El tiempo no cura las heridas, pero abre nuevos caminos y entre esos caminos pronto encontrarás la luz o bien tu perdición, más no estés triste porque en algún momento de tu vida te darás cuenta de que un error lo comete cualquiera... ojalá y seas p...
Haruki: Llevas más de media hora mirando la put* pared cuando se supone que vas a abrir la boca.
Masaru se había quedado perdido entre sus recuerdos a pesar de que el peli-rosa lo llamo varias veces, este no respondía. Después de unos minutos más voltio, la mirada hacia la peli-rosa y menciono-. Ah, si en que habíamos quedado, ah ya recuerdo en la chica que recogí ella cuando creció un poco más se obsesionó con ese tipo, así que no tuve más remedio que dejarla ir y enton-. No termino de hablar porque vio la mirada molesta del peli-rosa hacia él-.
Haruki: Me has estado hablando de esa chica durante toda la maldita conversación te pregunté por el cambio repentino de mi cabello no por tu novia o lo que sea-.
Masaru: Qué aburrido eres y no es mi novia, es una sirviente mía, bueno, en realidad es como una hermana pequeña para mí-. Hablo sonriente-.
Haruki: Si aja bueno el punto es que no me has dicho nada importante sobre esto.-hablo señalando su cabello-.
Masaru: Que tiene se te ve genial.-Se burló-.
Haruki: Genial va a ser cuando te agarre a golpes.
Masaru: Así me gustaría que lo intentaras.-Se acercó a la cara de Haruki tanto que este le dio un golpe-. Bueno, veo que tienes agallas, pero lo dejaré pasar porque me parece divertido-.
Haruki: Eres igual de terco que ese tipo, no sirve de nada razonar contigo.-Se levantó del suelo y tomo algo de ropa del armario de Masaru-.
Masaru: Esa es mi ropa... ¿Qué haces?
Haruki: Me voy.-hablo serio-.
Masaru: Pero hace un frío aterrador afuera, ¿estás seguro de querer irte?
Haruki: Me las arreglaré, no te daré las gracias de nada, tómalo como una tregua.-Termino de hablar para salir hacia la puerta principal-.
Masaru no iba a permitir que se fuera ya lo había conseguido, su plan iba tal y como lo había planeado, el peli-rosa era muy testarudo, no iba a quedarse por las buenas, así que antes de que Haruki saliera por la puerta este lo noqueo para después arrastrarlo hacia el interior de su hogar y atarlo.
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Después de unas horas, Haruki semi-abrió los ojos con un dolor en la parte trasera de su cuello, intento frotarse, pero al abrir los ojos por completo se percató que tenía ambas manos amarradas, al igual que sus piernas, se encontraba contra la pared de la habitación se dio cuenta de inmediato que seguía en el hogar de Maseru.
Se intentó levantar, pero a duras penas lo logro para después volver a caerse así que no le quedo de otra que arrastrarse hacia una de las puertas de esa habitación cuando logro encontrar otra salida se detuvo, pues justo estaba Masaru afuera de su patio hablando con una mujer la cual no logro ver porque Masaru la tapaba.
En el patio:
Masaru: Quiero que vigiles los exteriores ese desagraciado puede que quiera regresar por él.-Dijo esto para después sonreír un poco-. Pero aunque lo encuentre me pregunto si él querrá ir con él.
La mujer detrás de él era Kukiko quien feliz respondió.-Masaru eres tan malo con el pobre chico me da lástima, en cambio, eres muy antipático con Douma-san, pero no importa porque cuando me haga su esposa ya nadie lo tratará mal ni siquiera tu Masaru.-Hablo para después pellizcar la nariz de la tercera superior-.
Masaru: Haz lo que quieras, pero después no vengas llorando como esa vez.
La chica malhumorada solo hizo un puchero y se fue. Acto seguido Masaru entro de nuevo a su hogar, para eso Haruki ya había regresado a su lugar.
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Masaru se dirigió hacia la habitación donde había dejado a Haruki se agachó frente a él reviso su temperatura.-Me alegra que estés bien, los humanos sueles ser frágiles, pero tú eres una excepción ¿no?-.
Haruki mantenía los ojos cerrados y el cuerpo inmóvil a pesar de las ganas que tenía de darle un cabezazo al demonio frente suyo, Si hacía eso sus probabilidades de escapar disminuirían, así que solo le quedaba fingir.
Masaru al darse cuenta de que Haruki no habría los ojos a pesar de haberlo tocado divago un poco y después se acercó al cuerpo de Haruki para poder abrazarlo, quería sentir esa calidez, pero al momento de hacerlo Haruki no lo soporto más y le grito.-Ahhh! ¡Que haces idiota!
Masaru: (Mierda)... Pensé que seguías dormido.-intento cambiar de tema-.
Haruki: No me cambies el tema, vi claramente como te acercabas, te mataré si lo vuelves a hacer.-amenazo-. Ahora desátame, no sé qué mierd* quieres de mí, pero no seguiré tu estupid* juego, así que libérame.
Masaru: Puedes bajar tu voz un poco primero... te até porque no me parecía racional que quieras irte en medio de este frío.Haruki: Guárdate tus excusas, eso es mi problema, no el tuyo déjame ir.
Masaru: ¿Oye eres muy terco, no?, no cambias nada... Haruki quédate si solo será por un tiempo.-Expreso algo nervioso, no quería que se vaya si lo hacía iba a arruinar sus planes-.
Haruki lo pensó bien, no tenía opciones de pelear con el porqué lo superaba por obvias razones y seguirle el juego a alguien no era su estilo, pero no le quedaba de otra, así que accedió.
