Hola me llamo Oliver tengo 19 años, soy el Príncipe heredero del reino rubí, y nací con la mala suerte de ser un Omega masculino. Desde hace años nos pintaron como débiles, todos tienen el estereotipo de que sólo servimos para engendrar niños de san...
Te pienso en todo momento, en cada lugar, a cada rato, pero ya no eres mi hogar.
Desde que te ví lo presentía, y ahora te escribo siento de poecia, a gritos te pedía que no te fueras, Pero no escuchaste ninguna palabra mia.
Y entregué mi alma, mis versos y todo lo que me daba calma, te di todo y perdí, supongo que e. sto es lo que llaman.
KARMA.
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°Alexander°
Me encontraba reposando en una de las sillas de la mesa real, tomando una copa de vino, cuando desde lo lejos la reina Isabella se hacerca va a mi.
— Alexander, no has visto a Oliver, hace dos horas que debía aver bajado.
Al escucharla se podría detectar que realmente estaba algo preocupada.
— no lo he visto, pero. Si así desea puedo ir a buscarlo.
— si por favor, necesito ablar con el de algo muy importante.
Me levanté de mi silla dispuesto a buscarlo, camine por la mayoría de pasillos de los pasillos del palacio asta que una ama de llaves me dijo que lo habia visto en los jardines.
Después de caminar pude verlo a lo lejos, pero no sé encontraba solo. Pude ver también a el príncipe Henry. Mientras me hacerca va, el príncipe Henry se arrodilló frente a Oliver... No, no, no, no, no, esto no puede ser real...
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Lo era... La persona de la que estuve enamoradho durante años, estaba besando a otro, y no solo eso sino que también habia aceptado su propuesta de matrimonio.
Mi corazón se partió en mil pedazos, toda mi vida se empezó a desmoronar, ver a el amor de mi vida en los brazos de otro me estaba partiendo el alma.
Lágrimas comensaron a caer por mis mejillas, mis piernas temblaron, me deje caer de rodillas, apreté el césped con todas mis fuerzas, mientras seguía llorando desconsolado.
Sentía una impotencia enorme. El me lo había quitado, Henry me había quitado al amor de mi vida...
Y eso nunca se lo voy a perdonar...
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