un día normal como cualquier otro ocurre una catástrofe en Yokohama , mounstros que antes fueron humanos devoran a los ciudadanos y nuestro protagonistas deben encontrar la manera de sobrevivir a un apocalipsis zombie
SHIPS
-fyolai
-soukoku
-shin s...
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-valla, finalmente lo entendiste- ranpo esbozó una sonrisa -aquel experimento en beneficio de la humanidad en realidad era una fachada utilizada por el gobierno para desarrollar algo aún más peligroso, pero se les salió de las manos, y no tuvieron otra opción más que escapar, pero... La verdadera pregunta ¿Que quería lograr?- interrogó ranpo con una sonrisa de diversión, era un caso perfecto __________________________________
Campamento, 5:27 am
Teruko entró a la enfermería en busca de algo de beber después de tener una desagradable pesadilla, dónde lo único que pudo reconocer fue la silueta de jouno, lo que le trajo un profundo remordimiento
-mgh? Veo que aún estás despierta...- dijo teruko con una voz levemente somnolienta
Yosano levantó la mirada, se veía demacrada por su constante trabajo e investigaciones, con el único objetivo de restaurar la paz a un mundo apocalíptico, dónde la unica manera de sobrevivir era luchar constantemente por aquellos tan atesorado como ls humanidad...
O la poca que les quedaba a los pocos sobrevivientes de aquel fatídico día, que habían cedido ante su atroz instinto de supervivencia, sin importar las consecuencias de lo que esto les trajera
-si... Es solo que... No pude conciliar el sueño, no con todo lo que debo hacer- Yosano dió un profundo suspiro de pesadez, cubriendo su rostro con ambas manos, debido a su evidente frustración al ver que las pruebas que había recolectado de los infectados no coincidía con lo que ella esperaba encontrar
-presiento que no solo es eso, y creo que tú amigo tiene gran parte de la culpa- dijo Teruko con una voz exausta, mientras sostenía un vaso de agua y se sentaba junto a Yosano
-Ranpo... No lo ví desde hace mucho, temo que decidan activar las medidas de emergencia y Ranpo no esté aquí para entonces- Yosano lucía deplorable, bebiendo un poco de su café evidentemente frío, mientras continuaba leyendo más y más documentos, pero uno tras otro, deterioraban las pocas esperanzas que le restaban
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