Historias de Lambda: Proyecto Lázaro

Primer Acto: Géminis | Segunda parte

Weltschmerz

A veces lo que uno imagina puede llegar a ser tan perfecto como imposible, ese mundo de posibilidades que uno sueña, suele desaparecer en el instante que uno pone un pie en la realidad.

En el pasado, mucho antes de la llegada a Lambda, en las viejas épocas donde solo conocíamos el planeta tierra. Vivió el gran Johann Paul Friedrich Richter, mas conocido como J. Paul, nacido en la segunda mitad del siglo XVIII, en Wunsiedel, Alemania. Este escritor, entre muchas otras cosas, acuño el termino "Weltschmerz " para expresar una sensación que muchos alguna vez hemos padecido, pero pocos somos capaces de nombrar; la idea de que el mundo físico real nunca podrá igualarse al mundo que uno imagina en sus sueños.

Hoy en día esta palabra tomo un significado diferente, pero no por ello, menos interesante, hoy "Weltschmerz" cumple el rol de describir al dolor psicológico causado por la tristeza, mas específicamente, al que uno sufre cuando comprende que las propias debilidades que le afectan a uno, son causadas por la crueldad del mundo y sus circunstancias.

La lluvia golpeaba cada vez con mas fuerza, aunque el lugar estuviera amurallado por una cantidad inmensa de edificios, si uno se dejaba llevar podría hasta salir volando por el viento, con tan solo vivir por un par de meses en N. Londres cualquiera podría llegar a entender su apodo "La ciudad de las lagrimas", una de las ciudades mas importantes del continente Pacífaro, el hogar donde todas las razas convergen en armonía, una de las mas grandes pruebas del avance tecnológico que el humano a logrado a lo largo de las miles de décadas que se vivieron en este mundo. La lluvia es un mínimo impedimento para las miles de empresas que han invertido en este territorio, la fertilidad de la tierra, el contacto directo al Océano Central y la inmensa masa de residentes, permiten que esta ciudad sea un punto principal para no solo el continente, sino el mundo entero, por algo también lo llaman "El corazón de lambda".

Habían pasado unos diez minutos desde que Emil enviara el mensaje a su amigo, pero no parecía que vaya a responder, el solo hecho de ver esa multitud de gente empujándose los unos a los otros por buscar una misera primera plana, hacían que Emil se replanteara la idea de estar en ese lugar. Luego de un rato, un mensaje por fin llega al celular del detective:

Cadogan:

4:12HS —Da la vuelta a la manzana y entra por el edificio de atrás, ahí te estarán esperando para darte tus cosas

Tu:

4:13HS—Esta bien... pero porque tanto misterio

4:13HS —¿No puedo pasar por aquí adelante?

Cadogan:

4:13HS —Nooooooo!!!

4:14HS —Abrir las vayas de seguridad seria un desastre, ven por atrás!!

Tu:

4:14HS —Esta bien, voy para allá

Emil suspiro sin entender nada y se puso en marcha.

Mientras iba caminando, Emil, podía ver algunos periodistas merodeando los alrededores, parecían polillas buscando algo de luz, incluso si uno prestaba un poco de atención, a algunos se los podían ver nerviosos, como si sus vidas dependieran de una foto, otros aunque menos, se los notaban mas cansados, a estos últimos era fácil entenderlos, con el ambiente otoñal de la ciudad quien no querría quedarse en su cama acurrucándose al lado de la estufa, en vez de eso ellos tenían que estar aquí, en contra de su voluntad, empapados hasta el alma, por una foto que seguramente sus jefes iban a mirar una sola vez, para luego arrojarlas a la basura y a posterior llamarlos inútiles.