felicidad

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Me dieron mi segundo descanso, en la empresa donde trabajo me dan dos descansos por semana, más por alguna razón no son consecutivos, es decir, el día domingo me dan el primer descanso y hasta el día martes me dan el segundo, la verdad es que desconozco la razón por la cuál la compañía hace eso, más no podía importarme menos, con tal de que me den mis dos descansos yo estoy satisfecho.

Por segunda vez en la semana mi despertador no interrumpió mi sueño, está vez mis ojos se abrieron por voluntad propia así logrando ver la luz del sol que entraba por la ventana, más a comparación a mi primer descanso el olor de huevo siendo cocinado atrajo mi atención.

- buenos días bell-san.

- sayu-san... buenos días.

ella me saludo, al mirarla note que su habitual desconfianza aunque aun presente, ahora estaba menos notable, aun así ella no dejaba de mirarme cuando estábamos relativamente cerca, supongo que al final sigue consiente que a pesar de vivir conmigo, aun así somos dos desconocidos que apenas llevan dos días viviendo juntos.

sin muchas dudas tome la cuchara que habia dejado al lado del plato y comencé a comer del platillo que me trajo.

- ¿Qué tal?

- saben mejor.

fui sincero, esta vez no estaban quemados por lo que era un gran avance.

- aunque deberías echarles menos sal.

- menos sal, anotado.

anotando en una libreta lo acababa decir, sayu fue hacia la cocina así tomando otro plato, note como tomo una cuchara y comenzó a comer de su porción, mas de inmediato una mueca apareció en su rostro.

- su sentido del gusto esta mal, bell-san, ¿ha considerado visitar al doctor?

- por el momento no.

dije comiendo otra porción, la verdad es que no sabia tan mal, al menos para mi, ella me miro con una expresión algo rara, parecía no entenderme y si soy sincero, ni yo mismo me entiendo.

- bien, prepárate, vamos a salir a comprarte ropa.

- me niego, lo pensé mejor y si haces muchas cosas por mi, en el futuro no tendré como pagarte.

me puse de pie mientras terminaba de tomar el café que aunque un poco dulce, aun asi sabia bien.

- no lo hago para que me debas algo, solo me interesa ayudarte.

- ¿por que?

ella me pregunto, supongo que tiene sentido, no todos ofrecen ayuda sin querer algo a cambio.

- digamos que es una vieja costumbre...

- sigo sosteniéndolo, eres muy extraño bell-san.

- agradezco el cumplido.

- no era un cumplido...

- que mala.

de alguna manera sabia que sus palabras no eran con malas intenciones, eran como si salieran de manera automática por lo que no tuve razón para molestarme, al contrario, aquella sonrisa que puso de alguna manera me hizo sentir tranquilo.

 al final termino aceptando y tras unos minutos ambos estábamos listos, como era habitual mi vestimenta se basaba en algo formal, es decir, camisa de vestir azul cielo, pantalón negro, cinturón del mismo color y zapatos negro, por su parte ella usaba lo mismo, mas el suéter de aquella escuela lo dejo para evitarnos problemas.

al estar listos, sayu se dirigió a la puerta justo por delante de mi, al pasar al lado de un espejo note algo... ya no era ni el reflejo del aventurero que en algún momento fui, de cierta manera era triste, me esforcé tanto para convertirme en lo que ahora ya no existe ni el rastro.

[Danmachi] Consiguiendo El Amor En Otro Mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora