Como la brisa de primavera

Capitulo 1

Esta es Yang

Esta es Meyi

Al llegar a la clase, Meyi se sentó junto a su amiga Yang.
- Otro dia más, la misma rutina...- Dijo Yang sacando sus apuntes.
- Supongo que si. No te puedes quejar, tu tienes algo de diversión en el día.- Dijo entonando los ojos.
- Acaso no te lo pasas bien a mi lado?- Dijo bromeando.
- Me refiero, tu, por la tarde, vas a natación. Eres una buena nadadora. No te puedes quejar, yo, en cambio...
- Se te da bien el dibujo. O te aburre?
- No, pero, ya no tengo tanto tiempo...- Dijo mirando la mesa.
- En vacaciones. Ahí tendrás tiempo. Además, te ves muy bien cuando dibujas.
- Yo siempre me veo bien.- Dijo riendo.

En ese momento entró el profesor y empezó la clase.
Al poco rato el, fue interrumpido por una mujer, que, entraba al aula.
- Buenos días. Siento la interrupción.
- No pasa nada. Que sucede?- Dijo el profesor con una sonrisa.
- Los tres mejores estudiantes de este curso han sido seleccionados para ir de intercambio a Corea. Serán "repartidos" por todo el país. Es decir, uno de ellos, irá a Seúl, otro, a Busan, y el tercer clasificado a Daegu.
- Quien irá?- Dijo un chico.
- Bueno, ya hemos seleccionado a los dos primeros: Liang y Shogun. La última persona, es de esta clase.- Todos hicieron silencio- Meyi, tu también irás.
- Un gusto.- Dijo con una sonrisa.
- Venir un momento a mi despacho en la hora del recreo.- Ella asintió- Os daré información detallada.

Los tres fueron al despacho.
- Bienvenidos.
- Buenos días.- Dijeron ellos.
- Sentaros. Os explicaré varias cosas. No os preocupéis, a vuestra familia le llegará un correo.
- De acuerdo.
- Es todo pagado. Comida, caprichos, hogar... Todo gratis con esta tarjeta.- Dijo enseñandoles- Es un tiempo bastante largo. Un año. Allí estudiariais y eso. Además, como aquí ya habéis estudiado un poco el idioma no será necesaria una ayuda muy grande. Solo para leer el Hangul y poco más. Tendréis a un traductor virtual que os ayudará desde el centro en el que os hemos asignado. Tu Meyi, irás a Seúl, Liang a Busan y Shogun a Daegu. Alguna pregunta?
- Un año entero?- Dijo Liang sorprendido- No es mucho?
- Por esa razón suponemos que quizás alguno no quiera ir, pero, no había problema, se busca a otro estudiante. Tenéis alguno de vosotros claro que os dejarán ir?
- Yo. Seguramente aceptan. Al fin y al cabo, estaríamos vigilados, no?- Dijo Meyi.
- Y con seguro médico. Es decir, a cualquier cosa, la tarjeta.
- Bien, lo consultaré a mis padres.- Dijo Meyi- Mañana les informo.
- Yo igual.- Dijo Shogun.
- Yo también lo diré.
- Bien. Sigan sus clases. No bajen de notas.- Ellos asintieron y se fueron.

En el recreo, ella le explicó todo lo que le habían dicho.
- Pero... Pasarás allí también días festivos?- Dijo la amiga.
- Así es... Un año entero allí. Sllo me preocupa el idioma, lo demás no. Bueno, que os hecharé de menos, claro.
- Trae algunos recuerdos... Y Mantén comunicación con nosotros!- Dijo la amiga abrazandola.
- Nos iremos una semana antes de que empiece el curso siguiente.- Dijo la amiga.
- Podremos pasar las vacaciones juntas, que alivio... Tus padres, crees que te dejarán?
- Sin duda. Para ellos, soy una carga.- Dijo mirando el cielo.
- No digas eso! Se como son tus padres, pero, te quieren. De verdad. Lo noto. Porfavor, no pienses eso.
- Yang, hay muchas cosas que no sabes. Se que me quieren, a su manera. Al menos, estoy agradecida por su trabajo. Aunque, hay cosas que no han hecho nada bien.
- Lo sé...- Hizo una pausa- Venga, vayamos a clase.

Después de que pasara el tiempo, cogieron el avión para irse.
- Liang, puedes parar?- Dijo riendo Meyi.
- Hay que aburrida... No es así?- Dijo mirando a Shogun.
- Cállate... Quiero dormir.- Dijo ella mirando mal a Liang.
- Soy unas aburridas, las dos.
- Oye, ya, callate!- Dijo Meyi- Me duele la cabeza de oírte.- Dijo con una sonrisa.
- Vale, vale, ya me callo.- Dijo apoyando la cabeza en el asiento.

Finalmente llegaron a Corea, el monitor que les acompañaba se quedaría con ellos hasta que empezara el semestre, luego, volvería a China.

Fueron a ver los tres juntos algunas esculturas antes de que les llevaran a sus lugares correspondientes. Les enseñaron donde iban a vivir, era un lugar bonito. Ambos pisos tenían espacio y eran adecuados para estudiantes.

Faltaba un día para empezar las clases. Incluso tenían el uniforme preparado. Los tres se mantenían en contacto, tanto entre ellos como con sus familias y centro escolar.
Faltaban un par de horas para que sonará el despertador indicando un nuevo curso, y, está vez, en un lugar huevo y... Solos.