- ¡YoonGi despertó!.- JiMin miró asombrado a la enfermera a unos metros de él. Eran las cinco de la mañana, y él se encontraba en la sala de espera acompañado por la anciana a su lado, una Omega de setenta años, ella esperaba ansiosa la recuperación de su alfa el cual había recibido un transplante de riñón hace algunas horas. La Omega lo miró sonriente y le ánimo con las manos a qué se moviera rápido.
Algunos segundos después JiMin caminaba rápidamente por los pasillos fríos del hospital, NamRa iba frente a él liderando el camino. Ambos estaban nerviosos, las manos de Jimin sudaban frías y su cuerpo temblaba de ansiedad.
Al final del pasillo NamRa se detuvo y pulsó el botón del elevador, Jimin llegó a su lado segundos después y en silencio vieron como las puertas frente a ellos se abrían. Con las piernas temblorosas ambos se adentraron a la caja de metal, nerviosos y expectantes.- Escucha.- NamRa habló cuando el elevador comenzó a moverse.- YoonGi despertó, pero no se encuentra bien aún.
- ¿Qué?- Sus ojos buscaron rápidamente los de la enfermera. Ansioso y asustado, así se sentía, la adrenalina recorría su cuerpo súbitamente logrando que su estómago se revolviera. Con la voz quebrada Jimin pronunció.- ¿Qué pasó?
- Él despertó, pero presentó bradicardia.- NamRa tomó el brazo de Jimin apenas las puertas se abrieron, caminaron juntos hasta una puerta doble de un color azul pastel, el silencio reinaba el lugar y el olor a desinfectante saturaba el olfato del menor. La mujer, aún con su mano en el brazo del rubio, explicó. - La bradicardia es cuando el corazón late menos veces por minuto de las necesarias.
- Pero... ¿Se va a recuperar?.- JiMin se sentía abrumado y triste, ¿Cómo le explicaría esto a la señora Min?, ¿Cómo es que todo esto había pasado?.
- Si, eso esperamos. Lo hemos inducido a un coma y administrado medicamentos, esto es temporal, debemos esperar a que mejore. - JiMin soltó un suspiro cansado, se sentía ahogado. ¿Por qué?, ¿Por qué todo era tan difícil, el corazón le latía con fuerza y su respiración se agitaba rápidamente. - Antes de entrar, necesito que estés tranquilo. No es algo fácil de ver.
- NamRa.- Una lágrima cae por su mejilla y la limpia antes de que la siguiente salga.- ¿Qué pasó?, ¿Por qué a YoonGi le pasa esto?. No lo entiendo.
- Cariño, hubieron complicaciones durante la cirugía. El doctor te lo comentó.- La mujer conmovida, envolvió entre sus brazos al menor. Jimin aceptó el contacto, lo necesitaba; llevaba días aguantando en la soledad de la sala de espera, Pero aunque quiso llorar hasta secarse, nada salió de él; debía ser fuerte, ¿No?. Se lo debia a YoonGi. Al separarse, NamRa acarició los cabellos rubios del joven.- Aunque es triste, es algo que usualmente pasa. Él está conectado a un respirador, y algunas máquinas de monitoreo.
Jimin solo asintió, queriendo ver al mayor pronto. NamRa tomó su mano y le dió un apretón amistoso. Respirando ondo y dándose ánimos Jimin asintió en dirección a la enfermera. Estaba listo.
Juntos atravesaron aquella puerta, caminaron unos metros y se pusieron frente a la habitación 308, Jimin observaba a YoonGi a través de aquel cristal, el rostro del mayor estaba pálido y demacrado, resaltaban los círculos grisáceos bajo sus ojos. Un tubo delgado subía por su nariz y uno más grande se encontraba dentro de su boca, sujeto a su mejilla con cinta medica; una serie de cables le conectaban a diferentes máquinas que monitoreaban su estado.
Recordaba el día de la cirugía, la agonía de la espera, el terror de pensar que podía perderlo.
Jimin se acercó a la ventana y apoyó su frente en el frío cristal, cerró los ojos, triste por verlo tan vulnerable, tan frágil. Su corazón se llenó de rabia, YoonGi era un chico bueno, él solo había ido buscando un trabajo y le había pasado algo tan malo. Se sentía responsable. Jimin retrocedió un paso y miró a YoonGi con desesperación.- Esto no puede estar pasando. Él no merece esto, NamRa.
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TRAIN ME, ALPHA. YM
FanfictionMin YoonGi un joven de 20 años recién graduado busca trabajo, en medio de la situación logra encontrara trabajo pero no es el que él esperaba. Ahora tendrá que enseñar al hijo de un señor muy importante, un esperado alfa dominante y de buena famili...