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Con Vicky solo fueron unos besos en el auto después de merendar, y yo como tremenda boluda que soy. Pensé que mi novio iba a estar dormido, no me retoqué el maquillaje del cuello, el que tapaba los chupones.

Me despedí de Vicky, y entré a mi casa. No se que estaba pensando al momento de pensar que iba a estar dormido a las 21:46 de la noche.

Subí a la habitación, y apenas lo vi con el teléfono, me hice el pelo para delante de los hombros para disimular un poco.

— hello, preciosa —

— holaa —

— Grecco, que tal te va con la carrera? —
Me preguntó mientras yo me acostaba a su lado.

— no me digas Grecco, me siento en la uni —

Comenzamos a reírnos, era una relación bonita dentro de todo.

— amárrate ese pelo, se te va a ensuciar todo —

— nah, así está bien —

En un momento de distracción, me quite el pelo de la cara por instinto, dejando mi cuello lleno de marcas a la vista. Recién cuando noté su ceño fruncido y enfocando su vista en mi cuello, caí en que me había quitado el pelo.

— Emma, son chupones? —
Preguntó a la vez que pasaba su mano oara corroborar que no fuese una mancha de maquillaje o algo así.

— con quien mierda te has estado viendo? —

Me quede callada al no saber que decir, pero una cachetada y un apretón en mi brazo me sacó de los pensamientos.

— Emma Grecco, con quien coño te has estao' viendo?! —

Sabía en lo que estaba metida, y me costaba aceptarlo. ¿Como mierda le decía que le estuve siendo infiel?

— dime qué no es lo que pienso —
— Dímelo!!! —

— es lo que piensas! No es nada más que eso —

— vete a la mierda, ¿Quién es? ¿Uno que conociste en la universidad? —

Ay amor mio, como te digo.

— dime el puto nombre!!! —

Siempre fui bastante maltratada por él, pero siempre se lo dejé pasar.

— Victoria —
Hablé con voz temblorosa, y mis ojos inundados en llanto.

— Ah puñeta, encima con una mujel' —

— Victoria cuanto? —

— Ramirez —

— coño, lo que me faltaba, que me monte' cacho con mi ex mejor amiga —

Mi ceño se frunció, como puede ser que todos se conozcan entre todos?

— nunca te olvides que Añasco es muy pequeño —

(. . .)
Llegué a casa de Isabella, temblando tanto por el llanto que por el frío. Habia caminado desde mi casa a la de ella, en pleno día de lluvia, temblando, y rogando pq no me pase nada.

Cuando abrió la puerta y me vio destrozada, se preocupó.

— ¿¡Que mierda ha pasao'!? —

I can wait for you - young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora