18 - ¡Los aguafiestas y los rivales se enfrentan!

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Tierra de Hierro

Castillo de Hierro

Cumbre Kage

Los ojos de todos se abrieron de par en par al oír aquello, ¡¿Madara estaba aquí?! A se movió más rápido que nadie en la sala, aferrándose rápidamente al cuello del hombre con su fuerte agarre. Zetsu el Blanco hizo una mueca, la fuerza de aquel hombre era asombrosa.

"¿Dónde está? ¿Dónde está Madara Uchiha?!" Los murmullos se extendieron entre los reunidos en la sala durante el interrogatorio de A a los Akatsuki.

"¿El aprendiz de Madara? ¿Quién es?" preguntó Mei, preguntándose a quién podría elegir aquel hombre como sucesor.

Naruto se movió incómodo, pues tenía un mal presentimiento sobre quién era ese "aprendiz". Chojuro era demasiado joven para recordar a Madara de algo que no fuera un libro de texto y se limitó a permanecer en posición defensiva cerca de la Mizukage.

"¡Naruto! ¿Crees que su aprendiz podría ser...?" Gaara empezó a preguntarle, sin molestarse en nombrar a la persona; Naruto miró al pelirrojo antes de bajar la vista al suelo, asintiendo lentamente con la cabeza.

Los otros hermanos de arena se limitaron a mirar a su hermano en busca de orientación, sin comprender lo que quería decir.

"¿Madara Uchiha? ¿No era de Konoha?" preguntó Kurotsuchi a la Tsuchikage, que se mesaba la barba pensativa.

"Sí, era el líder de los Uchiha en la época de la fundación de Konoha, creo. Cuando el cargo de Kage fue otorgado en su lugar al abuelo de la reina babosa, se marchó a Kiri". Tsunade fulminó con la mirada a la Tsuchikage por el apodo, a lo que Onoki se limitó a sonreír.

A sintonizó sus voces, centrándose únicamente en el enclenque hombre planta que sostenía en la palma de sus manos. Para su disgusto, el hombre estaba sonriendo a pesar de encontrarse en semejante aprieto. Apretando ligeramente el agarre, A hizo oír su voz por toda la sala, silenciando a todo el mundo.

"¡Dime dónde está! Si no lo haces, no te lo pondré fácil". Zetsu pareció reflexionar mientras todos le miraban, esperando que hablara.

"Bueno... supongo que podría darte una pista". Zetsu no pudo seguir hablando cuando la mano del hombre le aplastó de repente la tráquea, cortándole la única forma que tenía de respirar o hablar.

A echaba humo de rabia porque aquel hombre fuera tan testarudo, su cuerpo temblaba a causa de sus intensas emociones. Mei miró fijamente al gran bufón que tenía delante, ¿en qué estaba pensando?

A se dio la vuelta y miró a su guardaespaldas de piel pálida, C.

"C, ¡empecemos! Quiero que lo encuentren ya!" C asintió, levantando las manos en señal de carnero para poder concentrarse mejor.

"¡Sí, señor!" Mei decidió hablar, aún enfadada por lo que el hombre le hizo al miembro de Akatsuki.

"¿Por qué le mataste? Si le hubieras capturado, podríamos haberle interrogado para obtener información sobre los Akatsuki". Gaara se dirigió a ella en lugar de al furioso Raikage.

"Los miembros de Akatsuki no hablan ni traicionan a la organización, son todos demasiado leales". Mei se echó atrás en sus acusaciones después de aquello, decidiendo que, de todos modos, era una causa perdida.

El moderador había observado la interacción entre los shinobi con calma desde su escritorio, decidiendo que ahora era el momento de controlar la situación. Se volvió hacia sus consejeros personales y guardaespaldas, Okisuke y Urakaku, dándoles órdenes.

"Okisuke, Urakaku, ordenad que todo el mundo esté en alerta máxima y que empiecen a registrar todo el perímetro en busca de Madara Uchiha". Sus ojos se entrecerraron hasta convertirse en rendijas mientras miraba fijamente el cadáver de Akatsuki que tenía delante, susurrando la última parte de sus órdenes. "Y que se preparen para la batalla".

Naruto - El renacimiento del Clan Uzumaki ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora