⇁ 50 ↼

387 40 94
                                    



「 ʏᴀ ɴᴏ ᴇxɪsᴛᴇ 」





El tiempo parece volar en cuestión de segundos cuándo tu vida pende de un hilo muy fino.

El mío está en la cuerda floja, es de esos que se deshilan poco a poco pero que, sorprendentemente, siempre logran mantenerse unido aunque sea con un último suspiro. Todavía no sé porqué continúo con vida después de todo lo que me ha pasado, en realidad.

A veces pienso que es por mi familia, por mis amigos, o porque simplemente soy parte de un juego muy cruel. Muchos me han dicho desde los primeros juegos, que ellos quieren matarme..., pero de alguna manera sigo con vida, dándoles un show nunca antes visto. Continúo ganándome el favor y el gusto del público, lo sé por la manera en la que esas minúsculas cámaras casi imperceptibles a la vista no se pierden nada de mí, en ningún momento.

Sigo siendo un juguete que sirve solo para entretener. ¿Pero a qué costo?, no puedo evitar preguntarme con todos aquellos que caen por mi causa. Todos ellos mueren por mi culpa, y sigo aquí, guiando a los supervivientes a un final incierto. Las dudas y el miedo bajan por mi garganta, con cada paso que doy.

Sus voces emocionadas que hablan de mi beso con Thomas se pierden entre los susurros de la jungla, porque no puedo dejar de pensar en a quién voy a perder ahora, en quién va a ser el siguiente. La fogosa arena nos atrapa entre sus brazos, nos asfixia.

El calor aumenta, estoy sudando a mares y mis amigos aun así se mantienen esperanzados; quizás esperan que al final de los juegos nos dejen a todos con vida. ¿Pero lo harán? Miro a Heather, a Dayana, a Vincent, a Jace y a Minho..., Y sé la respuesta.

Me sorprende realmente qué no me haya dado un ataque de pánico incluso después de ver a mi hermana perder la cabeza. No fui capaz de defenderme en su momento, porque ni siquiera había sido capaz de asimilar que por fin ella estuviese conmigo. Por supuesto, hacerme a la idea de qué no sabe ni pajolera idea de quién soy, o de que al menos me considera un monstruo, no mejora las cosas. Aún así verla viva me ayuda a seguir adelante.

No tengo ni idea de cómo voy a conseguir que recupere la cabeza, pero no me rendiré hasta conseguirlo. Minho tampoco; hemos compartido varias miradas significativas de camino a la Cornucopia, y sé que al final, estará conmigo dándome su apoyo como siempre.

El silencio nos envuelve, las preguntas sobre mi beso con Tommy finalmente han cedido sin obtener respuesta y la conclusión desgarradora de este juego se acerca. Minho observa el mapa digital que nos guía, estamos a unos pasos. Nuestros músculos se tensan, escucho que las respiraciones de muchos se cortan al ser conscientes de lo cerca que estamos.

Todos sujetan en alto sus armas, yo mantengo una flecha ajustada en el arco. Preparada para ser lanzada en cualquier momento. Todavía ninguno sabe qué enemigo se nos puede presentar al otro lado, si será mejor que nosotros... Pero nos mantenemos unidos hasta que, finalmente agazapados en arbustos, observamos esa Cornucopia de un gran cuerno dorado y con una pila de armas desperdigadas por todos lados. Luna comienza a gruñir, está listo para lanzarse sobre sus cuellos, pero lo tranquilizo con mimos en su cogote.

El plan principal es evitar la lucha por completo; dejar la bobina en la Cornucopia y mantener la esperanza de que nos pierdan de vista para que a medianoche, el rayo haga su trabajo y se lleve a los seis tributos enemigos de golpe.

Los cañones en su momento nos dejarán en claro si han muerto todos, o si hay que devolverse para acabar el trabajo. Todos esperamos no hacerlo.

—Será mejor que nos separemos porque en caso de que nos descubran, hay que evitar a cualquier coste que pillen la bobina —dice Dayana, señalando la misma que carga en su mano. En la otra sostiene una hoz.

𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐂𝐎𝐑𝐂𝐇 𝐓𝐑𝐈𝐀𝐋𝐒 𝐈𝐍 𝐅𝐈𝐑𝐄 | Newtmas ( au ) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora