☕1☕

115 8 3
                                    

Ya había pasado un día desde que Phillip se había mudado a México, la casa en donde va a vivir era un desorden, no tenía casi nada, solo un sillón para nada cómodo adornaba la sala y un televisor, se notaba que había estado deshabitada por un tiempo, pero iba a hacer lo posible para que pareciera un lugar acogedor.

.
.
.
.

Había estado la mayor parte del día limpiando y acomodando muebles, ordenando mis pertenencias en cajones, barriendo y trapeando, logré terminar de acomodar la sala-comedor, la cocina y una parte de mi habitación, estaba exhausto, sudado y estresado, - apenas las 7:30 - me dije después de ver la hora en mi teléfono, decidí darme una ducha.

Estaba aburrido y algo cansado de mover muebles, no tenía nada que hacer (a excepción de mover muebles cosa que no voy a hacer), ya que el televisor no tenía cable y no había internet, pero recordé que la primera vez que vine a ver la casa estaba cerca una cafetería, así que sin nada que hacer fui a dicho local a distraerme un poco, tomar aire fresco y disfrutar de un rico café.

Camine unas cuantas cuadras y llegue a mi destino, era un lugar algo pequeño, pero se veía bonito, por fuera había unas cuantas mesitas de madera con sus respectivas sillas a juego. Abrí la puerta y al entrar la luz me encandilo un poco, pero con un par de parpadeos desapareció el efecto cegador y casi de inmediato le llego el olor a café.

Por suerte el local está casi vació, dije internamente, por lo tanto, no espere mucho para que tomaran mi pedido. 

Hola, bienvenido a "él rinconcito", dígame cuando esté listo para tomar su pedido - Dijo un chico sonriente, con cabello largo de color negro como la noche, con una mirada encantadora con la que te quedabas hipnotizado.

Hola, me gustaría un latte, por favor - Dije tratando de ocultar mi nerviosismo, sinceramente el chico me llamo la atención, ¿por qué? no lo se

¿Chico, mediano o grande?

Mediano, por favor

Me podría decir su nombre - dijo esta vez levantado la mirada hacia mi

Fe-Phillip - Tartamude al sentir el peso de su mirada sobre mi 

Okey, serían - hizo una pequeña pausa para teclear mi pedido - 45 pesos

Busqué en mi bolsillo dinero y procedí a pagarle

Bueno, ahorita te lo llevo

Gracias - Después de la pequeña charla fui a sentarme a un sillón cercano a esperar mi pedido, para hacer corta la espera saqué mi teléfono.

Ya pasados aproximados 5 minutos, el mismo chico llegó con una pequeña bandeja.

Su latte - Dice el viéndome a los ojos y sonriendo

Gracias - Le devolví la sonrisa con amabilidad

Me tomé con tranquilidad mi latte, el cual estaba muy rico, me di cuenta de que no podía parar de mirar a el chico, de hecho, creo que a veces el chico se sentía observado ya que volteaba a ver a ambos lados, eso me hacía sentir como un acosador.
Cuando acabé mi bebida me fui a casa, por eso de las 9:10, en el camino estuve pensando en lo ocurrido, mejor dicho, el resto del día no deje de pensar en el chico del café.









☕𝓔𝓵 𝓬𝓱𝓲𝓬𝓸 𝓭𝓮𝓵 𝓬𝓪𝓯𝓮́☕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora