sentimientos

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Llevaba años que no me sentía así, desde mi niñez mi madre siempre prefirió a sus parejas antes que a mí, si me regañaban entonces era mi culpa, si me golpeaban Entonces algo debía haber hecho y si me tocaban lo más seguro es que los había seducido.

Siempre tenía yo la culpa, pero su última pareja cruzó la línea y fue mi límite, lo encarcelé y pensando que mi madre había entrado en razón regresé a casa o al menos a lo que creí que era una, pero llegar mi sorpresa fue notoria ya que me empezó a culpar de todo, creía que yo lo había seducido y lo había inculpado para tener algún beneficio, recuerdo que mis lágrimas salieron sin cesar durante ese día y lo único que hice fue salir corriendo de aquel lugar que en algún momento considere un hogar.

Caminé durante días, siendo sinceros incluso me sorprendí que no me enfermara o que me diera un golpe de calor, no sé por qué pero en esos cuatro días que pasé caminando sin cesar no sentí sed, no sentía hambre y mucho menos sueño, lo único que quería era seguir caminando para huir de aquel lugar que ahora entiendo no era mi hogar.

Mis piernas se rindieron en algún momento y terminé arrodillada sujetando mis propias rodillas al lado de un poste de luz, en ese momento no quería nada, es más, no pensaba en nada, en algún momento pensé que ese sería el lugar donde mi vida terminaría, estaba lloviendo y mi ropa estaba mojada, llevaba cuatro días sin comer y sin dormir y por supuesto mi cuerpo ya no aguantaría mucho.

Decidí dejar de esforzarme, nadie me esperaba y nadie me extrañaría así que no tenía sentido, Se podría decir que perdí la fe en esta vida, solo esperaba que si moría por lo menos me reencarnaré en un lugar mejor pues hace unos días empecé a leer ...

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Decidí dejar de esforzarme, nadie me esperaba y nadie me extrañaría así que no tenía sentido, Se podría decir que perdí la fe en esta vida, solo esperaba que si moría por lo menos me reencarnaré en un lugar mejor pues hace unos días empecé a leer novelas ligeras y me gustó la forma en que retrataban la muerte, dejar el lugar que te hacía sufrir para llegar a uno mucho mejor es lo que sinceramente yo espero.

Más de la nadie nadie se paró enfrente de mí, las gotas de agua que golpeaban mi cuerpo suavemente dejaron de caer y mi vista se levantó, enfrente de mí había un chico, no, mejor dicho un nombre de cabello blanco y ojos rojos, ¿Acaso era un cosplay?, la duda surgió ya que su apariencia era demasiado excéntrica para este mundo, es como si estuviera viendo a uno de esos personajes de novelas ligeras que hace nada terminé de leer.

Más algo no cuadraba, este chico no llevaba una reluciente armadura ni portaba una espada en su cintura, más bien traía una ropa que podrías ver en cualquier lugar y en su mano colgaba una bolsa con lo que parecía ser la cena de esta noche.

Bajé mi mirada nuevamente Pues si era lo que pensaba no estaba interesada, Gracias a mi celular empecé a escuchar noticias sobre hombres que ofrecían a las jóvenes quedarse en sus casas a cambio de servicios especiales y siendo sinceros yo no quería eso, prefería quedarme bajo la lluvia y morir al siguiente día experimentar algo como lo que es el maldito me hizo experimentar.

Más su amabilidad me dejó sin palabras, me recibió en su departamento, me dio comida y bebida, me ofreció un baño, me dejó quedarme en su cama y apenas ayer me compró ropa junto a objetos de usos personas que solamente las mujeres necesitamos.

[Danmachi] Consiguiendo El Amor En Otro Mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora