“¿Hombres en qué?” grito por teléfono.
"H-hombres en ropa interior", tartamudea el hombre en respuesta. “No sé si están filmando una película porno o qué, pero tu chico está aquí y los chicos se están desnudando. Escuché a alguien decir algo sobre ropa interior y luego lubricar el cuerpo con aceite, pero me expulsaron porque no era parte del equipo esencial”.
“¿Estás seguro de que estás en el lugar correcto con Build Jakapan? Cabello castaño, ojos azules, alrededor de un metro setenta y siete si está de pie.
“Quiero decir, creo que sí. Dijiste que es un poco torpe y este chico tropezó con un cable de iluminación y cayó en una fuente de pastelitos. El dijo 'ups' y…”
“Ese es el”. Agarro mis llaves y me dirijo hacia la puerta. "Quédate donde estás. No, si puedes encontrar la unidad eléctrica, corta la energía”.
“No puedo hacer eso. Podría electrocutarme”, se queja el hombre.
"Puedo dispararte y sacarte de tu miseria".
"Iré a buscar la caja de energía principal". Cuelga y corro hacia el ascensor.
"¿Bible?" Escucho detrás de mí.
"Tengo una reunión de emergencia", digo sin mirar atrás. Fuera de la sala de juntas, Dax se pone de pie de un salto. "¿Señor?"
"Necesito estar en la cuadragésima segunda y en la estadística de Carroll".
"¡Esta es una reunión de emergencia!" grita Klip Harris. “Tengo un cuerpo cálido en mi sótano. No puedo tener cuerpos calientes cerca”.
"Entonces hazlo frío". No sé por qué todos estos otros chicos siempre están arrastrándose hasta mi puerta con problemas que necesitan ser solucionados.
“¡No soy un asesino, Bible! Eso no es lo que hago. ¡Vendo drogas y sexo!" Me sigue, cuatro lacayos vestidos de negro siguiéndolo como patitos de dibujos animados en traje formal.
"Y no lo estás haciendo bien o no estarías aquí".
“Eso no es justo, Bible. Soy bueno en lo que hago, pero de vez en cuando tenemos problemas. ¿Cómo se suponía que iba a saber que el corazón del tipo era malo? No pedimos formularios de salud en el club”.
"Quizás deberías."
“Por favor, Bible.”
Klip suena tan patético y desesperado. Suspiro y saco la tarjeta del médico privado que tengo de guardia, el que atendió a Build ayer. “Llama a este número y mi médico vendrá y echará un vistazo. No hagas nada estúpido y sigue sus instrucciones al pie de la letra. ¿Entendido?"
Klip sujeta la tarjeta contra su pecho y todavía está en el proceso de agradecerme mientras nos alejamos.
"La cuarenta y dos y Carroll está en el distrito universitario", me informa Dax.
“¿Estudiantes pobres que se quitan la ropa para pagar la matrícula? Me suena bien." Marco el número de Build, pero va directo al buzón de voz. Debería haber conseguido el número de Samy. "¿Sabes el número de teléfono de la panadería?" Comparten propietario. Es posible que hayan intercambiado números.
"No, pero puedo conseguirlo".
“Concéntrate en conducir. Buscaré la panadería”. Pero la panadería no sabe nada.
“Simplemente llamamos a su puerta si necesitan algo. Build suele estar en casa”, me explica el barista después de que los amenacé (quiero decir, los engatusé) para que me dieran información.
Después de lo que parecen media docena de años, Dax se detiene frente a un antiguo edificio de cinco pisos con un exterior gótico. La fachada de piedra fue alguna vez una impresionante pieza arquitectónica, pero los habitantes de la universidad han pasado factura. Las narices han sido arrancadas de la mayoría de los relieves tallados. Las dos cabezas de león que flanquean la puerta de entrada son apenas reconocibles. La hiedra sin control trepa por las paredes como si la Madre Naturaleza estuviera a punto de vengarse. Parece un lugar donde se rodaría una película porno. La puerta principal está desbloqueada y el interior del edificio está dividido en lo que parecen diferentes estudios. Estudio BNC. Retratos de estilos de vida. Recuerdos para siempre. Todos los del primer piso parecen estar cerrados. No entra luz por las puertas. No hay ruido en el interior. Subo las escaleras de dos en dos. Hay música sonando en el estudio al otro extremo. Abro una puerta y veo a una mujer con un vestido de novia siendo fotografiada. Su boca se abre al verme. "Lo siento", digo.
El ramo que tiene en la mano cae al suelo. Build no está por ningún lado a la vista.
"Creo que ya no quiero casarme contigo", dice la novia mientras cierro la puerta. Se oyen algunos gritos, pero no les presto atención. Pasamos al siguiente piso. Nuevamente suena música a todo volumen. Los pesados ritmos casi vibran sobre las viejas tablas del suelo.
“¿Las películas porno tienen música hip hop?” Me pregunto.
Dax se encoge de hombros. “No lo sabría. Nunca miré”.
"Yo tampoco." Esta vez, cuando abro la puerta, veo hombres casi desnudos descansando alrededor de un sofá naranja, pero Build no está por ningún lado. Examino la habitación y mis ojos se posan en Samy, que está inclinada sobre una mesa mirando algo. Ella se mueve y veo a Build.
“¡Build!” digo bruscamente. Su cabeza se levanta y sus ojos se encuentran con los míos.
"¿Bible?" Veo cómo se forman sus labios y luego todo se vuelve negro. Las luces, la música, todo está apagado. Hay medio momento de silencio y luego un caos total. Mi celular empieza a sonar. En el pasillo oigo puertas que se abren y pasos que golpean. Aquí dentro, se oye el sonido de algo estrellándose contra el suelo seguido de maldiciones.
Contesto el teléfono, sabiendo exactamente lo que va a decir la voz al otro lado de la línea. "¡No hay energía!" el tipo canta.
"Vuelve a encenderlo", suspiro.
"Uhhh, ¿cómo hago eso?"
"Al revés de como lo apagaste".
"Bueno. Dame un segundo. ¡Oh, ay, oh Dios mío!"
Las luces parpadean durante medio segundo y luego vuelven a oscurecerse.
"Bible, ¿eres tú?" Build dice en voz baja. "¿Qué estás haciendo aquí?"
"¿Qué estás haciendo aquí?" Pregunto, colgando al chico. Puso en cortocircuito todo el edificio. Me vuelvo hacia Dax. "Llama a un electricista", ordeno en voz baja.
Se marcha sin decir una palabra, pero afortunadamente vuelven a encenderse.
“Estoy aquí para ayudar a Samy. Estamos teniendo una sesión fotográfica de ropa interior”.
"Ya no lo estas".
