Esta cita va bien. De hecho, demasiado bien. Puede que me haya equivocado con esas cosas de las aplicaciones de citas. Seré el primero en admitir que quizás haya sido un poco crítico. B es dulce y no preveo que me secuestre o me envíe una foto de su pene. Por primera vez en mi vida, la idea de que alguien me envíe uno no me da vergüenza. No es que vaya a hacer nada con ello.
“No me voy a acostar contigo. No hago ese tipo de cosas”, dejo escapar.
“¿Debería volver?” Levanto la cabeza y veo que el camarero está allí. Puedo sentir mis mejillas calentarse a cada segundo.
"Dejemos que el chef combine los vinos para nosotros". Los ojos de B permanecen fijos en mí. "Si eso funciona para ti". Asiento con la cabeza, feliz de que el restaurante esté poco iluminado. Ayudará a ocultar el hecho de que ahora toda mi cara está roja. Ojalá pudiera volver a meterme las palabras en la boca.
"¿No te gusta dormir?" Se burla de mí cuando el camarero está lejos de la mesa.
"Estoy acostumbrado a no compartir cama". Puede que la de Samy esté a seis metros de la mía, pero todavía tenemos camas separadas. "Pero sabes a lo que me refiero". Muevo las cejas.
¿Podría ser un idiota más grande? No puedo decir sexo. Simplemente dilo como un adulto normal. Ya sabes, esas personas que tienen límites y los dejan claros. Samy y yo realmente no los tenemos.
"Iluminame." Su sonrisa burlona sólo crece. Le pongo los ojos en blanco. Me sorprende lo cómodo que me siento con él. Estoy siendo juguetón y bromeando.
"No creo que, ya sabes..." bajo la voz, "voy a irme esta noche". Quiero dejarme perfectamente claro.
“Esta noche”, repite. La única palabra rueda por su lengua, haciéndome cuestionarme. Supongo que podríamos tener sexo. Es guapo y un doncel no puede ser virgen para siempre. ¡No! Consíguelo. Eso no está sucediendo.
"O mañana", agrego rápidamente por mi propio bien.
Empiezo a decirle que, de hecho, nunca va a suceder, pero el camarero ha vuelto con nuestras bebidas y un plato lleno de tomates y mozzarella con un poco de balsámico por todas partes. También coloca una cesta con pan recién cortado y mantequilla. “Está bien, tal vez pasado mañana. Pero eso no es una garantía”, bromeo, pero B no se ríe. Su atención está ahora en el servidor.
“Eso es todo”, le dice al camarero para que lo haga partir tan rápido como apareció. "Para que quede claro, Build". Hace una pausa para coger un trozo de pan y empieza a untarle mantequilla. "No espero nada de ti esta noche ni mañana". Me lleva el trozo de pan con mantequilla a la boca. Abro y le doy el mordisco. "Sexualmente", añade mientras mastico.
“¿Pero esperas algo más?”
"Una segunda cita".
"Ni siquiera hemos terminado con la primera". Éste sólo ha comenzado. Todavía podría ir terriblemente.
"Habrá un segundo", dice con tanta confianza. Una confianza que desearía poder poseer yo mismo. Estar tan seguro de sí mismo. Es difícil discutir eso cuando luego me lleva a la boca un bocado de mozzarella y tomate. Que me alimente no sólo es muy sexy por alguna razón, sino que tampoco puedo hacer un desastre. Es una doble bonificación.
Cierro los ojos y saboreo la dulzura del tomate y el sabor del balsámico cuando llegan a mi lengua. No puedo evitar el gemido que se escapa de mi boca. Juro que estoy en el paraíso de las primeras citas. Los dioses me han sonreído por una vez.
"Tal vez me he estado perdiendo todo este asunto de las citas", admito.
La mano de B se detiene antes de darme otro mordisco. "¿Está la aplicación en tu teléfono?" Me inclino y le robo el bocado antes de contar cómo conseguí una cita con él. “¿Entonces la aplicación está en el teléfono de tu amigo?”
“Sí, ella no me confió eso. Pensé en cancelar. ¿Qué pasa contigo? ¿Por qué estás en una aplicación de citas? No pareces ese tipo. Pero supongo que no sé el tipo. Samy no me dejó hacer todo el proceso de deslizar el dedo. ¿No es esa la cuestión? Deslizas el dedo en una dirección si estás interesado y en otra si no estás interesado”.
"Algo como eso."
“Bueno, eres mi amigo y no parece que vayas a matarme, así que soy uno por uno. ¿Y tú? ¿Tu historial es bueno?".
"Estoy descubriendo que la aplicación puede resultar útil".
"Supongo." Alcanzo mi copa de vino intacta, sintiéndome nervioso. Está en un sitio de citas. ¿No significa eso que sale con muchos otros? Ahora, de repente pienso en él comparándome con todos los demas a los que ha estado robando. Oh Dios mío. Deslizándolos de un lado a otro. Ese pensamiento amarga mi humor.
Agarro la copa de vino, con ganas de tomar un trago saludable para intentar calmar mis nervios. Sé que es un error en el momento en que mis dedos rozan el cristal con demasiada fuerza. Observo cómo el cristal se cae. Juro que es como si estuviera sucediendo en cámara lenta. Se rocía sobre la mesa y llega a B. Por si acaso, rueda por el costado de la mesa. Me estremezco y cierro los ojos con anticipación, pero el sonido del vidrio rompiéndose nunca llega.
Cuando abro un ojo, veo que B tiene la copa de vino vacía en la mano. Dos personas se apresuran a limpiar el desastre que he causado.
"Ups", susurro. Ojalá se abriera un agujero en el suelo y me tragara.
Está tan elegante con su traje y hablando de las mesas del chef en la parte de atrás, y no puedo tomar un sorbo de vino, apuesto que fue muy caro.
La cita que pensé que iba tan bien empieza a dar un giro. Al menos en mi cabeza. Mi mente siempre saca lo mejor de mí. Siento los acontecimientos del resto de la noche y me doy cuenta de que probablemente no habrá una segunda cita. O tal vez lo habrá, pero sería una lástima. Sé que verlo de nuevo me hará enamorarme más de su dulce y atractivo ser, y entonces él aplastará mi corazón antes de que yo pueda literalmente aplastarlo por accidente.
Es una comedia romántica que salió mal.
"No puedo hacer esto". Afortunadamente, los dos hombres que intentaban limpiar el desorden bloquean a B desde mi vista. Me da la oportunidad que necesito para huir. Corro hacia el frente del restaurante, pero de repente una puerta se abre y choca contra mi frente.
Grito cuando empiezo a caer hacia atrás. Puntos negros bailan en mis ojos mientras espero que mi cuerpo caiga al suelo. Nunca lo hace. En cambio, dos brazos me atrapan.
Este B es bastante rápido con sus manos y es lo último que pienso antes de desmayarme.
