Alborado (kookv)

III

En la madrugada, la voz del sereno anunció que eran las cinco de la mañana, despertando a Jungkook y a Taehyung al mismo tiempo.

Jeon se levantó de la cama y se vistió, para después, empezar a buscar una ventana para salirse. Cuando la encontró, abrió los portones que la mantenían cerrada, entonces, se dio cuenta de que ésta estaba protegida con rejas.

- Carajo – dijo intentando quitar las rejas

- Mmm, amor, ¿Qué pasa? – preguntó Taehyung removiéndose en la cama sin obtener respuesta - ¿amor? – escuchó las rejas zafarse de su ventana

Jungkook suspiró

- Mira, no soy quien tú crees – habló viendo a Taehyung levantarse – no soy tu prometido – reveló viendo el miedo de Taehyung en sus ojos

- ¿Q-qué? – preguntó a punto de gritar e ir hacia la puerta de sus aposentos, siendo impedido por Jungkook, que lo sostuvo del brazo y lo amarró al mástil de la cama con las sábanas, tapándole la boca después

- Sera mejor que guardes silencio – advirtió – te lo explicaré todo, pero más te vale que te calles – dijo recibiendo el asentimiento de Taehyung mientras lloraba – tu suegra me pidió que entrara a desflorarte, yo no quería acceder, pero me amenazó con no dejarme ir a mi país, soy de la nueva España, y vine a negociar, pero me encarcelaron sin razón y ahora estoy aquí, créeme tu suegra dijo que tu marido lo aprobó – retiró la mano de la boca de Taehyung, escuchando sus sollozos – lo siento mucho – lo soltó y le dio un beso en la mejilla – nos vemos luego, precioso – dijo antes de salir por la ventana, dejando a un desconsolado omega, el cual lloraba de tristeza y rabia.

Y justo después de que Jungkook salió de la habitación, entró Jennie con prendas nuevas para Taehyung.

- Niño Taehyung, su suegra me dijo que le diera un té de manzanilla, aunque... - se detuvo al ver a Taehyung llorar - ¿qué le pasa? –

- Me siento como un ramero Jennie – dijo llorando – mi suegra metió un hombre a mi habitación y lo peor de todo, es que Hyung-sik lo permitió – mencionó – no se porque Hyung-sik me hizo esto, que poco hombre es al dejar que otro me desflore – dijo secando sus lagrimas

- B-bueno, es que parece que usted es el único que no lo ve – mencionó sin mirarlo, no quería agobiar al joven omega

- ¿Qué es lo que no veo, Jennie?, dime –

- N-no, no puedo decírselo – dijo extendiendo la ropa

- Anda, Jennie, no importa lo que sea, solo dímelo – insistió

- Bueno, es que, su marido... - hizo una pausa – ¡su marido es un afeminado! – exclamó por fin, dejando a un shockeado Taehyung

- ¡¿Q-que?! – Taehyung cayó de al suelo de rodillas – e-esto no puede estar pasándome – dijo volviendo a llorar

- L-lo lamento tanto, niño Kim, p-pero usted no se merece esto – dijo levantándolo – vamos a bañarlo, a-aún tenemos que ir a misa – dijo llevándolo a la tina mientras lo desnudaba al mismo tiempo, viendo su trasero algo ensangrentado – eso se ve muy mal – dijo haciendo una mueca – tendré que tallar ese lugar, espero y no le moleste –

- N-no, para nada... s-solo hazlo con cuidado que aún me duele – dijo mientras seguía derramando lágrimas

- P-pero bueno, ¿puedo preguntar lo que pasó en la madrugada?, ¿fue gentil? – sonrío levemente por la curiosidad

- N-no debería estar pensando en esas cosas – se sonrojó – p-pero, s-sí, lo fue, él entró y yo le dije que me dolía, p-pero luego me dijo que era normal y-y, volvió a entrar, pero con suavidad – dijo sonriendo – me sentí bien –

- Eso es bueno – sonrío

- Él me atendió muy bien, creí que a los omegas no se nos atendía en el acto, p-pero él me hizo sentir especial, Jennie – dijo sintiendo a Jennie limpiar su entrada

- ¿De verdad?, la mayoría de los alfas solo buscan su satisfacción, sin importarle nada más, pero, quien sabe, a lo mejor él es un buen hombre, ¿le dijo de que colonia era? Quiero suponer que de aquí cerca –

- En realidad, él me dijo que era de la Nueva España, y quiero suponer que queda muy lejos –

- ¿Un novohispano en Cuba? –

- S-sí, él mencionó que venía a comerciar, pero que lo encarcelaron, y que mi suegra lo obligó a desflorarme – dijo con el animo bajo de nuevo

- Bueno, ya no piense tanto en eso, ¿sí? – dijo ayudándolo a salir de la tina para secarlo – tenemos que arreglarlo para ir a misa, sirve que nos confesamos – dijo colocándole unas medias y su ropa interior, para después, ponerle el vestido y sus guantes - ¿Qué quiere que le ponga de joyería? –

- Quiero un collar de perlas y mis pendientes, Jennie, por favor – dijo buscando su reboso

- A ver, veamos – dijo colocándole la joyería al joven omega – se ve espectacular – dijo antes de colocarse su reboso para irse a la misa, ya que ya estaban sonando las campanadas.

Una vez que estuvieron en la iglesia, ambos entraron e hicieron una reverencia hacia los seminaristas y el sacerdote, se sentaron hasta las bancas de enfrente, persignándose y esperando a que la misa diera comienzo. Las voces del coro junto con el piano se hicieron presentes cuando el cura hizo acto de presencia en el altar, siendo recibido por todos y todas las omegas y alfas que venían a escuchar la palabra de Dios y a comulgar.

Cuando la misa terminó, Taehyung se acercó al cura para confesarse.

- Señor cura, hoy, antes que nada, no vengo a confesarle mis pecados, si no, a decirle que quiero abolir mi compromiso, ya que... he escuchado rumores de mi prometido que no me gustaron para nada – dijo pasando saliva

- ¿Y qué es lo que se murmura de tu prometido, hijo mío? –

- Bueno, son rumores de la servidumbre de la casa de mi suegra y de algunos vagabundos de la calle – dijo mirándolo – se rumora que mi prometido es afeminado, y, por lo tanto, dudo que cumpla sus responsabilidades como marido –

- ¿Estas seguro que no quieres nada que ver con él? –

- Muy seguro, señor cura –

- Déjame ver como puedo hacerle, por lo tanto, puedes retirarte – dijo levantándose, siendo imitado por Taehyung – ve en paz – dijo viendo como el omega se iba

- ¿Qué le dijo al sacerdote, niño? – preguntó Jennie saliendo de la iglesia

- Le dije que quería abolir mi compromiso con Hyung-sik, no quiero estar casado con alguien incapaz – dijo caminando a prisa – solo espero que mi suegra no haya visto mis sábanas –

- Eso espero también – dijo mientras seguían caminando