☆ 𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐬𝐞𝐨 𝐎𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐨 ♡ 》 Venezuela X Siria 🗡💣

☆ Capitulo 5

[Siria, Aleppo 9:28 p.m]

El tiempo transcurio lentamente, para el estado que estaba siendo casado, como si de una presa se tratara. Evitaba a toda costa encontrar se con aquellas estrellas y principalmente al venezolano que rondaba por aquella ciudad. Le daba tanto coraje de que estuviera jugando con el y a la vez tenía miedo en ser atrapado, no quería imaginar se la tortura o muerte que le esperaba, aun que lo último no fuera posible. Escondido dentro de un armario, rezaba a que no lo encontrará el venezolano; con cada minuto que pasaba, el perdía la fe en que el sirio no fuera por el, pero estaba muy equivocado, el sirio había llegado a tal lugar en donde estaba.
Estando con el sirio; caminando por las calles desoladas de aquella ciudad en ruinas. El pelirojo que cubría su rostro con su Shemagh 《bufanda arabe》.

Siria:(lo habrán atrapado?)

Caminando con discreción, escucho como alguien paso entre los escombros de un edificio en ruinas. Reaccionando, apunto con su arma aquella zona. Acercando se lentamente, pudo ver como una luz bajo una manta se movía, estaba confundido, que será? Estando lo bastante serca, aquel tomo la manta para destapar aquello que se movía, su sorpresa era que era una estrella gordita con un ojo, raro pero adorable.

Siria: ......que curioso, tu que eres?

Bajando un poco su arma, se acercó lentamente a la estrella brillante para tocar lo, era bastante curioso, era como tocar un foco tamaño grande. Estando a solas, sin que nadie lo viera, no sería mala idea sonreír un poco ante tal creatura tan adorable. Lo que no sabía Siria, era que aquella estrella era la octava estrella de venezuela, el más inofensivo en comparación de los otros 7.

Siria: que adorable eres, te llevare conmigo, eres como una lámpara viviente. Podrías iluminar mi camino en la oscuridad

Mirando aquella mirada tierna, parecía inofensivo, cargando aquella estrella, decidió poner lo en su Shemagh.

Siria: bueno, ya no me siento tan solo

Revisando la ubicación que su estado le había enviado. Empezó su búsqueda en aquel lugar, después de un rato entre las ruinas de la ciudad, aquel noto un detalle, que no era el único y como también lo que lo acompañaba no era la única estrella que se había encontrado, la unica diferencia que el que lo acompañaba, era más tierno, acomparacion de las otras 4 que había encontrado, eran puntiagudas con una mirada penetrante, también noto que buscaban algo entre los escombros y edificios mientras flotaban. Al sirio no le daba buena espina; estando en un callejón, aquel retrocedió, ya que había 2 estrellas de apariencia escalofriante. Dando unos pasos atrás, retrocedía lentamente hasta que patio una piedra tras de él haciendo ruido, llamando la atención de las estrellas que voltearon de golpe, viendo la entrada del callejón,  decidieron acercarse, para averiguar que hizo aquel ruido. El sirio no supo que hacer, ¿tenía que correr? ¿Que pasaba si no corría? Preparando su arma, estaba listo para defender se, pero aquella estrella que lo acompañaba salio de su Shemagh. La estrella no perdio tiempo en salir de aquel callejón. En sí, aquella estrella hizo su aparicion, fue para distraer a las otras estrellas para que no sospechara de la presencia de alguien que no fueran ellos. Rápido el sirio se metió tras de un contenedor de basura por si las dudas; viendo como las pequeñas luces se iban desapareciendo,  siendo rodeado por la oscuridad de nuevo, soltó un suspiro. Saliendo de su escondite ahora estaba solo de nuevo. Caminando fuera del callejon, aquel siguió su búsqueda, hasta que por fin dio con el edificio en donde lo guió la ubicación que le mando su estado. Encontrando se con el celular destrozado de su estado.

Siria: no tiene que estar tan lejos, pero donde se habra metido?, el lugar es bastante grande, esto me tomará un largo rato

Pensativo aquel, tuvo una idea de donde pudo haber se escondido. Al dar se la vuelta su sorpresa fue al ver a alguien desconocido para el , nunca sintió su presencia, como fue eso posible?! Llevando lentamente su mirada hacia arriba, pudo ver los ojos color ámbar de aquel extraño, el venezolano.