CAPÍTULO 9

65 6 1
                                    


Narradora ________

Estaba en una bañera relajándome, sin ningún tipo de distracción, todo a mi alrededor era relajante, el agua estaba en una temperatura perfecta, los azulejos junto a la cortina del baño emanaba tranquilidad debido a su color tenue claro.

De pronto, alguien abrió la cortina. Al alzar la vista vi a cierto rubio, en su cara yacía una sonrisa pícara.

-¿Te ayudo? -insinuó Katsuki con serenidad.

Sin darme tiempo a responder, se desvistió, entró a la bañera y me situó entre sus piernas. Sus manos comenzaron un viaje entre mis piernas, tocándolas sin ningún tipo de pudor, hasta que llegó a mi entre pierna.

Intenté cruzar las piernas para evitar su acceso a mi zona íntima, pero este ignoró aquel hecho y las volvió abrir con tan solo una mano, mientras que con la otra, se hundió en mi intimidad.

Comenzó a rozar mi clítoris con sus dedos delicadamente, yo puse mi mano sobre la suya, incitándole a hacerlo más rápido.

Este aceptó mi petición y metió dos dedos en mí, solté un gemido por el inesperado acto. Besó mi cuello con efusividad y apretó uno de mis senos con posesión.

Abrí mis ojos con pesadez.

Otra vez tuve un sueño erótico con Katsuki.

Me senté en la cama y me quedé mirando un punto fijo durante algo más de un minuto. No entendía cuál era el propósito de todos aquellos sueños.

Cada vez me perturbaba más el hecho de que capaz, siga habiendo algo, algo que me haga sentirme atraída hacia Katsuki.

Negué con la cabeza. Yo quería mucho a Eijiro y definitivamente no lo cambiaría por Katsuki.

Volví a tumbarme, pero sentí un gran malestar en mi pecho, era el sentimiento de culpa.

Viéndome incapaz de dormir, me levanté y con mucha desgana, decidí pasearme por la casa, para que me diese un poco el aire, soñar con él a menudo comenzaba a ser molesto.

Caminé un poco por allí y por allá, sin rumbo, hasta que me topé con la cocina, sin pensarlo mucho entré, decidí que sería buena idea beber un poco de agua.

Ya dentro, pude distinguir una silueta que venía hacía mí. Por unos segundos, me asusté, pero me tranquilicé al ver que se trataba de Katsuki.

-¡Joder, Katsuki!, ¡qué susto! -exclamé alzando la voz.

Aún estando todo a oscuras, divisé su torso completamente expuesto. Sin poder evitarlo, mi temperatura corporal comenzó a elevarse, ya hubiese sido por el sueño que acababa de tener o por sus bonitos abdominales.

-Pensé que ya estarías dormida… -su ronca voz hacía que me estremeciera de pies a cabeza.

-No podía conciliar el sueño, así que he estado deambulando por tu casa… -le dije un poco avergonzada, él se acercaba cada vez más, ante este acercamiento pude divisar que no dejaba de mirar mis piernas.

-¿Y los pantalones? -cuestionó mientras seguía examinándome.

-Me iban demasiado grandes, me conformé tan solo con tu camiseta.

-Te queda mejor que a mí… -me aproximó a él agarrando mi cintura, mi corazón daba pálpitos incontrolables-. ¿Sabes por qué estoy aquí, _______?

-¿P-por qué? -pregunté con nervios.

-Porque no paro de pensar en ti -este bajó su mano hasta mi trasero, amasándolo con lentitud. Yo seguía sorprendida ante esa declaración, sin saber cómo actuar.

Ella [Katsuki Bakugo y Eijiro Kirishima x tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora