periódico, Miguel Abuelo anunció que iba a sacar una canción con ese mismo título que la que tenés en la hoja.

Andrés en ese momento se quedó congelado mientras miraba a la tal Caro. Quieto en su lugar, empezó a pensar en todo lo que había pasado antes.

FLASHBACKS

-Andrés, está buenísima la canción que hiciste. Sos un genio vos la verdad.
-¿Posta? ¡Gracias, eh!
-Si... ¿No me das una copia para verla más a fondo en mi casa? Me fascinó en serio.
-Ah... Sí, dale. Acá tengo una.
-¡Gracias, capo!

END OF FLASHBACK

¡El hijo de puta de abuelo me robó la canción! ¡La concha de la lora!

-¿Señor está bie-?
-Escuchame una cosa, nena. Esa canción no es de Miguel Abuelo. No tengo tiempo para tus pelotudeces, ¡Deja de romper los huevos!

Andrés le gritó, y justito paró el subte en la parada donde se bajaba el hombre. Con un suspiro enojón y dejando a la muchacha en estado de shock, Andrés se bajó del subte y subió a la superficie.

Caminando hacia el laburo, pudo ver el Luna Park. Algún día llenaría el estadio lleno de gente que lo amara y lo bancara. Algún día habría gloria en la vida de Calamaro, pero por ahora, tenía la rabia interna.

Llegó al trabajo y abrió la puerta de vidrio de su trabajo, el cual era en una tienda de música, como si la quisiera romper. Claramente y físicamente se veía que estaba enojado.

-¿Que pasó, Andy? ¿Te despertaste con el balde?- Le dijo su compañero de trabajo, quién también era su hermano, Javier Calamaro.

-Cerra un poco el orto, Javier, ¿Podrás?
-Buee, cálmate un poco. ¿Qué pasó?

Andrés refunfunió y sacudió la cabeza, sacándose la campera que se puso porque tenía frío, y dejándola colgada en un perchero.

-Nada... Mirá... ¿Te acordás que Miguel Abuelo me contactó el otro día? ¿Y dijo que le encantaban mis canciones?- Andrés dijo mientras se acercaba a la caja, dónde estaba su hermano leyendo una revista Rolling Stone.
-

Si, ¿Qué con él?
-Bueno, el triple hijo de mil puta me robó 'Mil Horas'...

Su hermano levantó la mirada de su revista y empezó a reírse a carcajadas, haciendo con las manos el gesto italiano, queriendo decirle "¿Qué decís?" (🤌 Este, chicos 😭)

-¿Quién te va a robar a vos, fantasma?
-¡Te juro! ¡Me lo dijo hoy una rubia tarada en el subte!

Javier solo se rio y sacudió la cabeza, su mirada volviendo a su revista mientras se mordía el labio en un gesto de burla hacia su hermano mayor.

-Si claro, y yo estoy casado con Moria Casan.- Andrés refunfunió y se sentó en una silla al lado de su hermano, cruzando los brazos en enojo.- ¿Sabés lo que sos vos? Un pelotudo, Andrés. Si es verdad que te robó fue porqué te dejaste.
- Para tener familiares así para qué tener enemigos, ¿Eh?

Mientras seguían discutiendo, escucharon que la puerta de vidrio se abrió, y alguien entró a la puerta, aunque los hermanos no prestaron atención.

-¡Pero mirá quién es!- Se escuchó una voz gruesa gritar mientras se acercaba. Esta vez, los dos si levantaron la mirada para ver a quien hablaba.- Bueno, eh... Media pila...

-¿Qué hacés vos acá?- Andrés dijo, levantándose de la silla con una sonrisa y acercándose al hombre que había entrado. Su hermano se quedó helado mientras veía al hombre, porque no era otro más que Charly García. Andrés abrazó a Charly y los dos se dieron unas palmadas en la espalda como si fueran amigos
-¡Boludo, es Charly García!- Javier gritó sorprendido, señalando a Charly mientras este se separaba de Andrés, y los dos lo miraban como si fuera un pelotudo.
- No, soy Gardel, ¿Sabés?
- La aburrís, Javier.- Andrés sacudió la cabeza y le hizo el mismo gesto a su hermano que este le había hecho posteriormente.- En fin, ¿Qué hacés acá, Charly?
-Ah, nada... Pasaba por acá nomás y quería entrar acá para verte.
-¿Verme? ¿Y vos cómo sabés que yo trabajo acá?- Charly encogió los hombros y sonrió, haciendo el gesto de que no sabía el porque.
- Intuición.
- Si... Vos dale...- Andrés dijo mientras tomaba unos pasos hacia atrás, sentándose en la mesada de la caja registradora. Se acordó del tema de Miguel Abuelo, y, juzgando por la fama de Charly, podía ayudarlo.- Che, 'cuchame... Tengo un tema a ver si me podés ayudar.
-¿Si?

- Mirá, lo que pasa es que...- Cuando Andrés iba a terminar de hablar, alguien entró a la tienda y habló, interrumpiendo a Andrés. Los dos tornaron a ver a la puerta, y Andrés reconoció a quién había entrado a la tienda.

-¡Holiiis! ¿Ya tienen el álbum de Miguel Abuelo chicus?- La misma mina pesada del subte, Caro Pardiaco....

(Este va dedicado a @dam1an_mltv. Me hice muy la boluda y no lo subí 😭)

Mᴇʟᴏᴅɪ́ᴀs ᴅᴇʟ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ/ 𝖠𝗇𝖽𝗋𝖾𝗌 𝖢𝖺𝗅𝖺𝗆𝖺𝗋𝗈, 𝖢𝗁𝖺𝗋𝗅𝗒 𝖦𝖺𝗋𝖼𝗂𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora