XLIX

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CAPÍTULO XLIX

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CAPÍTULO XLIX.
LA VERDAD DE LO QUE NOS UNE

"Dos aves en un cable, una dice "vamos",
pero la otra dice "estoy cansada"."
regina speaktor, two birds.

ZENITH

ZENITH NO PUDO DORMIR, INCLUSO SI NETEYAM CREÍA QUE LO estaba haciendo. Su corazón jamás se sintió tan calmado y completo como en ese momento, en los brazos de Neteyam, en la protección de su agarre y esos cálidos labios sobre su frente. Se mantuvo despierto toda la noche, sentía que la emoción excesiva como para poder conciliar el sueño con tanta facilidad. Cerró los ojos y se apoyó en el pecho de Neteyam por el resto de la noche, deseando que todos los días pudiesen ser como ese.

Aprovechó más de una ocasión en la madrugada para observar a Neteyam en su sueño profundo. Se lo había dicho antes y no se cansaría de decírselo, Zenith no conoció jamás a nadie que brillara tanto como él. Neteyam tenía un rostro duro y perfectamente tallado, con rasgos severos, ojos afilados y una nariz recta. Zenith llevó sus dedos a esos mismos rasgos para deslizarse sobre ellos suavemente, sin querer despertar a Neteyam.

Dejó sus labios en último lugar, esos que tantos suspiros le sacaron esa noche. Neteyam era la perfecta combinación de sus tres padres, la sabiduría de Tsu'tey —que algunas veces se veía opacada por su terquedad—, la valentía de Jake y la fidelidad espiritual de Neytiri, esa capacidad de apegarse a sus raíces y defender a su pueblo con toda su fuerza. El orgullo que golpeó su pecho no tuvo comparación alguna, ese era su prometido, ese era el hombre que se uniría a él y al que llamaría esposo.

Ese era el hombre que Zenith consideró su perdición en el pasado, pero que terminó siendo su salvación.

El hombre que amaba.

El hombre que le salvó la vida.

Sus movimientos se tensaron un poco al escuchar un sonido fuera de la carpa, pero hizo lo mejor que pudo para permanecer en silencio y pretender seguir dormido. Neteyam salió primero, Zenith trató de escucharlo y no lo logró, así que optó por ir detrás de él. Si todos los demás guerreros estaban aún agotados por la caza, le sorprendía y extrañaba que alguien hubiese ido a buscarlos. Consideró que pudiese tratarse de uno de los ayudantes de los líderes, los encargados de buscar a los ganadores para informarles sobre su victoria. Sin embargo, si hubiese sido uno de los ayudantes, Neteyam no habría entablado una conversación en un tono tan bajo, casi susurrando.

Cualquier rastro de la emoción que pudo sentir por la noche anterior desapareció al escuchar esa voz tan conocida.

—Me alegra ver que están bien.

«Nadir».

Su mente trabajó a una velocidad casi enfermiza. ¿Qué podía estar haciendo Nadir allí en ese preciso momento? ¿Por qué sonreía de esa forma? ¿Por qué Neteyam le devolvía la sonrisa?

OPERTUS, ━━ NETEYAM SULLY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora