Capítulo 4

226 29 1
                                    

Narra Alina

Llegó navidad, los dos estábamos en el departamento, tenía un poco de frío ya que la calefacción no servía, hubo un problema en el edificio y la mayoría nos quedamos sin calefacción.

— Me estoy muriendo de frío - hablé mientras me sentaba en el sofá -

— ¿Te caliento?

Giré a verlo y él sonrió.

— Muy gracioso - respondí -

— ¿Ya tienes listas tus cosas? Sebastian pasará por nosotros en un minuto.

— Ya - me puse de pie mientras tomaba mi mochila -

— Vamos.

Ambos salimos del departamento, bajábamos las escaleras del edificio, al salir Sebastian ya nos estaba esperando.
Él comenzó a conducir en dirección a una cabaña que estaba a las afueras de la ciudad.

Al llegar ordenamos nuestras cosas en las habitaciones, estaba acostada en la cama, André se acercó a mí colocándose un poco sobre mi cuerpo.

— Hueles tan bien - su respiración la sentí en mi cuello -

— No uso perfume.

— Eso lo sé - respondió - tu aroma me encanta.

Sonreí e hice que se separará de mí.

— Te adoro - hablé - te adoro mucho.

Se inclino a besarme suavemente y con mucho cariño, se acostó a mi lado para abrazarme y acurrucarse.
La mañana siguiente despertamos temprano, estaba sentada en la mesa y Sebastian puso una taza de café frente a mí.

— ¿Cómo se llama la nueva que vendrá?

— No tengo idea - respondí - no me enteré.

— Ni yo - André respondió, giré a verlo entre cerrando los ojos - te juro que no sé nada.

— Aja - respondí - tú siempre te enteras de todo.

— Está vez no lo sé - giro sus ojos - no me han dicho nada... Ustedes saben bien que si me dicen algo yo se los digo a ustedes.

— ¿Y qué hará aquí? - alce una ceja -

— No tengo idea - Sebastian se encogió de hombros - solo sé que todo el mundo habla de ella.

Durante la tarde estuvimos hablando de idioteces, salimos a caminar un poco, me tiré a la nieve con André, Sebastian nos tomo fotografías.

— ¿Se acuerdan cuando estuvimos cerca de Pripiat? - les pregunté -

— Sí - ambos respondieron -

— Usar ese puto traje de radiación - dijo André mientras encendía otro cigarro -

— Era incómodo - respondí -

— Me apretaba el trasero - Sebastian se quejo haciendo que soltaramod una carcajada -

— La paga fue buena - hablé - con todo lo que vimos... Más les vale que la paga fuera buena.

— Cuando Sebastian dijo que había visto al pez de tres ojos - André me miró conteniendo la risa -

— Es verdad - comencé a reír - había olvidado eso.

— Es porque si lo vi - respondió - no sé porque no me creen.

Luego de un par de horas más estábamos regresando a la cabaña, ya había comenzado a oscurecer, André iba tarareando una canción que me gusta, teníamos entrelazados nuestros dedos mientras caminábamos.

Fragmentado   [Nikto & O.C]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora