3: Pelea por el reino y amor a primera vista

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Satanás estaba fuera de si.

-Debo detenerlo, ha perdido el control de si mismo. -dijo Satanás.

Entonces, fue a por mí como una bala, a lo que respondí con aparecer en la calle. Satanás no se iba a quedar atrás y se encaró en la calle.

-Escucha, perdón si- -dijo Satanás.

-Ya es tarde para disculparse, Satán. -respondí con una voz que no parecía la mía.

No sé como fue la primera vez, solo recuerdo que el ente que entró me pidió permiso para usar mi cuerpo para protegerme, sanar mis heridas y recuperar mi cuerpo siempre que le deje vivir en mi conciencia, cosa que yo acepté. El ente se presentaba como un demonio femenino, su nombre era Devil, y según ella Satanás la había encerrado en el grimorio que yo abrí, y cuando abrí el libro, me vió a mi, y sintió que era perfecto para acabar con Satanás, después me dijo que está agradecida y que está en deuda conmigo.

-No voy a perdonarte lo que me hiciste hace 2 milenios. -amenazó Devil.

Satanás se cagaba en las patas, antes de empezar le dije a Devil si podía volver a mi cuerpo para una propuesta.

-Devil, ¿me dejas volver un momento a mi cuerpo? -pregunté yo.

-¿Para qué? -preguntó Devil.

-Quiero hacerle una propuesta, si se niega llamaré al ejército angelical. -dije.

-De acuerdo. -cedió Devil. -Como tu desees, Kiba.

-¿Ese es mi nombre? -pregunté con incerteza.

-No, pero por ser muy considerado pues te elegí un nombre. -explicó Devil. -Es tradición en el infierno.

-Gracias. -la agradecí por su consideración.

Una vez Devil cedió, volví a mi cuerpo, corrí lo más rápido a mi cuarto y cogí mi katana, después se la entregué a Satanás.

-Escúchame bien, en estos instantes es imposible matarme, debido a que Devil y yo ahora somos 1. Tienes dos opciones que acaban con tu muerte, o Harakiri, o morir a manos de los ángeles. -dije yo.

-Elijo que te- -dijo Satán.

No terminó la frase y Devil salió a protegerme bloqueando el ataque y pegando el doble de fuerte.

-A mi nuevo hermanito no lo tocas. -dijo Devil. -Kiba, llama a los ángeles.

-Sí. -asentí.

Fue darme la señal, que obedecí la orden de mi nueva hermana, al instante que pegué el grito, bajaron en picado como si de lanzas se trataran. Satanás, al ver esto sacó al ejército demoníaco.

-Ángeles, ¡al ataque! -dijo un ángel.

-Mis esbirros, ¡luchad por vuestra patria! -ordenó Satanás.

Devil y yo les seguimos el rollo a los ángeles, peleando hasta que Satanás cayera, cuando de repente, me separaron de Devil y quede rodeado junto a una ángel.

-¡Puta madre! -grité yo. -Al parecer somos tu y yo contra estos seres.

-Si. -dijo la ángel -Mi nombre es Mia, ¿y tú?

-Yo soy, según mi nueva hermana, Kiba. -dije yo.

-Pues un placer, Kiba. -dijo Mia. -¿No tienes armas para pelear?

-Los puños y las patadas son mi arma más letal. -informé yo.

Después de esta presentación y conversación, las criaturas se abalanzaron sobre nosotros y antes de que tocaran suelo, agarré a Mia y la puse en mis brazos para darme más prisa para salir del conflicto. Dejé a Mia en el suelo y entonces antes de irme a hacerles un combo, Mia me dijo unas palabras.

Deixis de SatánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora