Como la brisa de primavera

Capítulo 6

Beomgyu se acercó a Meyi.
- La semana que viene, te va bien para ir a Busan de nuevo?
- Claro, no tengo nada que hacer.
- A las 16h, en mi casa.- Hizo una pausa- Tienes la tarde libre?
- Si.
- Quieres venir a mi casa? Así sabes donde está.
- Claro. A que hora?
- Si te parece bien, cuando salgamos de estudiar.- Ella asintió.
- Entonces, te espero en la puerta de la escuela.- El asintió y se fue a sentar.

Por la tarde, ambos se fueron a la casa de el.
- Es aquí- Dijo el señalando. Delante de ellos, se alzaba un edificio de color blanco y gris, de unas 7 plantas o así. Subieron las escaleras, ya que, el ascensor era de una persona y el, vivía en el segundo piso. Al abrir la puerta, vió un pequeño piso. Tenía un baño, una pequeña cocina, el salón y la habitación.
- Es muy acogedor.
- No es nada parecido a la casa de Yunseo, pero, bueno.- Meyi le miró.
- Tu vives solo aquí, yo vivía en un piso un poco mas grande solo, y, éramos tres.- El sonrió.
- Siéntate.- Hizo una pausa- Quieres algo de beber?
- Que hay?
- Americano, agua, coca cola, Sprite, bubble tea, té...
- Un Americano, si no te importa.- Dijo con una sonrisa.
- Marchando un Americano pues!- Dijo el.

Después, se sentó al lado de ella.
- Espera a que se enfríe un poco, quema.- Dijo el con una sonrisa.
- Claro, no pensarás que me voy a quemar, no?- Dijo riendo.
- Como es China?
- Un lugar algo caótico si no sabes dónde ir. Hay barrios peligrosos.- El la interrumpió.
- Aquí también.
- Pero, no a ese nivel.- El asintió- Hay bares en los que te pueden estafar, y, eso. Pero, la ciudad en sí, es bonita.
- Hechas de menos tu casa?- Ella agachó la cabeza.
- A ver... Claro. Hecho de menos mi casa y familia, pero, por una parte no quiero volver. Me quedan menos de 10 meses, unos 9. Y, quiero disfrutarlos al máximo. Aunque, deseo volver a casa para ver ya a mi familia.
- Es entendible, vas a pasar aquí mucho tiempo. Te hecharé de menos.
- Volveré, no te preocupes.- Dijo con la voz temblorosa- No pienso dejar a este grupo tan bonito.- Dijo ella- Te puedo abrazar?- Dijo con sentimiento en la voz. El asintió sin dudarlo.
- Si necesitas algo, sabes que me tienes no? Yo, seré el primero en acudir. Y, si hechas de menos tu país, familia, o, incluso hablar chino, ven conmigo, dímelo, háblame... Yo te escucharé y te daré lo necesario para que estés bien. Porque eres mi amiga.- Hizo una pausa y tragó saliva- Mi mejor amiga.
- Creo que también, eres mi mejor amigo.- Dijo ella con alguna lágrima.
- Me enseñaría alguna foto de cuando eras pequeña? O, simplemente cuando vivías allí.- Ella asintió.

- No pareces tu.- Dijo el con una sonrisa.
- Fue hace un año.- Rió ella- Y si me parezco, apenas he cambiado.

- Esta foto me la hice con mi mejor amiga, justo antes de venir aquí. De camino al aeropuerto.
- Es original, eres la de rosa?
- Si, mi amiga de azul.

- Era una niña aquí todavía.- Dijo sorprendida.
- Que bien dibujas!- Hizo una pausa- Cuantos años tenias?
- 12? No lo sé.
- No tienes alguna que salgas de cara? Pero de pequeña.
- En este móvil, solo una. Las otras están en mi antiguo móvil.

- Sigues teniendo esa mirada.
- Lo sé. Tampoco he cambiado tanto.- Dijo con un tono de nostalgia.
- Porque ibas así?
- Estábamos mi familia y yo visitando un templo, por el aniversario de casados. Me dolía un montón la cabeza con esas pinzas.
- Enserio? Parecen cómodas.
- No, no te dejes llevar por la apariencia. 5 años después, me sigo acordando del dolor.
- Madre mía...

Tras pasar un rato más mirando fotos, el miró el reloj.
- Te quedas a cenar?
- No, yo, me voy.- Dijo ella.
- Tienes cena preparada ya?- Ella nego- Entonces, quédate. A mi, me harás un favor, es aburrido estar solo.
- Ya pero, me tengo que preparar la mochila.- Dijo ella.
- Mañana, es sábado.- Dijo el extrañado, y hizo una pausa- Si no te quieres quedar, solo vete, no pasa nada.- Dijo con una sonrisa.
- No es eso, es que... Me necesito cambiar.- La miró y entendió rápidamente.
- En la calle de delante hay una tienda, puedes comprar allí.- Dijo con una sonrisa- Mientras haré la cena.- Hizo una pausa- No te avergüences por eso, a todas les pasa.- Ella sonrió y fue a comprar.

Al volver, la cena ya estaba, había hecho ramyon. Y, algo de bibimbap. Después de eso, se marchó a su casa.