Colocao.

4 0 0
                                    

Pasó otra dura semana más, ya se empieza a notar el cansancio.

Y Fran necesitaba despejarse, quería volver a quedar de nuevo con Chori, necesitaba sentirlo cerca.

Pero la suerte estaba de su parte, ya que su primo Santi le había dado 2 entradas para la mejor discoteca de la ciudad y Fran por supuesto pensaba invitar a Chori.

Así que esa noche se puso su mejor traje y se dirigió a la casa de Chori.

Cuando llegó a su casa picó al timbre y Chori lo recibió.

Chori: Hola Fran que te trae por aquí?

Fran: Pues, quería invitarte a la mejor discoteca de la ciudad que tengo 2 entradas.

Chori: Me encantaría pero hay un problema y es que hoy Natalia no está para poder cuidar de Pipe.

Pero de repente Rafael apareció de sorpresa.

Chori y Fran: Pero Rafa que haces aquí.

Rafa: He oído que vais a ir a una discoteca y no teneis a nadie que cuide a Pipe así que podría cuidarlo yo.

Chori: Gracias Rafa eres un buen amigo.

Y sin pensarlo 2 veces Chori se fue a vestir y apareció con un traje azul marino precioso.

Fran: Chori estás precioso.

Fran quedó prendado por ver a Chori con aquel traje.

Chori: Tú estás más hermoso.

Le dijo Chori a Fran cada vez acercándose más a él.

Rafa: Oye que estáis haciendo.

Los dos le miraron sonrojados por la vergüenza.

Fran y Chori: Nada nada.

Rafa: Bueno anda iros antes de que sea tarde.

Fran y Chori pillaron un taxi y se fueron a la discoteca.

En la entrada de la discoteca se encontraron a Santi, quien les estaba esperando desde hace un buen rato.

Entraron y se fueron a la barra, al principio, Fran no quería beber pero Santi lo convenció, Chori se pidió un roncola, Santi se pidió un kalimotxo y Fran se pidió un tequifresi.

Al rato cuando ya habían bebido bastante fueron a la pista, había bastante ambiente así que poco a poco se fueron animando.

Fran y Chori bailaban pegados, una ola de  calor subía por sus cuerpos, en un momento dado se fueron al baño, Chori pegó a Fran a la pared y lo besó.
A pesar de estar ebrio Fran estaba disfrutando, Chori recorría su cuerpo con sus manos y besaba suavemente su cuello y eso lo volvía loco.

Pero lo que no sabían era que alguien les estaba grabando a escondidas en la puerta y no era nada más y nada menos que Marina, otra de las compas de piso de Natalia, que por supuesto ella había enviado para vigilarlos.

Pasa un tiempo y ya eran las tres de la mañana, Chori estaba sentado en uno de los sofás de la discoteca y Fran estaba tumbado cómodamente sobre sus piernas.

Santi al ver esto se ofreció a llevarlos a casa, ya que era el más sobrio de los 3. Así que se montaron en el coche y se fueron a casa de Chori.

Nada más entrar en casa Fran y Chori se fueron a dormir, no tardaron más de 5 minutos en dormirse los dos abrazados.

Espero que os haya gustado este capítulo. Nos vemos en el siguiente.
Adeu.

Jardín de Haditas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora