Cada frase que dijiste
y cada letra que escribiste
en mi alma están clavadas
espinas no prometiste.
Los rosales que regamos
de un instante a otro están secos
mi amor que llora tu ausencia
y mi castigo es tu presencia.
Dime que piensas en mi
dime si sigues haciéndolo
dime tu que no quisiste
dañarme como lo haz hecho.
Eras mi sueño encantado
un castillo con hadas bailando
pero usaste la llave del patio
para encerrarme desde otro lado
y el refugio donde me dejaste
se convirtió en un castillo embrujado.