⇁ 14 ↼

487 52 305
                                    

「 sᴏʟᴏ ϙᴜɪᴇʀᴏ ᴅᴇsᴘᴀʀᴇᴄᴇʀ 」



Menuda nochecita, pienso, mientras los guardias me dejan marchar al estar en el interior del tren. Veo que desaparecen a paso rápido, y la tensión de mis hombros se esfuma. Sin ánimos de hacer nada más, me dirijo a mi habitación mientras los recuerdos de la fiesta me sacuden la mente. ¿Por qué el rostro alegre y vivaz de Tommy no me deja en paz?

Camino hacia mi cuarto, mientras me pregunto mentalmente porqué el hecho de que Teresa nos interrumpiera el baile, me cabreaba tanto que conseguía que apretase mis manos ocultas en los bolsillos de mi pantalón. Era su amiga desde más tiempo que yo..., ¿Entonces porqué me ponía así? ¿Por qué huía de la fiesta? ¿Por ella, o por Thomas? Negando levemente, me obligo a seguir adelante. Al estar frente a mi puerta, la memoria de la noche del accidente de Alby me invade, y me veo a mi mismo teniendo un ataque de pánico frente a la puerta.

Acaricio el marco de mármol, pensando en lo rápido que se mueven los avox para borrar rastros de cualquier cosa mala que suceda. Un dolor del pasado me envuelve, y me recuerda a la vez en la que vi que vapuleaban varios guardias a Minho por mi culpa.

En aquel tiempo se suponía que íbamos a robar algunas cajas de leche, algo sencillo y un movimiento que llevábamos practicando desde hacía semanas. Habíamos repasado el plan muchas veces, como siempre..., Pero no previnimos la entrada de un Vigilante y me puse nervioso. Dejé escapar una de las cajas en la salida y uno de sus compañeros me descubrió, pero Minho actuó deprisa y ocupó mi lugar. Aquel hombre vestido de blanco no vio que se equivocaba de niño, y si lo hizo, no le importó; lo agarró con fuerza del cabello y comenzaron los golpes. La vara metálica se dirigía una y otra vez hacia su espalda baja, y me vi obligado a observar la escena, impotente y lleno de una gran culpabilidad.

No hice nada por él, y eso me demostró lo cobarde que era. Incluso cuando ya pasaron horas de aquella tortura visual y ya estábamos en mi casa con mi madre curándole las heridas lo mejor que podía, yo era incapaz de dejar de llorar. Recuerdo sentir una de sus cálidas manos sobre mi cabeza, y la forma en la que no dejaba de decirme que no era culpa mía. Minho siempre tan bueno..., pienso con nostalgia, mientras regresaba a mi realidad y terminaba de ingresar a la habitación vacía y solitaria.

Me extrañó no ser recibido por los habituales lametazos de Luna, y aunque le busco por todos los rincones oscuros del cuarto, parece haber desaparecido como la pólvora.

Sacudo mi cabello, no queriendo volver a preocuparme por él. Se me ocurre que puede estar de nuevo con Brenda y Alec, y aquello me ayuda a relajarme un poco. Es un lobo fuerte, y enorme, nadie podría hacerle nada; aquel pensamiento consigue sacarme las ideas locas de mi cabeza, y me lanzo en la cama, realmente cansado de todo. Quiero una noche tranquila, sin presiones y en las que pueda dormir sin tener el miedo de que Alby volverá a estar gritando de dolor en el cuarto de baño. Lo necesito más que nunca ahora que no tengo a Tommy para tranquilizarme.

No me preocupo por cambiarme la ropa y metiéndome en la cama, me cubro con la manta para subirla hasta la barbilla. Cierro con fuerza los ojos, tratando de imaginar el afectivo abrazo de mi madre, las palabras reconfortantes de mi padre y la efusiva sonrisa de mi hermana por haber vuelto a casa y por haber cumplido mi promesa con ella. Consigo de milagro relajar por completo el cuerpo, y caigo dormido de inmediato.

No obstante, y a pesar de querer pasar la noche en calma y con las bonitas ilusiones de mi familia brindándome de ese amor que me parece tan lejano, en la madrugada un ruido me despierta y acabo por levantarme con el alboroto que después, descubro que es por culpa de mi mentor.

𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐂𝐎𝐑𝐂𝐇 𝐓𝐑𝐈𝐀𝐋𝐒 𝐈𝐍 𝐅𝐈𝐑𝐄 | Newtmas ( au ) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora