Capítulo 20

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NARRADOR OMNISCIENTE

Tenía la mirada puesta en su bola de cristal, miraba con mucha atención todo lo que estaba pasando e incluso veía como Eliane y Liza corrían desesperadas por llegar a sus amigos y con ellas venía ese traidor, pero luego iba a ocuparse de él, aún no era el momento. Debían llegar pronto sino... dentro de treinta y seis horas la maldición sería activada y por ende haría uso de las gemas para matar al licántropo que le había quitado todo lo que había conseguido con tanto trabajo y esfuerzo que había puesto en Eliane en su primera vida como Iris la "Inhumana". Ese licántropo debía morir pero antes de eso debía romper la maldición de Eliane antes de esta se activara aunque eso conllevara destruirla físicamente y mentalmente. Sin embargo correría el riesgo para recuperar a Iris. Mientras pensaba en ello, miró nuevamente su bola de cristal y miró a Eliane corriendo, veía la desesperación en su rostro, reflejada en sus ojos que de estos salían lágrimas que mojaban sus mejillas, nunca había visto un lado tan patético y ridículo en alguien como ella.

—Realmente estar con ese licántropo la hizo más blanda y misericordiosa.—Dijo la Diosa Luna mirando aún la bola da cristal.—Me pregunto... ¿Qué clase de emociones escondió alguien como ella durante tantos años?—Ni siquiera cuando fue desterrada de la Manada a la que la envié hizo que sus emociones y sentimientos surgieran.—Dijo en voz alta. Miró sobre su hombro al escuchar que una puerta se abría la tenue luz de fuera entraba por la puerta de madera iluminando parte de la habitación que estaba oscura. Era de día y por lo tanto a la Diosa no le agradaba ver la luz del día de su hermano el Dios del Sol que desde hace tiempo ha estado acechándola, por motivos que sólo el Dios y la Diosa conocían.

Había entrado una mujer de de cabello rubio largo, rizado de las puntas y estaba sujeto a una coleta de caballo bien ejecutada, sus color castaños tenían un brillo peligroso y carente de emociones, sus rasgos griegos eran delicados y su piel era de porcelana, muy hermosa y sobretodo muy peligrosa, no era muy alta pero tampoco muy baja, entró dando pasos ligeros pero decididos, llevaba puesta su armadura de acero, con el peto puesto que cubría su pecho y dejaba la línea de sus senos no muy grandes en forma de corazón, además de llevar las hombreras puestas que cubrían sus hombros y en los codos llevaba coderas y los brazaletes que cubrían sus antebrazos. Sobre su espalda llevaba su espada que tenía el mango con forma de víbora negra. Y finalmente llevaba botas de combate negras. Su mirada se enfocó en aquella mujer de cabellos plateados y ojos grises redondos, llevaba puesto un vestido completamente blanco con un escote en 'V' poco pronunciado, su delgada figura resaltaba en el vestido con la falda larga hasta los tobillos y su cabello plateado que era largo y suelto caía sobre su espalda como cascada, ella se alejó de su bola de cristal y se dirigió a la caballero que estaba en sus aposentos esperando a recibir órdenes de la Diosa. La Diosa Luna no llevaba zapatos puestos, caminaba descalza sobre el piso de madera yendo hacia la caballero que tenía una expresión sombría en su rostro.

—¿Hiciste lo que te pedí?—Le preguntó la Diosa a la Caballero.

—Lo hice, muy pronto estarán aquí.—La diosa sonrió complacida y esta hizo aparecer un arco de plata y un juego de flechas del mismo material.

—Ten, úsalo para tu misión y no lo olvides... la triada lunar sólo puede ser realizada teniendo los tres objetos de las tres Diosas. Sí usas las flechas para ese propósito, bueno... dependerá de ti de cuál será el precio que quieras pagar...—La Caballero asintió en respuesta y aceptó el arco y flechas que le habían sido otorgados.

—Lo tendré en mente, me retiro...—La Caballero se fue sin decir más nada y la Diosa continuó observando desde su bola de cristal a su híbrida y caballero favorita. Ésta sonrió nuevamente y tocó suavemente la bola de cristal con la punta de sus dedos pensando en que pronto su deseo se haría realidad.

(***)

Mientras tanto la Caballero salió de los aposentos de la Diosa yendo en camino a ejecutar su misión que era... atraer a los Caballeros del Sol al Palacio de la Diosa y cuando estos llegasen serían capturados y cruelmente torturados, afortunadamente ya venía en camino uno de ellos, mientras que aún no habían encontrado a los demás pero estos vendrían en su debido momento, podía sentir el poder de la Caballero Liza cerca, o mejor conocida como Liz la 'Despiadad'. Ella era muy poderosa y difícil de contener en batalla, era capaz de matarla sin lugar a duda, por un momento pensó en usar una de las flechas, sin embargo prefirió usarlas cuando fuera el momento, no pensaba en desperdiciar un recurso tan valioso e importante que le había sido otorgado para neutralizar a los Caballeros del Sol. Debía ser paciente y esperar a que su objetivo llegase, sin embargo no esperaba que su objetivo fuese otro que era nada más y nada menos que...

—Adam...—Murmuró en silencio y detrás de este iba Dmitry, eso no lo esperaba pero por algo había que empezar y ese momento era ahora.

CLARO DE LUNA I: LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora