Acabo de terminar el último exámen del curso y creo que lo he bordado. Este mes ha sido una puta locura, entre las clases, tareas, recuperaciones, y preparar mi viaje a Londres. Me voy en una semana.
Taylor evita hablar del tema y yo se lo agradezco, simplemente quiero disfrutar del tiempo que nos queda para estar juntos.
Cuando salgo de clase, me encuentro que los pasillos están llenos de pósters con mi cara.
¿Pero qué cojones?
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Giro la cabeza y veo a Pez descojonándose de risa.
- "Voy a matarte, pececillo. ¿Qué es esto?"
- "Pues una fiesta para celebrar que te perdemos de vista por un tiempo. Ya sabes, sexo, alcohol y Rock and Roll" -me da una palmada en el hombro.
Pongo los ojos en blanco.
- "Miedo me dan tus fiestas"
- "Hay que ver lo soso que te has vuelto últimamente, pastelito, antes te encantaban. ¡Devuélveme a mi amigo! El que sabía divertirse"
- "Sé divertirme. Además la gente cambia, bueno, alguna gente, porque otros" -le miro -"Siguen comportándose como adolescentes. Y no me llames pastelito"
- "Pero si eres un pastelito de crema, ¡Ven aquí que te como vivo!" -agarra mi cara y me da un beso muy sonoro en la mejilla.
Finjo cara de asco y me limpio.
- "¡El sábado a las diez!" -me grita mientras se va -"Tú no te preocupes de nada, sólo ponte guapo"
¿Que no me preocupe? Acojonado estoy de la que me puede liar.
Enfrente de la escuela, con un pié apoyado en la pared y mirando el móvil, está Taylor. Me estoy acostumbrando a que venga a buscarme, a verlo cuando salgo, tan guapo con su mochila colgada, la camiseta marcando sus músculos, los jeans ajustados, su cara de modelo de pasarela... Mi niño.
- "¿Qué haces tan concentrado?"
- "Ultimando detalles de tu fiesta. ¿Te han gustado los carteles?" -guarda el teléfono, me abraza por la cintura y me pega a su cuerpo.
- "Sois muy graciosos, pero me quedo más tranquilo sabiendo que colaboras con Pez en la organización, porque de él no me fío ni un pelo" -sonrio acercando mi boca a la suya.
- "Bueno, bueno, tampoco te prometo nada. Tú prepárate para cualquier cosa" -acaricia mi pelo y me besa en los labios, para seguir con mi cuello.
- "Tay, no empieces lo que no puedes terminar"
- "¿Quién dice que no puedo terminar? Te he echado mucho de menos, bicho. Con los exámenes finales casi no nos hemos visto estos días"
- "Ya lo sé. Yo también tengo muchas ganas, cariño, pero en mi casa hay gente y en la tuya también. Además le prometí a mi madre comer con ella e ir después a comprar unas cosas" -le acaricio la espalda por dentro de la camiseta.
- "Quiero hacértelo ahora mismo, Nick"
- "Y yo quiero que me lo hagas, Tay, me muero por sentirte" -le susurro en el oído -"Ven, tengo una idea"
Le cojo de la mano, entramos dentro de la escuela, y lo llevo hasta el aula de música, que está vacía ahora mismo.
- "Eres un loquito" -me tumba encima de una de las mesas. Baja mis pantalones y mis calzoncillos, y sin más preámbulos, se agacha para humedecerme con su lengua mientras levanta mis muslos.
La sensación hace que todo mi cuerpo vibre, nunca me habían hecho esto, y juro que podría correrme sólo notando como me lame y juega con su boca en mi entrada. De hecho tengo que hacer un gran esfuerzo mental para que no pase. El placer es tan intenso, que muerdo una de mis manos para reprimir los ruidos que salen directamente de mi garganta.
Cuando me tiene totalmente mojado y dispuesto, se levanta, baja su ropa, saca un condón de la cartera y se lo pone, mientras no deja de mirarme. Coloca mis piernas alrededor de su cuello y me folla, despacio, haciendo que enloquezca con cada movimiento.
- "Está súper dura, Taylor"
- "Es por tu culpa, que me pones de esta manera" -jadea sin parar, mientras me toca y sigue embistiendome -"¿Te gusta así, bicho?"
Solo puedo asentir con la cabeza, porque no me salen las palabras.
- "Podría entrar alguien en cualquier momento" -dice sin detenerse.
- "Eso es... Aaahhhh! Me pone muy caliente, voy a ..."
- "Hazlo, vamos bebé, córrete para mí, Nicky" -mete dos de sus dedos en mi boca para que los chupe, y me hace acabar brutalmente en su otra mano, a la vez que él lo hace dentro de mí.
- "¡Nick, Niiiiick, jodeeeeer!"
Nos quedamos así un momento, recuperándonos, hasta que Taylor se retira y se inclina para lamer mi abdomen manchado, seguir por mi pecho y llegar hasta mis labios.
Sin decir una palabra, pero los dos sonriendo, nos vestimos rápido y salimos de allí.
El sábado ha llegado y me dispongo a ir a mi fiesta. Opto por ponerme un pantalón negro y una camiseta de tirantes blanca, está haciendo ya mucho calor.
Me reúno con Tay en la puerta del Pub Piropo, y cuando lo veo llegar, me quiero morir, lleva un pantalón de cuero, botas negras y camiseta sin mangas con encaje. Para colmo, se ha cortado el pelo, y está para que le hagan un monumento. Me da un beso y huele a aftershave y a su perfume. Realmente me va a resultar muy difícil mantener mis manos apartadas de él esta noche.
Entramos cogidos por la cintura, y está todo el mundo, mis compañeros de clase, mis amigos y los de Taylor, Pez, Nora, Roger, y gente que no conozco porque hay más celebraciones.
La música me gusta, el local está guapo, y lo estamos pasando muy bien. Bailamos, reímos y bebemos. Han contratado barra libre, y el champagne, las cervezas y los cubatas, van que vuelan. Bebemos mucho, muchísimo. No me doy cuenta de que me he pasado hasta que, en un punto de la noche, todo se nubla. Me encuentro muy mareado y la cabeza me da vueltas. Me apoyo en la barra, y cuando siento que voy a caerme, alguien me coge entre sus brazos. Mi cuerpo no reacciona y lo veo todo negro.
Lo siguiente que recuerdo es despertarme en el baño, mientras un chico que no conozco, me está tocando por todas partes, y me besa el cuello. Me entran unas náuseas que no puedo reprimir y le vomito encima.
En ese momento, Taylor abre la puerta de una patada, lo aparta de mí y le da un puñetazo en la cara, dejándolo tirado en el suelo.
Se oyen gritos, empieza a llenarse el baño de gente, y sin más, cogen a Taylor entre varios y le rompen una botella en la cabeza. Lo último que veo antes de perder el conocimiento, es sangre saliendo a borbotones de la cabeza de Taylor.
