Capítulo 25: Subir
Drako palideció.
Con la respiración agitada caminó hacia la pared cementada del edifico, y comenzó a rezar en silencio a quien quiera que le estuviese escuchando en ese momento.
El señor Frend ya se encontraba casi a la altura del tercer piso.
Se colocó los guantes en silencio y se los ajustó.
Tomó la cuerda en su mano, estas temblaban por lo que iría a hacer a continuación, y trató de subir trepando con sus dos brazos y abrazando sus piernas al rededor de la cuerda.
Qué clase de locura iba a hacer ahora– pensó.
Vio como el hombre subía. Este colocaba los pies en la pared y sujetaba la cuerda con ambas manos para impulsarse, era como si caminara por la pared del edificio. Pero él no creía que pudiera hacer algo así.
Se impulsó hacia arriba con los brazos y comenzó a trepar a través de la cuerda, sin querer mirar hacia abajo. Subía de manera lenta, puesto que era la primera vez que hacía algo como esto.
Sabía que si miraba hacia abajo a esta altura y a la horda de zombis, ya no tendría el valor para seguir subiendo.
Que dios se apiade de él y también el señor Frend.
Después de unos minutos los zombis, con sus cuerpos podridos y recubiertos de cristales purpuras, turquesas y otros diversos colores, lograron llegar debajo de él y comenzaron a intentar agarrarlo.
–No, no, no, no, no, no...
El de rizos balbuceó estas palabras asustado y trepó mucho más rápido.
Si lo alcanzaban sería su fin.
No sabía hasta que piso había logrado subir el señor Frend, puesto que ya no podía verlo.
No quería pensar que ese hombre lo había dejado a su suerte.
Uno de los zombis saltó unos metros en el aire y casi agarra con su mano llena de uñas largas el pie del ojiazul.
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DIANA: Infección
Storie d'amoreDrako percibió un leve olor metálico y al café negro en el aire cuando se calmó después de unos minutos. Movió su pequeña nariz respingona tratando de captar el nuevo aroma. Llevó tranquilamente su vista a un lado por reflejo y vislumbró la sombra d...