Había salido de aquel lugar busco una posada y paso la noche allí al día siguiente siguió su rumbo dirigiéndose hacia su hogar, pero al llegar no había nada todo había sido incendiado su tan amado hogar todos sus recuerdos buenos que tenía en aquel lugar habían desaparecido busco entre los escombros, pero no encontró nada no sabía qué hacer no tenía dinero donde podría quedarse ahora no tuvo otra opción ya se estaba acercando la noche de nuevo así que busco algo de leña y se sentó en la nieve quedando dormido mientras su cuerpo temblaba.
Se escuchaban pasos acercándose hacia él, quiso ponerse en defensa, pero su cuerpo se encontraba tan frío que no tenía fuerzas para levantarse aquella figura misteriosa que apenas podía divisar, lo tomo con delicadeza y lo llevo entre sus brazos no se quejó solo cerro sus ojos y durmió un poco.
Despertó en un lugar desconocido miro a su alrededor y pudo ver a un hombre de espaldas sentado comiendo al parecer algo de inmediato entro en alerta pensó que se trataba del peli-rubio, pero viéndolo mejor noto que este no tenía el pelo de ese color ni mucho menos lo tenía largo se paró y acerco a unos centímetros de él.
Haruki: Oye tú no sé quién eres, pero gracias pensé que iba a morir de frío esa noche¿puedo saber tu nombre? .-Toco el hombro del hombre, pero en cuanto este voltio se alejó de inmediato-.
Masaru: Mi nombre pensé que te lo había dicho esa vez que raro bueno, entonces déjame presentarme otra vez.-Hablo mientras sostenía la pierna de una persona entre su mano y la boca manchada de sangre-. Me llamo Masaru y tú eres Akaza¿captas pequeño tonto?.-bufo para después darle otro mordisco a la pierna que tenía entre su mano-.
Haruki: (No me jodas me escapo de un lunático y otro me salva).¿tendré mala suerte acaso?...-susurro-.
Masaru se quedó mirando mientras que el peli-negro se encontraba dando vueltas por la habitación.
Masaru: Oye, hasta cuando vas a seguir dando vueltas, me estoy mareando de tantas vueltas que das.
Haruki: Que es este lugar y porque me trajiste...-Pregunto sospechando que no tenía para nada buenas intenciones el demonio frente suyo-.
Masaru: Ah por esa pregunta dabas tantas vueltas(pensé que iba a preguntarme por el color de su cabello, será que aún no se ha dado cuenta).-frunció el ceño y hablo.-Esta es mi casa y te traje porque uno ibas a morir congelado y dos porque tengo que hablar contigo.
Haruki: Hablar de qué y porque lo haría te detesto, así que dejarme irme.-Hablo con la esperanza de que este no lo retuviera como Douma-.
Masaru: Adelante, no te detendré.-dijo sin importancia-. Pero no tienes un lugar a donde ir en serio te quieres marchar aún hace mucho frío allí afuera.
Haruki: Prefiero morir de frío a pasar una noche más aquí contigo.-hablo para dirigirse hacia la puerta, pero al momento de salir un fuerte frío azoto su cuerpo haciendo que cierre la puerta de inmediato-. Carajo...
Masaru no pudo evitar reírse del chico que tenía la cara enojada, mirándolo fijamente.
Masaru: ¿Entonces te quedarás o te vas a hacer al valiente afuera tú solo?
Haruki: Solo me quedaré hasta que el frío deje de ser tan fuerte, no te hagas ilusiones.
Masaru: Como quieras.-Termino de hablar para irse a otro parte de su hogar-.
No tuvo más remedio que quedarse en ese lugar, o bien moria a manos de aquel demonio o moria por el frío invierno, cuál sea que eligiera dependería de su suerte y pues no digamos que tenía buena suerte, así que prefirió hacer un plan para escapar antes de ser asesinado.
Después de 1 hora Masaru entre a la habitación donde había estado antes, le tiro un par de prendas y una toalla a Haruki el cual se quejó por el repentino acto.
Masaru: Te prepare agua caliente, ve a darte un baño mientras haces eso tenderé un futón.
Haruki: ¿Y dónde está tu baño?...
Masaru: A la derecha hacia el fondo.
Haruki asintió y se marchó sin decir más.
Entro al baño era de un tamaño normal, tenía un gran espejo, pero no le dio importancia, se metió en el ofuro(un tipo cubeta grande donde se bañan) mientras el agua recorría su cuerpo intento recordad su pasado, pero era algo extraño cada vez que intentaba pensar en el pasado le dolía la cabeza tan fuerte que dejaba de intentarlo esta vez paso lo mismo solo podía recordar hasta cierto tiempo el día en que se levantó y vio una mujer hermosa dándole la mano y de ahí para atrás no sabe nada, pero no le dio tanta importancia, pues si no podía recordar su pasado y vivió feliz junto a esa mujer no le importo nada más, fueron buenos momentos hasta que sucedió todo eso y se fue a la mierd* su vida.
Mientras enjuagaba su cabeza con muy poca la delicadeza, ya que le dolía haber intentado recordar su pasado, no se percató que se había arrancado pequeños mechones de cabello hasta que se vio las manos, pero algo no estaba bien porque demoni*s los mechones que se había arrancado eran de color rosa.
Haruki: Pero qué diantres!?
Haruki se levantó se dirigió al espejo y al ver la parte superior de su cabeza se dio cuenta de que todo su cabello había tomado un color rosa no sabía qué estaba pasando así que enojado y con solo la toalla cubriendo su pelvis se dirigió corriendo hacia la habitación dando un jalón a la puerta para gritarle a Masaru el cual estaba acomodando el futón.
Haruki: ¡Masaru dame una put* explicación de esto!.-grito apuntando hacia su cabello-.Masaru rodó los ojos y suspiro para hablar.-Pensé que ya lo sabías, pero ya veo que estás más perdido que un ratón-.
Haruki: ¡Oye idiota, eso no es una respuesta, dime que demonios está pasando, que me hiciste!.-Grito de nuevo, esta vez acercándose hacia Masaru y tomándolo de la ropa-.
Masaru: Okay okay, cálmate, primero suéltame si quieres que hable.-Dijo viendo como Haruki se calmaba un poco y lo soltaba-.
Haruki: Bueno que esperas habla.
Masaru: Quieres que hable, pero no creo que pueda me distraes mucho.-Miro a Haruki de arriba hacía abajo relamiéndose los labios-.
Haruki: ¿Qué?.-tardo un poco en darse cuenta para salir enojado de la habitación para cambiarse y regresar mirándolo con molestia.-Muy bien, ahora sí habla maldit*.
Continuará...
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┤望まない会議├ (UN REENCUENTRO NO DESEADO)-DOUKAZA-.
FanfictionEl tiempo no cura las heridas, pero abre nuevos caminos y entre esos caminos pronto encontrarás la luz o bien tu perdición, más no estés triste porque en algún momento de tu vida te darás cuenta de que un error lo comete cualquiera... ojalá y seas p...