Venus Meyer tiene un plan, y no importa quien se entrometa en su camino, hará hasta lo imposible para lograr con su cometido.
Cuidado familia Stein, porque en cualquier momento el cazador puede convertirse en la presa.
Oc Femenino x Familia Stein
AC...
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P.O.V Venus
Froté mis ojos con cansancio mientras me estiraba en la cama.
5:30 A.M
Hace dos meses aproximadamente que me levantaba a esa hora, casi siempre con la misma pesadilla. El Juicio Olímpico que había tenido que enfrentar, el día en el que me habían vetado indefinidamente del campamento mestizo.
Pero hoy no me lamentaba el estar despierta desde tan temprano, tenía mi primer cita con mi nuevo psiquiatra, y quería causar una buena primera impresión. Rápidamente me levante de la cama, y caminé directamente a el baño de mi habitación. Una vez allí admiré mi reflejo en el espejo, la única palabra que podía encontrar para describirme en este momento era impecable. ¿Un poco narcisista? Quizá, pero no es algo que me importe realmente, ser hija de Afrodita era una bendición. Luego de darme una sonrisa de labios cerrados cerré la puerta y entré a la ducha, dejando que el agua limpiara mi cuerpo, borrando los malos recuerdos.
Veinte minutos fueron suficientes para despertarme por completo, así que rápidamente cerré la llave del agua caliente, y salí de la tina del baño, envolviéndome en mi bata.
-Bueno preciosa, tenemos trabajo por delante- me murmuré suavemente, mientras mi mirada se dirigía al closet, sin perder más tiempo abrí las puertas, dejando a la vista mi colección de vestidos, faldas, zapatos y cualquier cosa que pudiera imaginar.
Material Girl de Madonna inundó el closet, y luego de cerrar las puertas que unían esta parte de la casa con mi habitación, caminé apresuradamente hacia el cajón en donde guardaba mi ropa interior.
-You know that we are living in a material world And I am a material girl- canté por lo bajo, terminando de abrocharme el sostén que había escogido. Opté por un conjunto de dos piezas, sostén y bragas, ambos blancos con pequeños bordados de cerezas esparcidos por toda la prenda.
Más de seis canciones después, yo ya había terminado de vestirme, así que salí del closet, directo hacia el vanity de mi habitación, para comenzar la fase de pairado y maquillaje antes de partir a desayunar.
-Cariño, te preparé el desayuno, lo dejé en el refrigerador- papá irrumpió en mi habitación, enviándome una sonrisa incómoda. Asentí perezosamente, sin emitir ni una palabra. -Recuerda que hoy tienes que ir al consultorio para tu cita- me recordó -A las ocho en punto un auto te recogerá de la puerta de casa, te llevará a tu cita y esperará allí para traerte de regreso-
-¿Cuando me comprarás mi coche?- miré a mi padre de reojo mientras hacía la pregunta.
-No se si es lo más conveniente cariño- papá se rascó la nuca incomodo, pero al ver mi evidente enfado desistió -Mañana en la tarde visitaré una agencia, puedes venir conmigo- sugirió, deseando poder compartir un poco de tiempo juntos.
