8: La cola de Kiba

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Mientras me cambiaba los pantalones, Mia se percató de algo que nunca vio, Devil, quien estaba cansada entró en mi habitación para ver qué hacíamos cuando vio a Mia atónita y acto seguido ella también se unió a la fiesta de quedarse atónitos

-Kiba, ¿que es lo que te cuelga del trasero? -dijeron ellas dos, asustadas.

-No os preocupéis, es mi cola. -dije despreocupado.

-¿Tu... cola? -preguntaron.

-Sí. -asentí.

Me enrosqué la cola en la cintura e hice un círculo perfecto en todos mis pantalones, me subí el pantalón y inserté mi cola dentro del agujero hecho en el pantalón, para después atarme el pantalón.

-Oye Mia, ¿que hacías mirándome por detrás? -pregunté.

Mia se puso roja y trató de explicarme que no sabía que me iba a cambiar.

-¡E-EH, NO SABÍA NADA! -dijo ella.

-Está bien, no te preocupes, los accidentes ocurren. -dije.

Entonces cogí una silla y me senté frente a mi esposa y a mi hermana.

-Dejadme explicaros todo. -dije yo. -En mi planeta natal, la cola surge cuando tienes 15 años gatunos. Nadie tenía una, porque la mayoría de la población moría a los 17 años gatunos y no llegaba a tener la cola completa. Solo aquellos que pasaron de 17 años gatunos, tienen una cola como la que tengo enroscada en mi cintura, a esas personas se les llaman Cicatrizados, debido a que tienen una cicatriz en la cola, en mi caso, se me denominaría sangre fucsia, porque no tengo cicatriz en la cola.

-Entonces... -interrumpió Devil. -¿Mi hermanito siempre ha pertenecido a la realeza?

-Sí, si se puede interpretar de esa manera. -dije yo.

-Con razón tienes dotes para gobernar. -dijo Mia.

-Sí, pero no estamos hablando de mí, hablamos de mi cola. -zanjé yo.

-¿Y qué capacidades tiene? -preguntó Devil.

-Se puede usar de tercer brazo, muelle, látigo, soga, objeto de apoyo emocional, pañuelo, manta, bastón para los oídos, cuchillo, aguijón, saco de boxeo y llave. -expliqué yo.

-Ah. -dijo mi hermana.

-De ahí que sea, peluda y blandita. -expliqué yo. -Eso si, en combate tiene el mismo efecto que tirarle a alguien una roca a la cabeza.

Al explicar todo esto, dejé a Mia y a mi hermana solas, ya que me debía encargar de otras cosas como aquella ropa que no puse a lavar por 2 meses. Ellas, se quedaron hablando respecto a lo de mi cola.

-Reconocí esa cola de seguida. -dijo Mia.

-¿Eh? -se extrañó Devil.

-Sí, yo vi esta cola hace siglos, me acuerdo que alguien del cielo la portaba. -explicó Mia. -Solo que no había visto una natural.

-¿Natural? -preguntó Devil. -¿Entonces en el cielo esas colas son artificiales?

-Sí. -dijo Mia. -De hecho, había una leyenda sobre una persona con cola natural que puede causar caos en el mundo, y no creo que sea él.

-Últimamente se estuvo cagando en la madre del que matásteis. -dijo Devil.

-Espero que no sea él, si es él, el caos no va a ser pequeño precisamente. -dijo Mia.

-¿Se lo digo a mi hermanito? -preguntó Devil.

-No, no quiero que se asuste. -dijo Mia.

-Como desees. -dijo Devil.

Estaba volviendo de poner la lavadora cuando viene Devil.

-Hermanito. -me llamó.

-¿Qué quieres? -pregunté yo.

-Deberías ver como está tu esposa, habla con ella. -dijo ella.

Yo me dirigí a nuestra habitación y allí estaba Mia, sentada e inquieta.

-¿Qué te pasa, mi amor? -pregunté.

-Si te lo cuento, por favor, no hagas preguntas sobre lo que te dije. -advirtió ella.

Ella me contó todo lo que le dijo a Devil. Yo me quedé sorprendido ante tal acontecimiento.

-Mia, es imposible que de una rabieta, me cargue el núcleo de la tierra. -expliqué.

-En la visión aparecías malherido, por alguien que se parece a ti. -dijo ella.

-No me pasará nada, cariño. -dije yo. -Lo prometo.


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⏰ Última actualización: Jul 04 ⏰

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