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Desde hace tiempo que Alice habitaba en Alexandría, era muy conocida por todos ya que estuvo prácticamente toda su vida viviendo en ese lugar, además era muy colaboradora a la hora de ayudar con cualquier cosa, ya sea estar de guardia, salir a buscar provisiones, vigilar, etc... Había pasado un tiempo desde que el grupo de Rick había llegado a aquel sitio, Alice al principio desconfiaba de ellos ya que podrían haber sido unos traidores que en cualquier momento matarían a todos, pero al conocer las intensiones del grupo del susodicho la chica se relajó un poco y decidió dejar de tratar de hacer que se fueran.
Alice había congeniado muy bien con Rick y siempre se ofrecía a ayudarle con cualquier cosa, al igual que con Daryl, aunque a este lo veía como un padre y le tenía un aprecio especial por ello. Pero... a pesar de que le agradaba mucho Rick, era todo lo contrario con su hijo, ella nunca se sintió cómoda con la presencia del chico, y mucho menos que le agradó, había desarrollado como un especie de "odio" hacia él ya que no le daba muy buena espina, aunque ella no era la única que pensaba en ello. Resulta que a Carl tampoco le agradaba la chica, decía que ella era muy egocéntrica y se creía superior sólo porque tenía mejor manejo de armas y mejores reflejos que él, cosa que le causaba un poco de molestia. Pero también pensaba en que era una chica muy linda e incluso pensaba que era tierna en algunas ocasiones, pero no lo admitía por su ego, o eso era lo que le hacía creer a la chica.
ㅡ¡Quítate!ㅡ exclamó tratando de empujarla para quitarla del camino
ㅡ¿Disculpa? ¿No te enseñaron modales?ㅡ cuestionó mientras se cruzaba de brazos y tensaba su cuerpo para evitar que el contrario la moviera
ㅡ¿Y no te enseñaron a no estorbar en el camino de los demás?ㅡ contraatacó mientras intentaba moverla
Ese día Rick iba a salir por provisiones, por lo que le pidió personalmente a Alice de que se asegurara de que Carl no se fuera tras él, ya que no quería que su hijo fuera esa vez. Y allí estaban, discutiendo como era de costumbre.
ㅡ¿Por qué no mejor te regresas a tu habitación y sigues leyendo cómics? Y así no estás molestando por ahíㅡ dijo con un tono de voz firme, decidida a no dejar que Carl saliera
ㅡ¡Que te quites dije!
ㅡ¡Obligame, idiota!
Carl tomó a la chica de los hombros y la empujó hacia atrás, haciendo que el cuerpo de esta chocara contra la pared provocando que saliera un quejido de dolor de parte de ella, el chico al darse cuenta de la posición en la que habían quedado se tensó. Alice contra la pared y las manos de Carl presionando los hombros de esta, aunque también notó como los rostros de ambos estaban lo suficientemente cerca como para sentir la respiración del otro.
Y allí estaban, Alice trató de hacer algo pero el chico la tenía inmovilizada. Mientras que por el lado de Carl, este observaba detenidamente cada una de las facciones de la chica, desde sus dispersas pecas hasta sus labios rojos, hasta que detuvo su vista en los ojos verdes de ella, verdes como las montañas y los hermosos bosques. Mientras eso ocurría, Alice no se quedó atrás y miró fijamente los ojos azules del chico, azul que le recordaba al hermoso cielo y al océano, lo que provocaba una extraña sensación de tranquilidad en ella.
