Nick
El día no ha empezado bien, eso es un hecho.
He tenido que salir a desayunar fuera, porque no nos queda café. Y eso sí que no, por ahí no paso. Me pueden quitar lo que sea, menos mi latte de la mañana.
Encima está lloviendo y hace bastante fresquito, para estar en el mes de julio. Nada que ver con el calor de España en estas fechas.
Taylor ya debe estar tostándose al sol en la piscina, y despertando más de un suspiro entre los bañistas. Y es que mi Tay es espectacular, su cuerpo parece esculpido por el mismísimo Miguel Ángel, y su cara, que cara tan preciosa tiene, no existen ojos más bonitos que los suyos, y sus labios son la fruta más deliciosa, carnosa y dulce que he probado, y sus rizos rebeldes...
- "¿Qué?"
- "Le decía que qué va a tomar"
Ahora la camarera me saca de mis pensamientos, y para colmo, no le quedan cruasans. Hoy el mundo está contra mí.
Me tomo el café y me voy con mi humor de perros a otra parte, concretamente a trabajar, porque es sábado y me toca turno doble.
Cuando por fin acaba la jornada y salimos del restaurante, Robert propone ir a tomar algo, pero todos están ocupados, incluida Bea, que ha quedado con unas amigas.
- "¿Tú qué dices, Nick?, ¿Te apuntas?"
No tengo ningunas ganas, solo me apetece llegar a casa, ponerme cómodo y hablar con Taylor hasta quedarnos dormidos.
Pero Robert ha sido siempre muy amable conmigo y me sabe mal dejarlo solo. Parece un buen tío.
- "Una copa y nos vamos" -le digo
- "Prometido" -sonrie y me pasa un brazo por los hombros.
Pedimos dos cervezas y él no para de hablar. Se esfuerza por hacerlo en español, pero yo no le estoy escuchando. Le miro y asiento con la cabeza, para que no se de cuenta, aunque lo único que quiero es acabar e irme cuanto antes. Necesito llamar a Taylor.
Noto que se acerca mucho, y cuanto más se arrima, yo más retrocedo. Quizás es su manera de relacionarse. Pero habla y habla, y me toca el brazo. Bueno, no pasa nada. Continúa hablando sin parar y me roza la pierna, ha sido sin querer, son paranoias mías, y me estoy imaginando lo que no es. Y sigue hablando y, de repente, pasa su mano por mi pelo, como si tal cosa. Vale, eso ha sido raro, me siento muy incómodo.
Aprovechando mi confusión, me coge la cara y me planta un beso en los labios.Le aparto inmediatamente.
- "¿Pero qué coño haces?"
- "Perdón... Creía que... Me he equivocado Nicky"
- "Y tanto que te has equivocado, te has equivocado de cojones. No vuelvas a hacer eso, en tu vida"
Joderrr! Puto Robert
Me voy cagando leches de aquí, quiero llegar a casa, quiero llegar a mi casa.
Mierda. Por qué me pasan estas cosas.
Miro el móvil y tengo una llamada y varios mensajes de Taylor, seguramente estará cabreado y con razón. Lo que me faltaba hoy.
Me pongo el pijama, me tumbo en la cama, marco su número y contesta enseguida, no parece enfadado, si no más bien preocupado.
- ¡Nick! Por fin, ¿Estás bien?
- Si, he tenido un día asqueroso, pero no me apetece hablar de eso. Tan solo querría que me abrazaras, Tay
Se queda un momento en silencio
- Ojalá pudiera, bebé
- Cuéntame tú -le digo y pongo el móvil apoyado en un cojín, de manera que pueda verlo bien, mientras me recuesto de lado.
Empieza a explicarme anécdotas del trabajo, dice que no se aburre ni un minuto, los niños no se lo ponen fácil, corriendo con los pies mojados, tirándose al agua unos encima de otros, y haciendo todo tipo de trastadas, pero se nota que le resulta divertido.
Las mejillas de Taylor están rojas por el sol y está... Radiante. Le brillan los ojos y sonríe, dejándome ver sus hermosos hoyuelos. Y me doy cuenta de que verlo así, es todo lo que necesitaba para sentirme mejor.
Son las seis de la mañana y me despierta un ruido extraño en la puerta. Me levanto con desgana, miro por la mirilla y veo a mi hermana intentando meter la llave en la cerradura, sin conseguirlo.
Abro y me quedo mirándola.- "Gracias Niiiiick, hermanito" -me abraza
- "¿Te parece bonito venir así?"
- "¡SSSSSHhhhhh! Solo he bebido un poquito"
- "Si, si, ya lo veo. Venga, vamos a meterte en la cama"
Cojo mi móvil y veo que Taylor no está en línea, así que después de un rato mirando Instagram, me vuelvo a quedar dormido, hasta que unas horas más tarde, es él quien me llama.
- Buenos días rubio, ¿Aún en la cama?
- ¡Buenos días Amor de mi vida! Hoy tengo el día libre y no pienso salir de aquí. ¿Cuándo vas a venir a verme para que pueda secuestrarte entre mis sábanas?
- Espero que pronto. Estoy ahorrando. Me muero de ganas de dejarme secuestrar por tí, bichito malo
- Ni te imaginas lo malo que voy a ser
- Oye, Nick, tengo que contarte algo
- Dime
- Me ha llamado mi ex novio
De repente, se me seca la garganta
- ¿Y qué quiere ese?... tu ex, ¿Qué quiere?
- Me ha dicho que necesita verme, que tiene que contarme algo importante. Hemos quedado hoy para comer, ¿No te importa, verdad?
- ¿A mí?, Por favor, ¿Por qué va a importarme?
Claro que me importa, por supuesto que me importa, solo de pensarlo me escuecen hasta las entrañas.
- Vale, pues entonces, luego te cuento
- Luego me cuentas
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I Love You 🖤
FanfictionTaylor y Nicholas son dos jóvenes estudiantes, cuyas vidas se cruzan en una noche de fiesta con amigos.