Al verlo desvanecerse Catnap se detuvo y su expresión se tornó más oscura. Con curiosidad vio como la sangre manchaba el pelaje de su amigo y esa imagen trastornaba sus recuerdos, con cuidado acercó su mano y acarició su cabeza manteniendo esa nueva faceta, agresiva y peligrosa, de aquel símbolo de bondad. “Seremos mejores amigos por siempre” le dijo el perro alguna vez con una brillante sonrisa. “Como lo odio su sinceridad” una voz se remordía en el interior. “Bromeas, nunca te dejaré y tu nunca te podrás deshacer de mí” esa vez Dogday lo tomó de las manos dando soporte a su amigo con esa calidez que lo caracterizaba “Lo detesto, detesto su amabilidad ¿Por qué es tan amable conmigo? ¿Cómo es posible que vea bondad en todo?”.Él siempre estaba para todos, brillando como el mismísimo sol, nunca imaginó ver ese lado agresivo y no podía creerlo… “Es tan hermoso”, pensó conteniendo la emoción.
Y deseaba seguir viéndolo así. Destruir su sonrisa para siempre, quería derribar todas y cada una de las murallas que los separaban.
Esperando a que reaccionara tomó asiento cerca del perro y lo observó detenidamente, parecía estar dormido. Siempre se preguntó cómo él podía dormir tan profundamente. Antes de que su amistad se quebrara para siempre, Catnap lo observaba mientras dormía, en su caso nunca pudo conciliar el sueño sin ser perseguido por los malos recuerdos ¿Acaso él no tenía pesadillas? ¿Cómo pudo olvidar y terminar defendiendo a esas bestias después de todo lo que hicieron? Eso era algo que no podía entender.
Sus palabras de aliento, su fuerte presencia entre los otros Smiling Critters, siempre tenía las palabras correctas para cualquier situación, aunque con el tiempo descubrió que el perro era la criatura más solitaria pues cargaba con el peso de todos ¿Quién lo sostenía a él? Catnap hizo cuanto pudo para estar ahí para él, aunque al final sus esfuerzos no salieron como lo esperaba y terminaron alejándose mucho más.
“¿Acaso yo también puedo ser digno de tu perdón?” se preguntó, al momento que su sonrisa se ampliaba de forma escabrosa.
— Aunque… ya no eres distinto a mí.
Catnap no olvidó su vida anterior, los engaños y sucios planes de los adultos y eso reavivó su furia. Los días de infinito encierro, victima de la ambición humana, la tortuosa terapia sonriente que desfiguró su rostro para siempre, el único que estuvo ahí para él, que antepuso su propia libertad para salvarlo fue Él, su misericordia no tenía limites y por ello Catnap se consagró como su fiel herramienta, juró hacer su voluntad y acabar con quien se opusiera a su señor. Con fe, aguardó en la oscuridad pero los humanos tuvieron otros planes para él y pudo conocerlo… deseó con todo su corazón salvarlo a él… pero eso tampoco fue suficiente.
— Mírate no más — la voz de Miss Delight interrumpió el silencio —, Creí que eran mejores amigos…
Catnap se irguió de nuevo y la miró por encima del hombro.
— ¿Pudiste encontrarla? — quiso saber, pasando por alto su comentario.
— Poppy es muy escurridiza — respondió la maestra —, pero no podrá escapar por siempre.
El gato se abstuvo de responder y devolvió la mirada al perro. A Catnap comenzó a molestarle la presencia de la maestra, pues seguía observándolo fijamente. Cuando la encerró en la escuela solo esperaba que nadie sobreviviera, pero la basura siempre busca la forma de volver a flote.
— ¿Por qué sigues aquí? — quiso saber el gato un poco fastidiado.
— Veo que tienes problemas — dijo ella —, si no puedes acabar con él, yo te puedo ayudar…
La jovialidad en la voz de Miss Delight le repugnaba al gato por lo cual volteo a verla con una mirada sombría, pensando que si se atrevía a tocarlo sería capaz de desmembrarla pieza por pieza. La maestra sintió la viva amenaza y retrocedió mientras decía:
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La hora de la alegria
FanfictionSoy una loca obsesionada con el mundo de poppy playtime, y el capitulo 3 me flechó, he visto tantos fanarts y fanfics, que necesito hacer el mio. Como comprenderan quise hacer una recreación de lo ocurrido en "the hour of joys" y como el dulce cacho...