01|El día más normal

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Mia Stone

Escuchaba como sonaba mi celular,pero tenía tanto sueño.

El pendejo que se atrevió a llamarme a esta hora las pagará.

"Billetera♡"

A bueno.

—Son como las 7 de la mañana,que pasa—dije con voz ronca.

—¡Buenos días corazón!

—¿Que pasa Bill?

—Por si no te acuerdas,tenemos una entrevista,te estamos esperando a que vengas a ponernos perros.

—Verga la entrevista—me levante rápido de la cama,se me envolvieron las sábanas en las piernas,así que me caí al piso.

—¿No te olvidaste,verdad?

—No como crees,estoy llegando.

—Ok,te esperamos

Me levante del piso después de tremendo putazo que me pegue,y abrí rápido mi maleta.

Me puse una falda de jean con un top negro y la chaqueta de cuero de Bill encima.

Me puse gloss y rimel,porque no me daba tiempo a hacer algo más elaborado.

Me cepille los dientes y el cabello,como soy tan pendeja tuve que volver a ponerme gloss.

Agarre mi bolso y mis cosas de maquillaje y peinado para ellos.

Fui a retirar la ropa que les elegí en la tintorería de el hotel en el que nos estábamos hospedando y me pedí un Uber.


—Hola,soy Mia Stone,la estilista de Tokio Hotel

—Si,y yo superman—me contesto la chica esa.

—¡Mia!—Me grito Bill y vino hacia mi,me sostuvo los cachetes con las manos—pensé que no vendrías—le di una sonrisa falsa a la chica.

Me fui hasta el camerino,y ahí estaban esos 4 monos.

—Bueno chicos,orden porfavor,aquí les dejo su ropa a cada uno,vayan a cambiarse y cada uno a su camerino a esperarme—rápidamente hicieron lo que les dije y se retiraron.

Bill se empezó a cambiar y yo empecé a sacar todas mis cosas de maquillaje.

Puse todo sobre la mesa y me serví un poco del café negro que estaba sobre una mesa junto con pasteles y esas cosas.

—Con razón eres tan enana,al menos ponle azúcar o come algo.

—Na,me caigo de sueño.

—Hasta ahora no se porque te levantas tan tarde.

—Para engañar el hambre—le dije mientras tocaba mi cabeza con mi dedo índice repetidas veces.

El solo se rió y se sentó en la silla

—La bulimia te afecta—dijo mientras negaba con su cabeza.

—Bueno,voy a empezar con tu cabello—busque la laca,pero no la traje—Me olvide la laca—el me miró como si tuviera mil demonios adentro.

—Dime que es broma.

—Nop,sabes que,te lo voy a planchar y te pones esta gorra.

—Bue,no olvidas tu cabeza porque esta pegada a tu cuello—le pegue un sape.

—Simpático,fíjate que hoy me levante con ganas de pegarle a emos de 2 metros.

Bueno,después de pelearnos tres veces,de abrazarnos y decirnos lo mucho que nos amamos,termino de hacerle su look.

𝕷𝖆 𝖋𝖑𝖆𝖈𝖆;𝗕𝗶𝗹𝗹 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora