Capítulo 19

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DMITRY

-Tenemos que llegar a ese Castillo antes de que se cumpla el plazo de la maldición y se active.-Dijo Liza temblándole mano, estaba aterrada, era lógico. Pronto íbamos a volver a entrar al Castillo de la Diosa Luna a destruir la gemas de las maldiciones mía y de Eliane.

Eliane estaba demasiado callada, no decía nada pero podía notar que ella estaba aterrada, muy aterrada. Lo disimulaba pero sus ojos me lo decían, estos reflejaban el miedo y la desesperación en ellos. Tomé su mano y ella sonrió. Trataba de esconder su miedo de mí pero ella no me engañaba.

-¿Estás bien?-Le pregunté. Ella se limitó a sonreír y asentir con la cabeza.

Entonces miré a su hermano quien se parecía mucho a Eliane con la única diferencia de que él era más alto y su cabello y ojos eran de distinto color. Y como tal él también estaba preocupado y eso era algo que no se podía

-No te preocupes, estoy bien.-Tomó mi mano con más fuerza, puso su cabello detrás de su oreja derecha y se tocó la punta de la nariz. Eso quería decir que alguien nos estaba observando, era la forma en la que ella tenía para decir las cosas sin hacer evidente que ya lo sabía.

Nos detuvimos y al hacerlo, Eliane miró a todos lados y dijo:

-Sal de ahí.-Miré sobre mi hombro y era el Mensajero de la Diosa Luna...

Cisco...

El mensajero y sirviente de confianza de la Diosa Luna, Eliane y yo confiamos en él antes de ser maldecidos.

-No vengo a pelear, vengo a ayudar.—Lo miramos con desconcierto, por un momento creímos que era una broma.

—¿Ayudar?—Liza se rió con ironía. Se cruzó de brazos enojada.—¡¡Lo ÚNICO que haz provocado es que mis amigos hayan muerto, cientodieciocho veces!! ¡¡¡CIENTODIECIOCHO VECES!!!—Gritó muy enojada.

—Lo sé, cometí muchos errores durante todos estos años, y no sabes cuánto... me arrepiento de lo que hice, Liz...

Liza sacó su espada y le apuntó con ella en el cuello.

—¡¡No me llames así!! ¡¡No tienes el más mínimo derecho... a llamarme así!!—Liza estaba tan enojada que ni siquiera dudó en seguir apuntando con su espada a Cisco.

Cisco la miraba con arrepentimiento, tenía lágrimas en los ojos, sus ojos oscuros y grandes reflejaban arrepentimiento y sobretodo miedo. Pasó una mano por su cabello oscuro y rizado, y Liza afirmó el agarre de su espada lo que hizo que Cisco se sobresaltara de miedo. Cisco no peleaba porque no tenía sentido pelear contra nosotros, además él no era muy fuerte, era muy delgado y no tenía músculos ni nada que lo hiciera ver y sentir fuerte. Además no era muy alto, y sobretodo él no tenía la fuerza necesaria para vencernos a los cuatro.

Entonces Adam, el hermano de mi Luna se acercó y dijo:

—Baja la espada, no hará nada. Además no puede con nosotros cuatro.—Liza bajó la espada molesta y la guardó dentro de la funda de detrás de su espalda. Adam tuvo razón y Cisco se rindió.—Ahora dime... ¿Qué carajos haces aquí?

—Vine porque supe a lo que vendrían como han hecho en cada vida.—Miró a todos lados y siguió hablando.—Destruir las gemas de sus maldiciones, y sé dónde están exactamente.

Nos miramos los cuatro dudosos y entonces antes de poder decir algo oímos una voz bastante conocida y esa le pertenecía a...

—Elizabeth...—Murmuró Adam, este corrió sin pensarlo. Fuimos tras él llevando consigo al traidor de Cisco.

(***)

ELIANE

Fuimos detrás del tonto de Adam ya que este había percibido el sonido de la voz de Elizabeth, además de que percibió su olor dado que ambos eran Mates y era lógico. Pero lo que me preocupaba era que el tonto de mi hermano cometiera otra estupidez como siempre ocurría en cada reencarnación. Tenía que evitarlo y pronto.

Me detuve, también los demás a excepción de Adam quien todavía seguía corriendo, entonces Dmitry fue tras él y rogué porque ambos estuvieran bien y entonces miré hacia donde estaba Cisco, fui hacia él y le di un fuerte puñetazo en la cara, escupió algo de sangre y respiraba de manera profusa tratando de recuperar el aliento. Abrió los ojos en grande y dio una gran bocanada de aire, respiró profundo, me miró, no dijo nada, absolutamente nada.

—Más te vale que me digas... ¡¡¿Qué carajos planea la Diosa Selene?!!!—Le grité y Liza lo tomó por detrás del cuello y le aplicó fuerza en la tráquea.

—Será mejor que digas la verdad o haré de tu vida un verdadero infierno...—Asintió muy asustado. Liza aflojó su agarre y lo dejó hablar.

—La Diosa Luna... planea usar las gemas de sus maldiciones para matar a tu Mate, y no sólo eso... luego de matarlo usará tus gemas para destruirte físicamente y también mentalmente, además... ella busca que mantengas tu boca cerrada por toda la eternidad acerca de ya sabes qué...

Liza me miró con confusión y negué con la cabeza dándole a entender que no me hiciera preguntas. Sí le decía el secreto entonces ella estaría en un mayor peligro del que ya estaba con tan sólo ser mi amiga y compañera en batalla desde hace cientodieciocho vidas.
—No me sorprende en absoluto, pero no voy a tolerar que mis amigos y pareja mueran debido a otra de tus estupideces. Así que será mejor que me digas qué está pasando más adelante, sino... yo misma me encargaré de que la Diosa Luna reciba uno de mis tantos regalos y sabes muy bien a lo que me refiero...—Tragó saliva nervioso.—Así que, dime qué más sabes y no me mientas porque me daré cuenta.

—Está bien... te diré todo pero antes de hacerlo debes saber que la Diosa Luna... tiene a Elizabeth y ella ya no es la misma Elizabeth que conocen, ella... es aliada de la Diosa Luna, es una Caballero de la Luna...

En ese momento corrimos en dirección a mi hermano y Dmitry antes de que pasara lo peor, lo único que me importaba era que mi Hermano y Dmitry estuvieran bien y que Elizabeth estuviera bien, deseaba realmente que esto fuera mentira, sin embargo; no sabía si creer que era una mentira o no.

CLARO DE LUNA I: LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora