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Llegaré tarde.

Llegaré tarde.

El definitiva llegaré tarde.

Maldito ascensor que se demora, malditos tacones con los que no pienso bajar por las escaleras con la suerte que tengo quizás me caigo de nuevo. Así que no, gracias.

Subo rápido casi cayendome pero el otro lado del ascensor me recibe, escucho una risa, ¿quién es el maldito que se burla?

Estoy maldiciendo mucho, mi madre me mataría por eso.

-Hola de nuevo.

-Hola desconocido. -Saludo y empiezo a moverme impaciente.

Miro mi celular, diez minutos para llegar y el lugar queda a veinte minutos. Esa suerte.

-¿Cita?-Pregunta mirándome. Niego.

-Reunion de trabajo, anuncio importante--Respondo, él asiente.

Odio mi ropa, vestido y tacones, no tengo nada contra el vestido pero no tengo buena experiencia con los tacones.

-¿Algo malo o algo bueno?-

-Tal vez lo primero-

-¿Que seria lo malo y que seria lo bueno?-

-Lo malo seria que me despidan y lo bueno seria un aumento de salario-

-Pues te deseo suerte para que no sea lo primero-

Ojalá sea lo primero por qué en verdad necesito un aumento. Y lo segundo no creo que sea un posibilidad, bueno si pero no una posibilidad tan grande.

-¡Adiós desconocido! -Grito mientras corro, o al menos eso intento con estos zapatos.

Faltan 5 minutos yo creo que si llego a tiempo.

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Hola, ¿Cómo están?

¿Que les parecía este capitulo?










𝑬𝒔 𝒓𝒂𝒓𝒐 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓  ||  𝐸𝑙  𝑀𝑎𝑟𝑖𝑎𝑛𝑎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora