𝓔. 𝗅 𝗀𝗋𝖺𝗇 𝖽𝗂𝖺.

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Si señores, hoy Park Miami nacía. O por lo menos eso fue lo que aviso sunghoon atravez del grupo familiar cuando ni-ki le grito y lo insulto de mil y un maneras de que se le había roto la fuente.

Así que si, ahora estaba ni-ki recostado en una camilla de un hospital aguantando las contracciones mientras sunghoon estaba siendo torturado por su mano la cual estaba siendo aplastada por ni-ki quien seguía sin dejar de gritarle.

— ¡Un condón!, ¿¡Un maldito, puto y desgraciado condón Park sunghoon te costaba ponerte!? — gritaba el peli negro mientras aplastana más la mano de cenizo mientras que a la vez la doctora verificaba el momento exacto para llevarlo a la sala de parto.

— ¡Perdoon, prometo que no volverá a pasar mi pulga pero porfis sueltame que me duele! — chillo sunghoon tratando de safarse del agarre del menor.

No es que no pudiera, al contrario. Sunghoon siempre había sido slguien bastante fuerte y por obvias razones también era más fuerte que ni-ki, pero sepa dios de donde el menor había agarrado tanta fuerte que al cenizo le costaba soltarse del agarre de ni-ki.

— Enfermeros lleve al joven Nishimura a la sala de parto, ya es hora. — informó la doctora Kim a unos enfermeros que estaban en la habitación y llevaron al peli negro a la sala de parto — ¿Desea entrar con su esposo a la sala de parto? — pregunto viendo al cenizo.

— S-si, porfavor — asintió sunghoon mientras sobaba su mano por fin liberada y dañada.

Después de al rededor de un rato más, ya se encontraba ni-ki tratando de dar a luz a su pequeña hija, sunghoon estaba a un lado suyo tratando de tranquilizarlo mientras estaban rodeados de algunas enfermeras, enfermeros y claro, la doctora.

Misma habitación donde no se escuchaba nada más que los gritos afonicos de ni-ki.

— Falta poco joven Nishimura, usted trate de pujar un poco más — pidió la doctora kim y el peli negro pujo cada vez más fuerte tratando de resistir el dolor — ¡La cabeza ya se está asomando, usted puede joven Nishimura! ¡Solo un poco más! —

— Vamos amor, ya casi veremos a nuestra hermosa niña — dijo sunghoon besando la frente sudorosa de ni-ki — Yo se que tu puedes, eres demasiado fuerte mi amor —

— Te amó — murmuro ni-ki cada vez pujando más.

— Yo también te amo Nini, vamos si se puede — sonrio sunghoon tratando de animar más al menor, pero también mentiria si dijiera que estaba muy nervioso.

— ¡Ya está saliendo, falta muy poco! — aviso la doctora hasta que el bebé porfin salió. Los gritos de ni-ki pararon y la habitación se volvió un completo silencio.

— ¿Q-que pasa?, ¿Porque no llora? — pregunto ni-ki asustado con la respiración agitada al no escuchar un solo ruido por parte del bebé.

— No está respirando... — dijo la doctora y le entregó rápido el bebé a una enfermera comenzando a moverse todos rápidos —¡Rapido llevenlo a urgencias, el bebé no está respirando! —

— ¿Sunghoon que esta pasando?.. — volvió a preguntar el menor viendo al cenizo el cual se veía igual de asustado que el hablando con la doctora. — ¿¡Sunghoon con un carajo que pasó con mi bebé!? —

— Tranquilo amor, todo va a estar bien — pidio sunghoon volviendo a donde el menor dejando un pequeño beso en su mejilla tratando de guardara la calma — Trata de calmarte. —

— Mi bebé... Honnie, mi bebé... — susurró ni-ki y sintió su respiración relajarse y sus párpados pesar.

Derrepente todo se volvió oscuro.

𝓟. 𝖺𝗍𝖾𝗋𝗇𝗂𝖽𝖺𝖽 ٭ 𝓢. 𝗎𝗇𝗀𝗄𝗂, 𝓗. 𝗈𝗈𝗇𝗄𝗂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora