Alone : Una Historia De Flash

capitulo 6:tiempos de transición

hola a partir de ahora saldrán algunos personajes que ayudarán en la historia a Claudia a crecer como personaje

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Alemania 2020

Ahí estaba Alfred Urlich paseando junto a su esposa luego de unas vacaciones

-no crees que es momento de dejar este maravilloso país?.-le pregunta Alfred a su esposa quien estaba vestida con un abrigo de piel ,un sombrero hacia al lado y lentes de estrella, fumando un puro.

-despues de haber recorrido todo eurpoa , creo que ya recorrí todas las tiendas de moda, a demás...dicen que la guerra llegará pronto acá, el presidente de asia esta un poco loco ...emmm si es mejor huir.-dice Euphenia volviendo a fumar

-que te parece ir a Dubai?, es un buen lugar para que descanses y te entretengas en un par de tiendas.-le dice Alfred en tono burlón

-pero primero debo vestirme acorde al lugar, no se como es el clima allá y que vestimenta usan, no puedo ir así de elegante para allá.-comenta euphenia quien la verdad lucía ridicula,llamaba la atención de todos allá , sobre todo por esos lentes brillantes, cuando de pronto se crea una grieta en el cielo.

-mira Cariño, que es eso?.-apunta Euphenia al cielo y su marido observa con la boca abierta, cuando un resplandor los invade proviniente de esa grieta.

***

Ciudad Central, 2014.

Euphenia Urlich se despertó desorientada en una calle desconocida. La ciudad era un mar de luces y edificios altos que nunca había visto. Vestida con su falda de lana y abrigo de piel comenzó a caminar tambaleándose, llamando a su esposo en alemán.

Euphenia: (con pánico, en alemán) ¡Alfred! ¡Alfred, wo bist du? (¿Dónde estás?)

Un oficial de policía la miró con preocupación y se acercó a ella.

Oficial: Señora, ¿se encuentra bien? ¿Necesita ayuda?

Euphenia: (gritando y llorando) ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?

El policía intentó calmarla, pero Euphenia, fuera de sí, empezó a correr. Fue arrestada rápidamente, ya que los oficiales pensaron que estaba en estado de crisis mental.

Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, Alfred Urlich cayó en un callejón oscuro. Se levantó, tambaleándose, y miró alrededor con incredulidad.

Alfred: (con voz ronca) ¿Dónde demonios estamos? Esto no es Berlín...

Alfred caminó por las calles, aturdido, hasta que finalmente llegó a una comisaría. Al entrar, intentó preguntar por ayuda, pero su aspecto y su manera de hablar alarmaron a los oficiales, quienes pensaron que se trataba de un vagabundo con problemas mentales.

En la comisaría, Euphenia estaba sentada en una celda pequeña, murmurando para sí misma y abrazándose, intentando consolarse. En ese momento, Alfred fue llevado a la misma celda. Al verla, sus ojos se abrieron de par en par.

Alfred: (con incredulidad) ¡Euphenia!

Euphenia: (corriendo hacia él) ¡Alfred! ¿Qué está pasando? ¿Dónde estamos?

Alfred: No lo sé... Hace un momento estábamos en Alemania, y ahora... esto.

Ambos se abrazaron, temblando, mientras intentaban procesar lo que estaba ocurriendo. Parecía una pesadilla de la que no podían despertar.

Joe West, detective del Departamento de Policía de Ciudad Central, fue informado sobre dos individuos extraños que habían sido detenidos. Decidió investigar por su cuenta, intrigado por sus comportamientos y su vestimenta anticuada.