Hola me llamo Oliver tengo 19 años, soy el Príncipe heredero del reino rubí, y nací con la mala suerte de ser un Omega masculino. Desde hace años nos pintaron como débiles, todos tienen el estereotipo de que sólo servimos para engendrar niños de san...
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°Oliver°
— Madre?
Entre a la habitación de mi madre ya que cuando regrese al castillo junto con Henry, una de las ex concubinas de mi padre me dijo que me habia estado buscando y que incluso mando a Alexander a buscarme.
— Hijo. Te había estado buscando ¿donde estabas?
Dijo con un tono preocupado y molesto a la vez, simplemente le sonreí y tome asiento al lado de ella.
— Lo siento madre, estaba ablando con Henry de un asunto importante.
— ¿Asunto? No ya habían aclarado todos los tratados.
Alse mi mano mostrando así el anillo de oro que llevaba en el dedo anular. Mi madre volvió a verme a los ojos esperando a que le dijera que era una broma.
— H-hijo
Dijo con la voz entre cortada y con los ojos totalmente cristalizados, mis ojos también comenzaron a cristalizarse.
— Lo encontré madre... Encontré a mi alma gemela
Mi madre aprisionó mi cuerpo entre sus brazos, para así darme un cálido abrazo.
— Estoy muy feliz por ti hijo
Dijo ella ya llorando, corespondi el abrazo ahora también llorando. Por fin había encontrado a mi alfa.
Después de ablar un par de cosas con mi madre sali de su habitación, afuera se encontraba Henry esperandome frente a un ventanal serca de la habitación de mi madre.
— ¿Cómo te fue con tu madre?
Me preguntó mientras se daba la vuelta para así hacercarse a mi.
— Pues se lo tomo muy bien, a y quiere ablar contigo mañana después del almuerzo con la corte real
Conteste mientras cruzaba mis brazos por su cuello, el me hacerco más asu cuerpo, asi depocitando un beso en mis labios.
— Entonces lo mejor será ya irnos a descansar si queremos vernos presentables en el almuerzo de mañana.
— talvez tengas razón
Le di un último beso antes de alejarme unos pocos centímetros.
— Entonces nos vemos mañana príncipe Henry.
— Nos vemos mañana príncipe Oliver
Dijo mientras besaba mi mano, se dió media vuelta para así dirigirse a su habitación, cuando ya no pude verlo me di media vuelta para ahora yo dirigirme a mi habitación.
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