Olivia
Estoy agotada, estresada y con un horrible dolor de espalda. Maldito gimnasio, dos días y ya no quiero volver.
Miro las escaleras, miro el ascensor y así paso unos minutos. Mi piso es el ocho.
Hola, ascensor.
-¡Espera!
Detengo el ascensor. ¿Y a este me lo encontraré hasta en la sopa o qué?
-Linda.
-Lo sé. -Sonrío, y él se ríe- Hola, desconocido.
-Soy Osvaldo.
-Olivia.
-Lindo nombre.
-Como la dueña.
Vuelve a reírse y lo miro mientras él asiente.
-Tú no piensas que soy linda, no mientas.
-Sí lo pienso y no miento.
Llego a mi piso y moviendo la mano me despido. Está guapo, ojos cafés, cejas gruesas y lindas, sonrisa encantadora, cabello corto y castaño oscuro.
[...]
-¡Vete de aquí, idiota! -grito enojada apenas abro la puerta.
-No hasta que me escuches, Emma.
-Habla de una vez, idiota.
Solo quiero mi camita y descansar. ¿Nadie lo entiende?
-No es lo que piensas, bonita; viste mal.
-No soy estúpida; ¡sé perfectamente lo que vi! Y lo que vi fue que te la estabas besando en mi cara.
Estoy haciendo un severo show en este momento; los vecinos chismosos estarán felices con sus orejas pegadas a la puerta y mirando por la mirilla.
-Ella me estaba besando -se defiende él.
-¡Mientras tú la agarrabas de la cintura y del culo, idiota!
No llores, no llores; no le des el gusto. Luego le haces vudú.
¿Qué estás pensando? Ni siquiera sé hacer eso y aparte me da miedo.
-Ponme atención.
-No me interesa nada de lo que tengas que decir así que ¡lárgate!
Intento cerrar la puerta, pero él empieza a empujar. Claro, tiene más fuerza que yo.
-¡Largo!
-¡No me voy a ir! ¡No puedes terminarme!
Uh, se enojó y me ha gritado. ¿Quién se cree para gritarme?
-¡No me grites, idiota!
Creo que ahora se llama "idiota".
-¡No me digas idiota!
-¡No me grites, animal!
Lo empujo molesta ya que ha empezado a entrar en mi casa.
-¡Cállense que no me dejan dormir!
Grita una voz desconocida. Volteamos ambos. Es Osvaldo, bajando las escaleras con cara de pocos amigos.
-Disculpa -habla el idiota- Si ves amor, vamos adentro.
-Amor la vieja de la esquina, idiota -me suelto de su agarre en mi brazo- Largo -digo lentamente para ver si capta.
-Hola Olivia.
-Hola Osvaldo.
-¿Se conocen?
-Que te valga; ahora largo.
Me estoy desesperando. Solo quiero mi cama.
Miro a Osvaldo, quien frunce el ceño. Hago un puchero en su dirección pidiendo ayuda; ojalá lo capte.
-Creo que deberías irte -dice Osvaldo con firmeza.
-Creo que deberías meterte en tus asuntos -se acerca a Osvaldo en, según el, forma amenazante.
-Creo que quiero mi cama -murmuro.
Osvaldo agarra al idiota de mi ex y lo empuja dentro del ascensor; esa delicadeza no se la compro. Presiona los botones mientras él intenta salir de su shock y pronto veo cómo los números del ascensor descienden.
Ojalá no suba de nuevo.
-Gracias; ¿quieres pasar? -pregunto con esperanza.
Por favor di que no...
Por favor di que no...
Por favor di que no...
Quiero mi camita; di que no...
-De nada y no; volveré a dormir -responde mientras mueve su mano en señal de despedida.
Me agrada; dijo que no.
Espero que el idiota de mi ex me deje descansar en paz esta noche.

ESTÁS LEYENDO
𝑬𝒔 𝒓𝒂𝒓𝒐 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 || 𝐸𝑙 𝑀𝑎𝑟𝑖𝑎𝑛𝑎
Fanfiction-Te amo. -pronunció con una intensidad que resonó en mi pecho. Mi mente dio vueltas, y mi corazón se aceleró como si estuviera en una montaña rusa. Las palabras se me quedaron atascadas en la garganta; no supe qué responder. Pero él no me dio tiempo...