𝓒. 11 (18+)

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Enzo vogrincic.

Me encontraba en un gran estudio de Londres, este estudio era bastante grande pero a mi parecer con varios cuartos totalmente vacíos.

Isabella era mi acompañante, decidimos tener una relación amorosa sin que la prensa supiera o al menos lo estábamos intentando, estábamos evitando salir o aparecer juntos en algunos lugares para evitar rumores, no queríamos estar demasiado expuestos pero al menos ya teníamos claro lo que ambos queríamos y necesitábamos.

Ahora estaba sentado en un sofá mientras miraba mi celular, revisando algunas cosas de trabajo, redes sociales o algunas fotos, estaba realmente aburrido y no tenía nada más que hacer.

—Enzo, ¿Estas ocupado? —Pregunto Isabella golpeando ligeramente la puerta para después entrar.

—No, tranquila. —Sonreí. —Estaba mirando mi teléfono, algo aburrido. —Di pequeños golpesitos en el sofá para que se sentará a mi lado.

Ella obedecío a mis señas y se sentó a mi lado, apoyo su cabeza en mi hombro y yo acaricie suavemente su suave cabello, ella soltó un suspiro de tranquilidad y yo hice lo mismo.

Sentí un gran deseo de besarla, subí mi mano y la puse en su barbilla levanté su cabeza para captar su mirada, acerque mis labios a los suyos creando un tierno beso que rápidamente fue reemplazado por un beso intenso y apasionado en tan solo segundos, nuestras lenguas bailaban sensualmente entre ellas, era como una pelea de quien dominaba el beso primero.

Sentí sus brazos rodeando mi cuello y sonreí contra sus labios, yo rodeé mis brazos alrededor de su cintura acercándola aún más hacia mi apretando nuestros cuerpos, el calor subía al igual que el deseo que invadia nuestros cuerpos.

Me separé un momento del beso, mis brazos seguían rodeando su delicado cuerpo. Note sus labios brillantes y mojados de saliva por aquel beso apasionado, sabía que no me podía resistir más a este deseo.

Sus manos se metieron debajo de mi camisa, tocando mi piel desnuda y cálida con sus dedos suaves y un poco fríos, esto provocó escalofríos por toda mi espalda, mi piel se puso de gallina con tan solo su toque.

Me levante del sofá con ella en mis brazos y la acosté en el sofá mientras la besaba nuevamente con incluso más deseo que antes, estaba desesperado por un poco de liberación. Desabroche el cinturón de mis pantalones y baje de estos junto a mi bóxer, mi pene estaba duro y goteando líquido preseminal debido al deseo.

Me separe del beso, me puse encima de ella y comencé a desvestirla, saque su blusa y note que estaba sin sostén, sus senos eran firmes y de buen tamaño, perfectos. Seguí con su falda, la baje y vi una tanga de color negro con perlas en esa zona, la cual baje rápidamente.

—Que traviesa, Isabella. —Solté una risa seca.

Sintiendo la repentina necesidad de reclamarla como mía, presione mi miembro endurecido contra su intimidad húmeda, tan mojada y lista para mi que el deseo era jodidamente abrumador.

Con una respiración profunda empuje hacia adelante, su calidez envolvió mi longitud y solté un fuerte gemido de placer. No podía creer que me había perdido de esto por algún tiempo, estar dentro de ella se sentía como en las nubes, era un momento que deseaba que nunca terminará.

Me comencé a mover con lentitud, no quería causarle dolor o incomodidad, aun así que trate de ser lo más suave posible hasta estar seguro que ella lo estaba disfrutando completamente.

Comencé a moverme más rápido, me incline y comencé a besarla con desesperación, ella correspondió exactamente con la misma desesperación que la mía.

Salí de interior y la gire, su trasero había arriba y su espalda hacia abajo, su trasero estaba totalmente a mi disposición y siendo sincero, esta posición me estaba volviendo loco.

Volví a meterme en su interior, me moví con lentitud y mis manos agarraron sus caderas con fuerza para estar profundamente en su humedad.

El ritmo comenzó a subir, su trasero chocaba una y otra vez con mi pelvis provocando sonidos de bofetada los cuales hacían ecos por toda la habitación, nuestros cuerpos sudados y sus gemidos dulces y agudos mezclandose con mis gemidos roncos.

—Enzo, más... —Gimió en tono de súplica.

Obedecí a su pedido y me comencé a mover cada vez más rápido, sus gemidos agudos y suaves se mezclaron con mis gemidos roncos, hacían ecos por toda la habitación.

Deje de moverme, aun enterrado en su interior comencé a darle fuertes bofetadas en su trasero, con la fuerza que tenía quedaban marcas rojas en su suave y blanca piel, ella jadeaba de placer.

—Te sientes tan bien, isa...

Me comencé a mover nuevamente, con más velocidad y fuerte, era tanto ritmo que era totalmente inhumana, mordio su labio inferior intentando ahogar sus gemidos pero aumente el ritmo para que sus gemidos volvieran a salir.

Ella movió su trasero más hacia mi, mi corazón comenzó a latir con fuerza, mi cuerpo estaba cansado y sudado pero no me quería detener, quería seguir hasta que ella se corriera demostrando su placer.

Sentí sus paredes internas apretarse más en mi pene, su orgasmo estaba cerca y le di una ayuda, moví mi mano y comencé a frotar su clitoris con fuerza, ella soltó un fuerte grito de placer.

No se pudo aguantar más y yo menos, ambos soltamos un gemido cuando nos corrimos, yo llenándola con mi semen y sus jugos corriendo por sus piernas mojando las sábanas debajo de nosotros.

𝗡𝗮𝘅𝗮𝗮
No me miren quien escribio el cap fue antokaulitz_ y estoy realmente agradecida con ella por la gran amiga que es y x me ha ayudado tanto, antito te amo, gracias por absolutamente todo ♡♡♡

something younger‎, ft enzo vogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora