16.- Verdades 1/2

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Era pasado del medio día y en la cuidad de Shibuya estaba nublado, Sadashi sentía el frío colarse entre sus huesos y Sukuna ni el frio lo inmutaba, estaba como una roca; dejo el auto en un estacionamiento privado, el chico le entregó un numero y dijo que tenía hasta la media noche para recogerlo.

—Toma.— Sukuna saco del asiento trasero una sudadera y lanzó sobre su cara, la cual quitó molesta. —El castañear de tus dientes me irrita.

Bufó y rodó los ojos molesta, la acepto por el simple hecho de estar con principios de hipotermia.

—¿Quieres comer algo antes de buscar a mi hermano?— preguntó mientras caminaban

—¿Café?— respondió apuntando hacia una cafetería que estaba en frente

—Suena bien.— sonrió y ambos cruzaron a la otra calle, Sukuna espero sentado mientras la pelirroja entraba y oía la campanita sonar.

Mientras que Sadashi entraba sacando la capucha de su cabeza, el chico del mostrador no se había percatado de su presencia dentro del lugar. Carraspeó su garganta..

—Buen día, que necesitas.— dijo sin mirarla, lo cual la hizo sentir desagradable.

—Dos café doblé, por favor.— levantó las cejas de forma irónica ante la atención del sujeto.

El chico finalmente se levantó y se dirigió a la máquina de cafés, espero paciente mientras esté preparaba el pedido. Finalmente ambos cafés estaban en el mostrador levantó la mirada y lo entregó.

—10 yenes.— Sonrió forzada mientras buscaba el dinero en su cartera, el chico de cabello oscuro observaba curioso, el rostro y cabello de la chica se le hacían conocidos, aun que dudaba si era aquella persona.

—¿Sadashi?— preguntó con el ceño fruncido y ella levantó la cabeza un poco asustada.

Quizás se haya olvidado las apariencias de algunos...

—Eh, sí?— respondió y sus labios formaron una perfecta "o" y soltó un suspiro de sorpresa—¿Te conozco?

Sus labios estaban fruncidos, la situación no le parecía graciosa.

El rió nervioso: —Soy Megumi Fushiguro.

Ahora la sorprendida era ella, lo observo detenidamente y sí, ya no era el mismo chico adolescente de antes, estaba un poco más alto, su mismo cabello alborotado y misma actitud de chico desinteresado; con la diferencia de que ahora era un hombre

—Woah, ven a darme un abrazo.— abrió los brazos alegre y Megumi salía tras de barra, su abrazo fue apretado y cálido como si no sé hubieran abrazado hace mucho tiempo.

—¿Qué haces aquí?— preguntó al separarse y la observaba con un brillo casi especial en sus ojos.

La veía como una mujer, una hermosa mujer.

—Ayer en la tarde, volví a mi antigua casa.— suspiro apoyándose tras el asiento. —Diría que volví por motivos un tanto personales, pero también es por trabajo.

—¿Trabajó?— Megumi estaba asombrado, miró tras su espalda y vio una conocida cabellera rosa y tatuajes sobre sus brazos. —¿Andas sola?

Su voz había cambiado a una grave, lo cual ella notó.

—Pues no...— observaba con las cejas fruncidas y fijó su mirada a lo que Megumi observaba.

—¿Por qué demoras tanto?— fue lo dijo al llegar. Parecía un poco irritado. —Afuera hace frío. — tomó el café que estaba ahí

—Hola amigo.— Saludo Megumi un poco... distante.

Este solo lo observo disimulando la pequeña molestia que le causaba y saludo levantado dos de sus dedos. Claro que Sadashi notó la tensión que había entre esos dos y solo los observaba con una cara graciosa.

Mariposas de Colores [Ryomen Sukuna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora