parte 11

212 36 18
                                    


¿ Que tanto estás dispuesto para no perder a la persona que amas? ¿ Dar tu vida? ¿ arriesgar todo? ¿ romper la promesa de sanar un corazón?, -

El mundo de Min Yoongi estaba a punto de desaparecer si su amado solecito, Jung Hoseok, ya no estaba en su vida. Hoseok se había convertido en su todo: su alegría, sus fuerzas, su amor, su valentía, y su mundo. Un mundo que estaba a punto de desaparecer, pero Yoongi tenía que entregar todo de él para salvarlo, aunque tuviera que morir en el intento.

Min Yoongi, o mejor dicho Agust D', se dirigía a toda prisa a aquella bodega, y dentro de su alma esa sensación de perder a su amado no desaparecía. Al contrario, cada segundo se sentía más latente y pulsante en su corazón. Estaba que se lo llevaba el demonio, o más bien, esta vez mandaría a alguien con el mismo demonio, haría pagar a aquel que se atrevió a tocar a su amor.

Al llegar a la bodega, los hombres del Sr. Kim ya estaban allí. Llegaron media hora antes y tenían la bodega rodeada. Solo escuchaban voces, entre ellas a una persona llorar y suplicar por ayuda.

Agust: "¿Por qué están aquí afuera? ¿Acaso no escuchan los gritos?"

XXX: "Señor, solo esperamos sus órdenes. La bodega está rodeada y solo están dos personas."

Agust: "¿Cómo que solo dos personas? ¿Acaso no revisaron bien?"

XXX: "Es la verdad, señor. La revisamos dos veces."

Agust: "Vaya, no creo que Kang sea tan estúpido para quedar solo."

XXX: "Señor, creo que pensó que tal vez no lo buscaría."

Agust: "Tal vez sea cierto, pero igual no bajen la guardia." —en su mente— "Mi amado sol, aguanta. Ya voy por ti."

XXX: "¿Qué hacemos, señor?"

Agust: "Bien, busquen puntos ciegos dentro de la bodega, quizás sea una trampa. Yo entraré primero. Dos de ustedes van conmigo, el resto hagan lo que les ordene."

Todos los hombres hicieron una reverencia y se dispersaron. Agust entró por la puerta principal, solo se dejaba guiar por los gritos y llantos de su amado, y su pecho ardía al escucharlo sufrir. Se juró hacer pagar a Kang por todo lo que le estaba causando a su novio.

Al llegar a una de las puertas grandes, visualizó bien aquel lugar y notó que era un almacén. Al escuchar nuevamente los gritos de súplica, entra en aquel lugar quedando paralizado al ver la escena que lo hizo temblar de furia.

Kang tenía a su amado recostado en una mesa larga de hierro, a punto de abusar de él. Hobi estaba muy golpeado, su rostro ensangrentado y su cuerpo se notaba débil. Agust, al verlo, a paso veloz intentó acercarse, pero Kang visualizó su andar. De inmediato, tomó a Hobi colocándolo delante de él, sujetándolo con su mano izquierda por el cuello y con su mano derecha tenía un cuchillo que ejercía presión en el costado derecho de su víctima.

La situación era crítica y Agust D' sentía cómo la ira y la desesperación se mezclaban en su interior. Al ver a Hobi en esa condición, supo que no podía permitirse ningún error.

Agust: "Kang, suéltalo ahora mismo o te arrepentirás."

Kang: "No des un paso más, Agust. Si lo haces, no dudaré en hundir este cuchillo en su costado."

Hobi: "Yoongi..." - sollozando, apenas consciente -

Agust, tratando de mantener la calma: "Kang, sabes que no saldrás de aquí ileso si le haces daño. Baja ese cuchillo y déjalo ir."

Kang: "¿Y qué gano yo con eso? Tú siempre te llevas lo que quieres, Agust. Esta vez, no será así."

Agust: "Te prometo que si lo sueltas, te dejaré ir. Nadie más tiene que salir lastimado."

"Mi Deleite Eres Tu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora