Cap.1.: Alimentos raros ebrigüer.

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Se supone que por regla general, las drogas no causan alteraciones en las emociones de alguien con respecto a otra persona distinta a ella, ¿verdad?

¡Pues no! No es así.

Y yo lo sé muy bien...

Soy James Alan Hetfield, James pa los amigos. Tengo... 22 años recién cumplidos, sí. Y... Una historia de lo más surrealista, cómica y un poco agobiante, pero lo último sólo para mí.

Bueno, antes que nada, decir que soy el ídolo de muchas personas, en su mayoría masculinas, pero hay excepciones del sexo contrario que normalmente son un poco... Guarruzas.

Na, no tanto, pero la mayoría sí que me ven atractivo. Muchas personas me dicen eso, que soy bastante guapo y que tengo buen físico, y yo soy el único que piensa que hasta un elefante con psoriasis, porque el SIDA está muy visto, es más guapo que yo.

No obstante, lo que viene a continuación no se compara en nada con ser atractivo. Y cuando digo en nada, es en nada. Avisado estás.

Bueno, resulta que era el día de mi cumpleaños, 3 de agosto concretamente. Quise hacer una fiesta privada con familiares, amigos y cercanos puesto que me sentía un poco sólo y no me sería suficiente si invito a cientos de personas, quería algo más íntimo y personal. Traje todo lo que solía tener en mis fiestas o en las de los chicos de la banda, lo único diferente fue que no vinieron tantas personas como en otras fiestas.

De familiares, quise invitar a mi hermana menor Deanna y a mi hermano mayor David, no quise invitar a más personas por el simple hecho de que mis padres no estaban y el resto de la familia ya estaban todos mayores. De amigos, obviamente a los de Metallica y luego también quise que vinieran amigos con los que a día de hoy no tengo mucho contacto pero que extrañaba, entre ellos Ron. Y por último, de otros cercanos, invité a algunos familiares de mis colegas que sabían de mí y... Poco más. En total no fuimos muchos, no alcanzamos las 40 personas.

Las primeras horas de la fiesta estuvieron muy normalitas y sin rastro alguno de fulanas, alcohol y demás mierdas así. Me mantuve cerca de mis únicos familiares tratando de recuperar el tiempo perdido con ellos, y aunque sea un ser que desde hace mucho no quiere saber nada de su familia, eso no quita que no los eche de menos, y si se trata de mis hermanos más motivos para extrañarles, ellos fueron los únicos que realmente me apoyaron en mi familia. También, quise estar con mis viejos amigos por el mismo motivo, saber de ellos y tal, así que iba todo bien.

Eso sí, como iban a estar toda la noche aquí, tuve que preparar varias camas y sacar colchones y tal para que durmiesen. Es decir, que el preparar la maldita fiesta no fue algo sencillo... En realidad, nunca lo es si es la fiesta de un famoso, pero cuando se trata de sacar camas y demás, creedme que no es nada cómodo.

Ya sobre las 22:30, sí que llegó la locura y empezaron a verse botellas de Smirnoff, Heineken, Jack Daniels y otras en muchas manos de los invitados. ¿Y quién fue el más manipulado con el alcohol? ¡Yo! Alágame por ello... No, no quieras alagar a un alcohólico como yo, plis.

Pero, para aquellos no alcohólicos, es decir, una ligera minoría, no les iba a dejar sin beber nada. También había botellas de Coca-Cola, Soda e incluso zumos, y para los zumos no gasté dinero porque eran míos... ¿Qué pasa? ¿Que acaso un borracho como yo no puede tener un lado más infantil con las bebidas? ¡Sin mis zumitos no vivo!

También, preparé tentempiés y picoteos como venían a ser snacks, dulces, pasteles, sandwiches, etc. Y aquí no acaba la cosa, también le dije a la gente que trajese comida si querían, y para mi sorpresa contribuyeron a que no falte alimentos que llevarnos a la boca.

Y a partir de aquí, nada la hará una fiesta ''normalita''.

A las 23:00, nos llegó un paquete de comida que nunca he llegado a saber de quién era. La caja la cogió Lars porque andaba más sobrio que yo y la pasó adentro. Eran unos bizcochitos con un aspecto muy similar a un pastel de fresa y nata, se veían deliciosos.

Yo estaba tirado en el suelo de tal forma que ni moverme podía, no me tomé la molestia de ir a probarlo como los demás, fui el único en no pegar un bocado. Eso sí, que estuviese con los labios manchados de vómito y con mi esqueleto hecho polvo, no significa que no oyese lo que ocurría.

-¡Dioooooooos! ¡Esto está de puta madre!-Oí gritar a Lars, joder, ¿tan rico estaba eso? ¿O es que al pobrecito de Ulrich se le jodieron las neuronas de pequeño?

-¡Esto es más adicto que la maldita cocaína!-Vale, Kirk se había ido del mundo, más que nada porque sentí que saltó en el sofá y se la pegó en el suelo, pobre infeliz.

-¡Es la polla!-¿Deanna? Lel, eso sí que fue raro.

Yo sin saber qué llevaba esa mierda, lo único que deduje es que era una droga. Esos malditos bollos tenían alguna sustancia rara que los envenenó el cerebro o yo qué sé. Y yo que soy una persona que, por más alcohólica que me vea y sea, detesto las drogas, lo único que hago aparte de alcohol es fumar. Probé la marihuana y la cocaína hace dos años porque me la ofreció Lars, pero... No, las detesto.

Me quise levantar para contemplar el panorama y creedme que me sentí el menos acelerado entre todos. Estaban poniendo todo patas arriba, maldita sea, que la casa no la pago comiéndome los mocos. Tened un poquito de consideración, insensibles de mierda...

Estaba sudando, me dolía la cabeza y volvieron las ganas de vomitar. Lo único que pude hacer después de volver a echar la pota, fue beber un poco de agua para no deshidratarme con el sudor y los vómitos. Me sentía cansado y la cabeza me iba a explotar, sumando todo eso al ambiente que se creó en cuestión de segundos.

Aunque fuese mi cumpleaños, me dieron igual los demás, no aguantaba ni un sólo segundo despierto. Necesitaba dormir de inmediato, y no era una hora que yo tenía acostumbrado a irme a la cama, pero... No podía con mi vida, mi cuerpo pedía un descanso.

Como pude, intenté quedarme dormido una vez me tumbé en mi cama, cosa que se me hizo más que imposible. Había mucho ruido por música que pusieron y otras cosas y terminé quedándome dormido a las 2:10 de la mañana, menuda pesadilla fue el no poder descansar en ese tiempo, pues me acosté a las 23:15.

Casi tres horas sin poder dormir, menudo martirio... Pero, bueno, una vez empecé a roncar, aunque no me enterase, sentí que todo se desvanecía.

Lección del día: No comas alimentos raros que traiga una persona que no conoces y que no sepa de dónde viene.


Epidemic Love (Metallica, Humor, James Hetfield)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora