𝐏𝐫𝐞𝐣𝐮𝐢𝐜𝐢𝐨𝐬 | 𝐋𝐚𝐦𝐢𝐧𝐞 𝐘𝐚𝐦𝐚𝐥

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟎: 𝐅𝐢𝐧𝐠𝐢𝐫

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SALMA'S POV

Lamine estaba fatal de la cabeza, cada vez lo tenía más claro. Pensé que por fin íbamos a estar bien después de haber quedado ayer, pero la ha vuelto a cagar en menos de dos horas.

El taxi paró indicando que ya había llegado a mi destino, me iba a bajar pero su agarre en mi muñeca me lo impidió.

-¿Y ahora qué?- Pregunté fastidiada.

-Nos vemos mañana.

-No.

-No era una pregunta.- Dijo soltándome, yo bufé y bajé del taxi.

Mientras subía a mi habitación, llamé a Leah.

-Tia, no te lo vas a creer.- Hablé una vez que me cogió el teléfono.

-¿Qué ha pasado?- Preguntó ella curiosa.

-Ven a mi hotel, es largo de contar para contarlo por teléfono.

-Esta bien, en veinte minutos estoy ahí.-Dijo Leah para colgar.

...

Paso media hora y alguien tocó mi puerta, cuando abrí vi a Leah con dos bolsas hasta arriba de patatas y golosinas.

-Chisme es chisme. -Habló encogiéndose de hombros para después pasar a dentro del cuarto.

Nos pusimos pijamas a juego y nos tumbamos en la cama.

-Ya puedes ir contando. -Me ordenó ella.

-Antes que todo, esto no lo puede saber nadie. -Le advertí.

-Ya sabes que yo no cuento nada a nadie.

Y era cierto, durante todos estos años Leah me había demostrado lealtad y confianza. Era la mejor amistad que tenía.

-Básicamente, Alexandra me ha obligado a fingir que estoy saliendo con Lamine solo por fama y lo peor es que ahora lo tengo que hacer si o si porque Lamine ha aceptado.

Leah se quedó boquiabierta y no la culpo, nadie se esperaría eso.

-Estoy flipando. -Habló por fin. -¿Y él aceptó sin más?

-Al principio dijo que no, pero después cambió de opinión tan rápido que me sorprendió hasta a mi.

-Está loco por ti. -Afirmó como si fuera la cosa más segura del mundo.

-¿Hasta cuándo vas a seguir con esa teoría de mierda?

-Hasta que veas que he tenido razón durante todo este tiempo.

-Entonces seguirás así toda la vida porque razón no tienes, ni la tendrás. -Dije comiéndome los Doritos que había traído ella.

-¿Os habéis besado ya? -Preguntó.

-No, tampoco es que le vaya a dejar.

-¿Y entonces como piensas que la gente se lo crea?

-No hace falta que nos besemos, con cogerle de la mano y abrazarlo es más que suficiente.